<
>

Michigan porta bandera del Big Ten

Brady Hoke y sus pupilos se enfrentan a un reto monumental el próximo sábado por la noche. Getty Images

ANN ARBOR -- Jim Delany nunca reprimió su deseo de que los miembros de la Big Ten se probaran fuera de la conferencia.

Es por eso que el comisionado reúne indudablemente la alineación de tazones más difícil de la nación cada año. Es por eso que encabezó una alianza de calendario de corta duración con la Pac-12.

A pesar de que las derrotas de la Big Ten en juegos importantes se acumularon y su último título nacional en el fútbol americano se vuelve cada vez más pequeño en el retrovisor, Delany quiere que sus equipos se midan en contra de los mejores.

Michigan ha recibido el mensaje, fuerte y claro.

Los Wolverines abren la temporada el próximo sábado por la noche en contra del campeón nacional defensor, Alabama, en Arlington, Texas. Alabama ha levantado el balón de cristal en dos de las últimas tres temporadas. El Crimson Tide ha acumulado un récord 55-12 bajo la dirección del entrenador en jefe, Nick Saban, y no han perdido un juego contra rivales fuera de su conferencia desde la temporada del 2007, la primera de Saban en Tuscaloosa.

La gran bandera azul no es lo único que Michigan llevará al campo el sábado por la noche. Los Wolverines están jugando por su conferencia, también.

"Probablemente Saban es el entrenador de la década, y probablemente Alabama es el equipo de la década con dos campeonatos nacionales en los últimos tres años", señaló Delany a ESPN.com. "Michigan está tratando de restablecer un programa y un equipo, y Saban ha hecho un gran trabajo al regresar a Alabama a su altura. Así que para nosotros, es un juego grande. No creo que se le pueda minimizar. Es un partido importante, un juego grande, un gran escenario, y estos son los partidos que quieres jugar".

Delany causó un gran revuelo entre la afición del Crimson Tide durante las negociaciones de playoffs este verano cuando pareció soltar un golpe contra Alabama, declarando a The Associated Press que no tenía mucho respeto por los equipos que no habían ganado su división (Alabama no ganó la SEC Oeste en el 2011, pero derrotó a LSU en el juego por el campeonato nacional). Si bien explicó posteriormente que no estaba atacando al Crimson Tide, el daño ya estaba hecho.

Sin embargo el comisionado dejó en claro este lunes que Alabama es el abanderado del fútbol americano colegial. Alabama será un excelente barómetro para Michigan y le dará la oportunidad después de una temporada 11-2 en el primer año del entrenador en jefe, Brady Hoke.

"Alabama ha dejado su marca al ganar dos campeonatos en los últimos tres años, y Saban ha ganado tres campeonatos en una década, con su victoria ante LSU", indicó Delany. "Yo lo llamaría el entrenador en jefe más dominante de la década. Alabama se encuentra en la cima de su poderío, y la SEC ha ganado seis campeonatos en fila. Estamos lidiando con un programa que tiene el acelerador a fondo.

"Esperamos ser competitivos, esperamos tener algo de éxito, pero con toda honestidad, es el mayor desafío que puedes enfrentar en este momento para un entrenador que está entrando a su segundo año, un programa que sólo está a un par de años de distancia de tener temporadas perdedoras".

Sin embargo, Michigan está aprovechando la oportunidad. Los Wolverines tuvieron grandes progresos bajo la dirección de Hoke la temporada pasada, transformando su defensiva históricamente pobre en una de las mejores de la Big Ten. Cuentan con un candidato al Trofeo Heisman, el mariscal de campo, Denard Richardson, una secundaria sólida, un núcleo de jugadores jóvenes talentosos y un equipo que se ha ajustado a Hoke y su cuerpo de entrenadores.

Aunque Hoke y sus jugadores se burlan de la idea de que Michigan está de vuelta --Michigan nunca se fue, insisten-- los Wolverines deben demostrar que pueden competir con los mejores equipos de la nación. Una victoria en el Sugar Bowl en contra de un equipo de Virginia Tech que muchos pensaban que no merecía estar ahí no es suficiente. Victorias dramáticas en contra de los equipos sobrevaluados de Notre Dame, tampoco.

La última victoria de Michigan en contra de un rival del top-10 llegó en el Capital One Bowl del 2008, en contra de los Florida Gators de Urban Meyer y Tim Tebow, los entonces campeones nacionales defensores. La Big Ten no ha registrado muchas victorias notables desde entonces, y muy pocas en contra de la élite de la SEC. El mayor triunfo de la conferencia en contra de la SEC --la victoria de Ohio State sobre Arkansas en el Sugar Bowl del 2011-- fue anulado más tarde debido a violaciones a las reglas de la NCAA.

"Escuchas mucho alboroto acerca de la SEC y cosas por el estilo", expresó el profundo de Michigan, Thomas Gordon. "No estoy demeritándola, es una gran conferencia. Pero estamos representando a nuestra conferencia en contra de ellos. Estamos esperando un buen partido".

Así es Delany, quien seguirá el partido el sábado por la noche. Él ve a Michigan en ascenso una vez más bajo la dirección de Hoke, pero también es consciente de lo que Saban ha creado en Tuscaloosa.

Alabama ha hecho lucir mal a los equipos de la Big Ten en años recientes. El Crimson Tide apaleó a Michigan State 49-7 en el Capital One Bowl del 2011, y registró victorias sencillas en contra de Penn State en las últimas dos temporadas.

"Michigan tiene un gran programa histórico", declaró Delany. "Se hundió temporalmente y Brady Hoke ha realizado un gran trabajo restableciéndolo, pero es un programa que está emergiendo de nuevo. Probablemente está a un par de años de distancia de ser todo lo que tiene que ser en términos de reclutamiento. De cara a este partido, esperas lo mejor, pero te das cuenta que los programas están en etapas de desarrollo muy distintas. Esto es de dos entrenadores y 85 jugadores, y ellos decidirán lo que pasa. Pero es claro que Alabama se ha separado, no sólo del resto de la nación, sino también de los equipos de la SEC".

En algún punto, la Big Ten necesita comenzar a acortar distancias para recuperar la relevancia. Las conferencias tienen dos oportunidades para hacerse notar a nivel nacional, la etapa de juegos contra equipos de otras conferencias y la temporada de tazones. La última tiene un peso mayor y una victoria de Michigan en contra de Alabama no tendrá mucho significado si los Wolverines tienen dificultades en la Big Ten.

Pero sorprenderá al mundo del fútbol americano universitario y alejará los reflectores de la poderosa SEC, aunque sea temporalmente.

"Es el mayor reto que posiblemente puedes tener si eres Michigan", sentenció Delany.

Y si estás en la Big Ten.