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Ya era hora

CÓRDOBA (Enviado especial) -- Cuando Argentina enfrentó a Costa Rica en la Copa América 2011, hubo una opinión casi unánime acerca de la sede en la que se disputó ese encuentro: la gente de Córdoba trató al equipo mejor que que ninguna otra. Ni en el debut de La Plata ni en el choque ante Colombia en Santa Fe hubo una respuesta siquiera parecida a la ofrecida por los hinchas cordobeses ese día. Ellos se ganaron esta fecha de Eliminatorias.

Argentina sólo disputó un partido de la clasificación mundialista fuera de Buenos Aires: la derrota 1-3 contra Brasil en Rosario, hace tres años. El antecedente no ayuda a los pronósticos optimistas, pero la gente de Córdoba ni siquiera piensa en ese resultado. Lo único importante hoy es el presente, porque la ciudad entera vivirá un día histórico en el que tendrá aquello que siempre quiso: al equipo de todos.

"Ya era hora" es una de las frases más escuchadas por estas horas en las calles de Córdoba capital, como les gusta llamar a su ciudad. Hay mucha más ansiedad que agradecimiento por ver a la Albiceleste. Los cordobeses creen, con razón, que lo que está sucediendo es algo que debió haber ocurrido hace mucho tiempo, una situación natural debido a su importancia para el fútbol nacional y a su pasión por este deporte. Si no pasó antes fue por aquella maldita costumbre porteña de centralizar todo en la Capital Federal.

El día amaneció a pleno sol en la Docta, como para ayudar aún más a las ya gigantes ganas de disfrutar esta jornada de fútbol. Por unos días, todos olvidaron a Belgrano, Talleres, Instituto y Racing para unirse bajo la camiseta nacional. Sí, decimos por unos días porque la expectativa nació cuando se dio a conocer la sede de este encuentro ante Paraguay y creció hasta llegar a su punto máximo en la última semana.

"Córdoba es de la Selección, los porteños no la valoran, pero acá sí la vamos a alentar con todo", afirma un joven de unos 25 años llamado Gonzalo que resumen la opinión de varios coterráneos. En Córdoba se cree que el equipo nacional no tiene el apoyo que merece cuando juega en Buenos Aires. No es el lugar ni el momento para discutir eso, aunque sí está claro que el público que asiste a los juegos de Eliminatorias en el Monumental no es el mismo que semana tras semana puebla el resto de las canchas de la provincia. Los cordobeses, en cambio, dicen que quienes irán al estadio Mario Kempes son los verdaderos futboleros.

Aquel partido frente a Costa Rica fue sólo una muestra de todo lo que significa llevar al Seleccionado a otros rincones del país. Así lo entiende el entrenador Alejandro Sabella, quien afirmó en la conferencia previa: "Queremos que la gente del interior vea a la Selección". Aunque esa denominación -interior- no es algo que los habitantes de Córdoba toman como propia, los dichos del director técnico fueron recibidos con alegría por todos aquí.

Los medios locales tampoco estuvieron al margen de la expectativa general. El diario La Voz, el de mayor tirada de la provincia, le dio amplia cobertura al evento en su portada y también regaló para sus lectores un tatuaje autoadhesivo "para alentar a la Selección". Por su parte, el periódico Día a día tituló: "Corazón de mi país" y La Mañana colocó en su portada una arenga: "Disfrutá Córdoba".

"Messi es lo más grande que hay", gritan cuatro adolescentes casi al unísino en la puerta de una escuela. Y agregan que aunque no pudieron conseguir entradas para asistir al "Chateau" -como todavía le dicen al estadio Mario Kempes-, estarán más pendientes que nunca de la actuación del equipo y del gran ídolo de todos. El amor por el Diez es conmovedor entre los más jóvenes pero también se puede ver en hinchas que ya pasaron los cincuenta, como Roberto, un canillita que asegura que el Diez de Barcelona es el mejor jugador que vio en su vida.

A pocos metros de la Catedral, en pleno centro de la capital provincial, hay una imagen que llama la atención. Tres hinchas de unos veinte años charlan de fútbol en un bar. Hasta ahí no parece haber nada raro, pero cuando uno presta atención esa reunión natural se convierte en un símbolo de cómo vive esta ciudad la presencia de la Selección. Uno de ellos tiene la camiseta de Belgrano, otro la de Talleres y el tercero viste un pantalón de Instituto. Rivales durante todo el año, hoy el tema no es la odisea de la T en el Argentino A, ni el mal comienzo de la Gloria en la B Nacional, ni la solidez de los Piratas en el torneo Inicial. No, hoy se habla de la Selección.

"Tendría que estar Pastore, pero banco a Sabella y me gusta que juegue con tres delanteros". La joven suspira por el mediocampista de PSG, un habitual en las convocatorias que esta vez se quedó afuera, justo cuando el destino llevó a la Selección a su provincia. Ella y su compañero, ambos hinchas de Talleres, se tomar el día libre en sus trabajos y ya se preparan para el gran aconticimiento del año, como ellos mismos lo describen: "Este partido lo esperamos mucho tiempo, por eso es tan importante para todo Córdoba".

En la puerta del hotel Orfeo Suites, donde hospeda el plantel, hinchas de todas las edades se agolpan en busca de un objetivo simple: un saludo de sus idolos. Los futbolistas esperan adentro el momento de salir hacia el estadio, pero mientras los protagonistas almuerzan y descansan, decenas de cordobeses les demuestran su devoción. Son grupos de chicas que se ausentaron de las clases, duplas de amigos que llevan una bandera, padres y madres con sus hijos. Todos saben que este es un momento histórico y no quieren estar ausentes.

"Ya era hora" es la frase repetida que suena casi musical gracias al característico acento cordobés. La ciudad vive un día especial en el que se vestirá de celeste y blanco para recibir por primera vez en su historia un partido de Eliminatorias. El encuentro Argentina-Paraguay es casi una excusa para que uno de los pueblos más futboleros del país viva una fiesta igual de postergada que merecida. Los grandes protagonistas serán Messi, Higuaín, Mascherano y todos los cracks que seguirán su camino hacia Brasil 2014, pero también hoy será el día en el que Córdoba salde una deuda histórica.