Billy Russo 12y

Octavio Dotel, el incombustible

CHICAGO -- La alegría que irradia y comparte Octavio Dotel en estos momentos con los Tigres de Detroit ha sido característica en él durante su carrera en Grandes Ligas.

Ese ánimo abierto y esa personalidad extrovertida ha acompañado al lanzador dominicano a donde quiera que ha ido y ha trabajado, así como también lo han hecho sus condiciones para permanecer en el máximo nivel por 14 temporadas.

Para el apagafuego esa llama que lleva por dentro y que hace que a su alrededor siempre haya armada una fiesta, un bochinche, es uno de los aspectos por los que la mayor parte de su carrera la haya estado con equipos competitivos, más allá, obviamente, de la calidad que posee.

"Entiendo que soy una persona animada. Me gusta dar ánimo, mantener a todo el mundo bien relajado y que traten de jugar el juego normal, sin presión. Dentro de eso hago mi trabajo y eso realmente es lo que me ayuda más que todo", dijo Dotel.

La experiencia y personalidad del dominicano le ha brindado esa confianza y esa certeza de que actuando de la forma en la que lo hace no solo puede tener buenos resultados individuales, sino que también colectivos, contagiando a sus compañeros con esa chispa. Es ese justamente uno de los propósitos que se traza Dotel, quien pese a estar en su primera campaña con los Tigres es uno de los peloteros, específicamente de los relevista, encargado de encender la fiesta en el bullpen.

"Eso es algo importante, porque a veces llegan momentos en los que uno se pone un poquito 'down', como que se cae un poco, pero la realidad de todo es que dentro de eso uno tiene que tener su punto de positivismo. Es algo bien importante y bastante bueno tener eso, el saber que uno puede ayudar a cada quien aquí y decirle cualquier cosa para ponerle las cosas claras. Creo que ese ha sido un don que Dios me ha dado para compartirlo con mis compañeros", expresó.

En su carrera Dotel ha tenido oportunidad de ir aprendido de las distintas situaciones por las que ha atravesado y de las diferentes personalidades con las que ha compartido, como Tony LaRussa, con quien ganó la Serie Mundial en el 2011; Bobby Cox, Joe Torre y ahora Jim Leyland.

"Son managers que te saben hablar, te saben limpiar la cabeza, te saben decirte en un meeting las cosas que te tienen que decir para limpiarte la mente y puedas producir mejor como pelotero", dijo el lanzador, quien se ha nutrido de todos ellos.

La experiencia recabada durante su carrera, en la que ha estado en cuatro postemporadas, le brindado ha brindado a Dotel la fórmula para conocerse más, para controlarse y tranquilizarse más, para tener éxito en los momentos difíciles, en los que toma aire para relajarse.

"Con la experiencia que yo tengo hoy en día quisiera tener 20 años", comentó el lanzador, de 38 años de edad.

Aunque paso del tiempo es implacable, Dotel le ha hecho frente con trabajo, de allí que sorprenda todavía con las condiciones que posee y que lo han mantenido el máximo nivel, siempre alrededor de equipos competitivos.

El derecho todavía conserva una recta que promedia las 92 millas por horas y que de vez en vez golpea las 95 mph.

"El trabajo es algo muy vital, algo crucial, porque si tu no trabajas es muy difícil mantenerte de la forma que gracias a Dios yo me siento hoy en día, que todavía puedo tirar una recta a 95 o 96 millas por horas, no cuando yo quiero pero me sale. Lo importante de todo eso es que tú puedas llegar a ese punto. Me siento realmente bien", expresó.

Con más de 20 años en el béisbol y ya curtido en los rigores de este deporte, Dotel no termina de acostumbrarse a algunas situaciones, por más que sabe que son inevitables, entre ellas las de no afligirse por las derrotas o los malos resultados.

"Yo vivo esto y disfruto esto, me siento mal, muy mal cuando no hago mi trabajo, algo que quizás no debiera con tantos años que tengo en esto, en donde he visto tantas cosas. Pero uno se siente mal y sabe que mañana es otro día y tiene que pitchear y hacer el trabajo", dijo Dotel.

Pese a su recorrido y a su edad el dominicano tiene algo claro, todavía no es el momento de retirarse, aún falta recursos para ganar y con los cuales asegurarle un buen futuro a su familia. Total, las condiciones aún están ahí para sacarle provecho.

"Ahora más que todo me inspiran mis hijos, Eduardo y Nicole. Están chiquitos ahora mismo, el más grande tiene dos años y medio y le chiquita tiene solo seis meses. Quizás cuando ya estén en la edad de entender me pidan que ya no juegue y yo tenga la disponibilidad de irme con ellos, pero en estos momentos lo que yo quiero es tratar de conseguir lo que tengo que conseguir para cuando mis hijos me pidan algo mañana podérselos dar", reveló el derecho, quien mientras tanto sigue poniendo el sabor y prendiendo la fiesta en el bullpen de los Tigres de Detroit.

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