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Dos pesajes, dos historias

LAS VEGAS -- Fue primero el pesaje de Marcos Maidana, quien enfrentará a Jesús Soto Karass, de México, en el MGM Grand de Las Vegas. Mucho público, mucho ruido, un anunciado pidiendo ovaciones varias -"Hagan ruido", amigos- para el público que, aunque en su mayoría era latino, hablaba en inglés.

Mucha gente en el MGM para el pesaje: más de dos mil seguro. Y, entre medio de la música mariachi y el pasillo de ingreso lleno de curiosos, apareció Paul Williams, en silla de ruedas, un canto a la vida, ya que nunca bajó los brazos a pesar del tremendo accidente sufrido…

También mucha gente del boxeo en la sección de asistentes VIP, incluyendo a Pipino Cuevas, aquel pegador que reinó en los welters. Por ahí pasa al lado nuestro, trabajando seguramente para la radio, el gran Finito López.

Sube Oscar De La Hoya y el anunciador pide una ovación, sobre todo porque hay un premio de cien mil dólares al mejor KO, que elegirá la gente por twitter. Miguel Cotto también sube al escenario y es ovacionado. Aparece Jimmy Lennon y es ovacionado. Hay expectativas y emoción y varios "boooosss", cuando aparece Marcos Maidana, pero no demasiados. Tanto él como su rival registran 147 libras. Todo bien. No hay problemas.

Del MGM, al Wynn para el otro pesaje. Primera cara conocida, Stanley Christoudoulou, que será uno de los jurados de Chávez-Martínez. Histórico ícono del boxeo argentino, ya que fue el referí de dos célebres batallas, la victoria de Víctor Galíndez ante Richie Kates en Johnanesburgo (1976) y el agónico nocaut de Jorge Castro ante John David Jackson en Monterrey (1994).

El Wynn Theatre está colmado y la música disco atruena el ambiente. Muchos mexicanos, pero también muchos argentinos, ruidosos y con banderas. Muchos con la camiseta de la Selección y con el clásico 10 de Messi en la espalda.

Aparece Michael Buffer. En el escenario, Bob Arum parece manejar todos los hilos, mientras las niñas, vestidas de rojo, bailan reggaetón. Nos cruzamos con Miguel Díaz -hombre de confianza de la Top Rank, y para muchos el mejor cura heridas del mundo- quien nos dice que en el pesaje puede haber sorpresas, pero no dice cuáles. Matías Martin, que en Argentina es una figura muy mediática anda por allí, perseguido por algunas señoras.

Todo a un ritmo mucho más frenético y ensordecedor que lo vivido en el MGM. De hecho, los pasillos están llenos, y la primera fila tiene que ser cuidadosamente vigilada para evitar la invasión de argentinos. Hay cantitos futboleros alentando a Maravilla que, por momentos, opacan a los mexicanos.

Por fin, aparece Martínez vestido con un jogging rojo y zapatillas al tono con anteojos ahumados. Aparece y el estadio se enciende, porque parece que estuviera bailando mientras que, al levantar sus manos en tono cadencioso, hace delirar a la gente, pidiendo aliento. A su vez, Sampson Lewkowicz hace flamear una bandera argentina y luego la coloca sobre sus hombros, como un manto.

En medio de una enorme gritería, Martínez sube a la balanza: 159 libras, una menos que el límite. Dentro de lo previsible.

Luego aparece Julito Chávez, y de una manera menos notoria saluda a la gente. Menos notoria que la de Martínez que luce encendido, como un bailarín que ha tomado el centro de la escena y no quiere irse hasta que lo ovacionen.

Chávez registra 158 libras, y de esa manera desmiente lo que muchos daban por un hecho: que se excedería en el pesaje. "Se equivocaron, dice alguien que no quiere dar su nombre, porque dos libras abajo del límite es dar una ventaja grande; ayer, Julito estaba en 163 libras como mínimo, o sea que tuvo que bajar demasiado y se les fue la mano, seguramente estuvo en un sauna". Puede ser.

Mario Gribcic, el hombre que llevó a Héctor Velazco al campeonato mundial de los medianos de la WBO -justamente la categoría en la que se disputará el título WBC el sábado- añade un recuerdo: "Así ocurrió cuando Thomas Hearns peleó por primera vez con Ray Leonard en Las Vegas, justamente, en 1991. Tommy bajó demasiado de peso, regaló dos libras y cuando subió al ring, estaba deshidratado".

Velazco, junto a Carlos Monzón, Hugo Pastor Corro y Jorge Fernando Castro, integra el quinteto de campeones mundiales medianos argentinos, toda vez que el propio Sergio Maravilla Martínez lo fue hasta hace un tiempo. Un detalle: Mariano Carrera –hoy cercano a Marcos Maidana- le ganó el título mediano AMB a Javier Castillejo, pero un problema de doping determinó que nunca fuera considerado oficialmente como tal.

Lo cierto es que el show no cede, porque en la cara a cara, Martinez insultó a Chávez, diciéndole entre otras cosas, que le va a arrancar la cabeza (luego hizo el gesto, pasando su mano derecha por el cuello, para que lo vieran todos). Max Kellerman, intérprete mediante, conversó con ambos y Maravilla, arrogante, se mostró en ganador. Chávez ensayó un "me dijo que me va a arrancar la cabeza, pero yo lo voy a noquear".

A un costado del escenario, comenzaron a insultarse y a querer pelear a golpe de puño, Fernando Beltrán, apoderado de Chávez y Sampson y fueron muchos los que creímos que era un acto ya ensayado muchas veces.

La gente se fue retirando, si estuvo Julio César Chávez no se notó demasiado. Y en la sala de prensa, en el ante último café, nos encontramos con viejos amigos como Rafael Mendoza, el hombre que descubrió a Pipino Cuevas y manejó a La Chiquita González o Gilberto Román. "Yo manejé al Canelo Alvarez, pero me separé cuando sentí que no querían ponerle oponentes serios. Josesito López es muy pequeño y no será rival para él.
De la misma manera en que Maravilla Martínez tiene todo para ganar, pues es un hombre forjado en la adversidad. Si Chávez pierde, tiene una segunda oportunidad, pero si Martínez pierde, ya habrá culminado su historia, por eso el argentino pondrá toda la fiereza y voluntad en este combate".

Bob Arum siguió charlando con algunos periodistas. El Thomas & Mack Center ya está totalmente vendido y se espera una gran recaudación por venta de pay per view. Han terminado los pesajes, dos argentinos frente a dos mexicanos en la ardiente Las Vegas, y la estadística que afirma –según Eduardo Lamazón, historiador, periodista y relator de televisión, santafecino de nacimiento, afincado en México hace muchos años- que entre mexicanos y argentinos, los primeros aventajan por 24 a 20 victorias a los segundos, con 2 empates para un total de 48 enfrentamientos por campeonatos mundiales.

¿Harán falta los jurados este sábado? Seguramente, a juzgar por los dichos de Julito y Maravilla, no harán falta. Eso sí, si la pelea llega a los 12 rounds, es de desear que no sean los jurados los que arruinen lo que debería ser una fiesta.