Dan Rafael 12y

Martínez dominó y luego sobrevivió

LAS VEGAS-- Para la mitad de la pelea, ya era obvio que el joven Julio César Chávez Jr. iba a necesitar un milagro. Iba a necesitar buscar en lo más profundo del libro de jugadas familiar, escrito por su legendario padre Julio César Chávez padre con aquel memorable trabajo realizado ante Meldrick Taylor en un combate memorable hace muchos años.

En aquella clásica pelea de 1990, Taylor estaba ganando de manera dominante antes de que Chávez padre lo noqueara faltando apenas dos segundos para el final.

¿Y saben qué? El chico casi lo hace de la misma manera ante el campeón linear Sergio Martínez ante una multitud emocionada de 19.186 personas (récord para el boxeo en ese estadio) el sábado por la noche en el Thomas & Mack Center.

En uno de los finales más dramáticos de la historia del boxeo, Chávez, muy abajo en las tarjetas, derribó a Martínez con su golpe principal (un feroz gancho de izquierda) cuando faltaban 90 segundos para el final.

Martínez quedó muy marcado y bastante lastimado. Se puso de pie y se dispuso a hacer correr el reloj hasta el final, justo cuando la multitud explotaba de emoción.

¿Podría sobrevivir del modo en que lo hizo Taylor ante su padre?

Fue un toque y salida, porque Martínez cayó un par de segundos más tarde pero el viaje a las lonas fue adecuadamente declarado como un resbalón por el réferi Tony Weeks. Pero no cometan errores: Martínez estaba en problemas, rogando para que llegue el campanazo final.

Pero logró aguantar ante Chávez, quien había recibido un duro castigo durante los 11 asaltos previos, y finalmente escuchó el campanazo.

Una vez finalizado el pleito, la lectura de las tarjetas (118-109, 118-109 y 117-110) fue un mero trámite. Lo que la gente recordará para siempre serán los segundos finales de la pelea.

Lou DiBella, promotor de Martínez, lo resumió a la perfección.

"Ustedes vieron una clínica de boxeo durante 11 asaltos, y vieron un épico último round", dijo DiBella. "No sé cómo aguantó tanto. Eso fue épico. Esta fue una gran noche para el boxeo".

Chávez supo que dejó que se le escape la pelea al no liquidar a Martínez cuando lo tuvo en tan mal estado.

"Yo estuve a 20 segundos de noquearlo", dijo Chávez, quien quedó muy golpeado y pareció tener la nariz rota. "Simplemente empecé muy tarde. Pensé que podría hacer durante toda la pelea lo que hice en el último round".

Ni siquiera se acercó a eso, porque Martínez (50-2-2, 28 KOs) lo había castigado duramente durante virtualmente toda la pelea.

"La velocidad fue la diferencia", dijo Freddie Roach, entrenador de Chávez. "Le dije que salga y cambie golpes en todos los rounds. Yo sabía que Martínez era bueno, pero no sabía qué tan bueno era. Chávez puede pelear mejor. Esto fue una buena lección para él".

"Necesita soltar las manos antes. Le dije en el 10mo round que comience a soltar golpes o que yo iba a detener el combate".

Chávez (46-1-1, 32 KOs) apenas si lanzó algún golpe al comienzo, y Martínez lo castigó y superó fácilmente en boxeo hasta el 12do round.

"Chávez hizo una gran pelea, y fue mucho más duro de lo esperado", dijo Martínez. "Él demostró un tremendo, tremendo corazón. (La caída) fue un error. Julio se aprovechó y me derribó. Es muy bueno para el boxeo que haya un campeón como yo, que esté dispuesto a pelear con quien sea".

Fue el fin de semana de la Independencia de México, y Chávez tuvo un amplio apoyo de una ruidosa multitud, pero todos los cánticos de "¡México, México!" no pudieron hacer nada por él.

Martínez, con un considerable apoyo de los argentinos que tapizaron el estadio con sus banderas, hizo una pelea brillante. Una obra maestra, al menos hasta los últimos 90 segundos.

Hay una razón por la cual Martínez, de 37 años, está clasificado entre los mejores peleadores libra por libra en el mundo. Martínez y su entrenador Pablo Sarmiento tuvieron un plan de juego perfecto - una avalancha de derechazos a la cabeza, rectas de izquierda al cuerpo y luego paso al costado – para lidiar con un Chávez más grande y joven, quien no tuvo respuestas para la velocidad de Martínez y su dominante jab de derecha.

"Mi peleador es una súper estrella ahora mismo", dijo DiBella.

Durante todo este tiempo, Top Rank, la promotora de Chávez, estaba preocupada por poner a su boxeador ante un zurdo, y Martínez explotó esa disparidad durante la mayor parte de la pelea.

Pero sin importar lo amplio de su derrota, Chávez, de 26 años, dejó orgullosos a sus fanáticos. No abandonó. Se mantuvo peleando sin importar lo difícil de la situación, y casi logra su recompensa.

"Me has pegado con golpes realmente muy fuertes. Eres un gran peleador", le dijo Martínez a su oponente en el ring después de la pelea.

Con esta victoria, Martínez, quien ganó $1.4 millones de dólares además de un porcentaje de las ventas de pay-per-view, retuvo su corona linear por quinta ocasión. También se alzó con un título que estaba en manos de Chávez y que alguna vez estuvo en sus manos, para luego serle despojado. Eso angustió a Martínez, y el peleador hizo campaña para lograr esta pelea durante casi 18 meses hasta que finalmente la logró.

La espera valió la pena para él.

DiBella, nervioso como siempre, quería que Martínez se mantuviera alejado de Chávez, quien ganó $3 millones de dólares además de un porcentaje de las ventas de pay-per-view, en los últimos asaltos. Pero ese no es el estilo de Martínez.

"Sergio quería noquearlo, pero el muchacho es fuerte", dijo DiBella. "Tiene bolas de acero. Tiene el coraje de su padre.

"Sergio hizo lo que dijo que iba a hacer. Lo conectó continuamente, pero el muchacho no caía. Siguió intentando noquearlo. Sergio no conoce otra manera de boxear que no sea dando entretenimiento. Yo quería que se mantenga así porque no había forma de perder si hacía eso. Ya lo había castigado de un rincón al otro. No entiendo cómo sobrevivió, porque Chávez conectó una bomba".

A pesar de lo unilateral que fue la pelea, más allá del último momento tan dramático, ya se habló de una revancha en los momentos posteriores al combate (HBO repetirá la pelea en su totalidad en 9:30 p.m. ET/PT.)

El modo en que terminó realmente nos hace preguntarnos si Chávez, quien defendía su faja por cuarta vez, podría lograrlo la próxima oportunidad.

"Una revancha de esta pelea sería un evento épico", dijo DiBella. "Ese último round le dará a Chávez el tipo de aliento que necesita para la próxima ocasión. Esto fue entretenimiento de alto nivel".

Dijo Martínez: "fue una pelea dura para Julio, y fue su primera derrota, pero somos profesionales. Si Julio quiere una revancha y el público quiere una revancha, entonces habrá revancha".

Estamos en Las Vegas, la capital mundial del juego. Hagan sus apuestas de que habrá una revancha.

¿Alguien quiere apostarle al round 13?

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