Roberto Abramowitz 11y

El manicomio a cargo de los locos

NEW YORK -- Quisiera ver lo que sucedería en la NFL si los equipos adoptaran el sistema organizativo de los Seattle Sounders de la MLS, donde cada cuatro años los abonados del equipo --más de 40 mil y creciendo, por cierto-- votan por retener o dar de baja al gerente general del equipo (http://www.soundersfcvote.com).

El gerente general, Arnie Hanauer ha ganado tres US Open Cups, llevado a los Sounders a la postemporada los cuatro años de existencia del equipo y varios éxitos más. Pero Seattle no ha ganado la MLS Cup, el premio mayor del fútbol acá. Veremos lo que pasa cuando todos los votos se hayan contado.

En la NFL solo hay una competencia y un título por conquistar, el Super Bowl. No hay nada más que valga o cuente. ¿Cuántos gerentes generales sobrevivirían la afición de su equipo? Si me baso en los comentarios de los aficionados de la NFL en las páginas de comentarios de ESPNdeportes.com o mi página oficial de Facebook creo que el 90 por ciento tendrían su CV al día y sus maletas empacadas.

FANATISMO DESMEDIDO
En New York la locura ha llegado a niveles estratosféricos. Quizás hay algo en el agua. Quizás es lo que sucede cuando uno llega al borde de la desesperación.

Los fanáticos (usado en todo sentido de la palabra, o sea, según el diccionario de la Real Academia: Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas) quieren a Tim Tebow como su mariscal de campo. Sí, Tim Tebow.

Tebow ayudó llevar a los Denver Broncos a la postemporada en el 2011 después de comenzar 1-4 bajo Kyle Orton (qué ahora algunos desmedidos fanáticos de los Dallas Cowboys quieren que reemplace a Tony Romo).

La palabra clave en el paárrafo anterior es "ayudó".

Sus seguidores juran que los llevó a la tierra prometida. La gente que vio los partidos sin estar deslumbrados por el efecto "Tebow" sabe que la defensiva fue mayormente responsable del éxito del equipo.

Tebow en el 2011 terminó en último lugar en porcentaje de pases completos entre mariscales titulares con el 48.6 por ciento de sus pases encontrando su blanco. Pero bajo él, los Broncos regresaron en el cuarto período para ganar en seis ocasiones y ganó ocho juegos en total. El problema es éste: su pobre desempeño en los primeros tres cuartos (40.1 por ciento pases completos, 5.6 yardas por pase intentado) pusieron al equipo contra la pared y pudieron regresar porque la defensiva mantuvo el partido suficientemente cerca para poder venir de atrás. Pero sus seguidores no quieren saber nada de eso. Sólo que ganó los partidos. Punto.

CATANDO TALENTO
John Elway, quien da las órdenes en Denver, sabe algo de la posición de mariscal de campo, siendo él uno de los mejores de todos los tiempos y ganador de dos Super Bowls al final de su ilustre carrera. Y él mas que nadie entendía que con Tebow no iba a ganar. Mientras tanto el 60 por ciento de los seguidores de los Jets lo quiere como su QB titular cuando reciban a los poderosos Houston Texans el próximo lunes en "Monday Night Football".

¿Pero por qué hacerle le caso a él?

Los locos están a cargo del manicomio.

Mark Sánchez sin duda ha dejado algo que desear como mariscal de los Jets, pero hay varios factores que afectan el desempeño de cada jugador en el campo en la NFL, especialmente al QB. Y aunque carga parte de la culpa, no es el principal responsable. Ni cerca de él. Pero es el más visible y se lleva las pedradas. Y está bien, es parte del 'glamour' de la posición, si triunfas eres el héroe. Si no, gritan por Tim Tebow.

Los problemas de los Jets vienen de arriba, de ser un equipo que no sabe que quiere ser. La línea ofensiva tiene la firmeza de masa cruda. No hay alas de calidad, el domingo extrañaron al lesionado Stephen Hill (¿quién?) y Santonio Holmes es una bomba de tiempo a punto de reventar que nunca debieron traer de regreso después de que se rindió en el campo en el último juego del 2011. Y él fue que soltó el balón al lesionarse que los 49ers devolvieron para el touchdown que puso el juego 24-0.

Escuché a Jerry Rice decir ayer que eso nunca se hace. Pero los Jets siguen creyendo en él. Sip, eso mágicamente lo arregla Tebow.

Los Jets el domingo totalizaron 145 yardas en total, la marca más baja en la época de Rex Ryan, y sólo 45 de ellos fueron por tierra.

Sánchez --sin duda-- fue parte del problema y no la solución. Tuvo cuatro errores de balón incluyendo un fumble crucial en la zona roja al final de la primera mitad y un pase interceptado en un pase pantalla. Sánchez lleva tres partidos en línea completando menos de 50 por ciento de sus pases y sin duda tiene que mejorar. Eso no significa que es hora de Tebow.

MANEJANDO EXPECTACIONES
Sánchez nunca va ser Peyton Manning, Drew Brees o Tom Brady. Y no lo tiene que ser. Los Jets lo tienen que rodear con armas para ser un QB efectivo, un fuerte juego terrestre, una línea que abra paso y proteja decentemente, y alas que corran rutas correctas y no suelten balones que les pegan en las manos. Cosas que no tiene ahora. Lo que sí tiene es una sombra que está a punto de tragárselo.

Es una presión bárbara lo que siente porque uno de los jugadores más populares de la liga es su primer reemplazo. Y la situación está color de hormiga porque el crescendo de la controversia está llegando a su ápice con la gente, y varios columnistas, clamando por el niño héroe que realmente no es.

Ryan, hasta ahora ha hecho lo correcto al no titubear declarando que Sánchez les da la mejor oportunidad de ganar y es su titular.

Todo mariscal ha tenido días que quisieran olvidar, pregúntenle a Romo, pero es cómo regresan de la adversidad que determina su carácter y calidad.

Eso está por verse con Sánchez. Aquí es donde tiene que demostrar lo que tiene y su calidad. Y si no triunfa, es hora de contemplar otra dirección.

Pero esa dirección no debe apuntar hacia Tebow.

Sin duda Tebow es una gran persona, inteligente, generoso, gran compañero, estupendo atleta, pero no es buen QB. Si tuviera una hija de su edad estaría encantado de que ella saliera con él, pero no lo quiero bajo centro de mi equipo de fútbol americano. Simplemente hay mejores opciones.

Y su presencia con los Jets ha aumentado el caos que ya normalmente impera en el equipo conocido como "Gang Green".

El dueño de los Jets, Woody Johnson, quería a Tebow en NY y ahora existe este revuelo donde el cielo se está cayendo sobre un equipo que está 2-2 y empatado en la cima de su división con New England y Buffalo.

Su papá habrá sido el presidente de la compañía médica Johnson y Johnson, pero eso no lo convierte a él en experto de cómo curar lo que aqueja a los Jets. Tebow no es el remedio.

¿Habrá un día que pongan el destino del dueño de un equipo a voto popular?

Me encantaría ver cual sería el futuro de Woody Johnson bajo esas circunstancias. Yo pienso que habría alguien calentando el brazo --o la cartera-- detrás de él.

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