Omar Fares 11y

El exilio, una medida frecuente

GUADALAJARA -- Los jugadores separados ha sido una constante en la era de Jorge Vergara. Sin embargo, esta es la primera ocasión que dos elementos del primer equipo son dados de baja por un técnico, porque en ocasiones anteriores la medida correspondía totalmente al propietario y presidente del Club Guadalajara.

Esta vez John van ´t Schip asumió la responsabilidad de darle las gracias a Michel Vázquez y a Julio Nava por considerar que debido a su pocos deseos de involucrarse a la nueva dinámica del equipo en la etapa de reestructuración del club rojiblanco bloqueaban el surgimiento de nuevas figuras.

Los primeros en probar la guillotina fueron Heriberto Ramón Morales y Omar Rodríguez, quienes fueron precisamente los primeros refuerzos en la naciente etapa de Vergara con Chivas en el Clausura 2003. Al considerar que no habían rendido, los envió al tapatío que entonces era su filial en la Primera División A. Al terminar el Apertura 2003 ya no continuaron con el equipo.

El siguiente fue Omar Bravo, quien luego de haber anotado dos goles en el Mundial de Alemania 2006, llamó la atención de los clubes españoles Recreativo Huelva y Racing de Santander, pero Vergara consideró que la oferta que hacían por el delantero era muy baja y la rechazó. Bravo respondió furioso y dijo que sí lo iba a esperar a que terminara su contrato en dos años para emigrar al futbol europeo. La reacción del polémico directivo fue aún más agresiva: lo mandó también al Tapatío hasta que ofreciera una disculpa pública. Durante una semana Omar se rehusó a retractarse de sus declaraciones ya que él consideraba que no había ofendido a nadie al expresar su sentir, hasta que finalmente cedió y manifestó que se había equivocado por lo cual se reintegró al primer equipo.

Otro en la lista negra es Carlos Ochoa, quien llegó como refuerzo para el Clausura 2009. En aquella temporada, Vergara cambió de técnico en tres ocasiones, primero destituyó a Efraín Flores, dejó tres partidos a Omar Arellano y entró en su lugar Francisco Ramírez. En ese entonces, Vergara culpó a Ochoa de ser una mala influencia para los jóvenes de Chivas ya que los incitaba divertirse en horarios nocturnos en centros de esparcimiento, y al día siguiente no rendían en los entrenamientos. Ochoa también fue exiliado en el Tapatío. Al concluir el torneo ya no siguió en el Rebaño.

Uno de los casos más recordados es el de Ramón Morales. Él en realidad no fue separado, pero cuando concluyó el Apertura 2009 ya no entraba en los planes para la siguiente torneo pese a que le quedaban seis meses más de contrato, por lo cual el zurdo quería seguir. Mientras se negociaba, Vergara determinó que Morales no entrenara más con el primer equipo. El final de la historia fue que Ramón salió de Chivas y se quedó un torneo sin jugar hasta que Estudiantes Tecos lo contrató en el Apertura 2010.

El hecho más reciente en el que alguien fue dado de baja no se trató de un jugador, sino del jefe de seguridad, Saúl de Luna, a quien se acusó de comprarle cervezas a los jugadores al terminar el partido ante Gallos Blancos de Querétaro.

Por el momento, se desconoce si John Van ´t Schip piensa aplicar la misma medida con otros jugadores o simplemente fue una manera de sacudir a un equipo que parece no reaccionar ante la mala racha que lo tiene ubicado en la posición15 de la tabla general.

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