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Giangreco Campiz, joven promesa

Giangreco Campiz jugó hace dos semanas la Fed Cup Jr. ITF

BUENOS AIRES -- "Voy a ser la número uno del mundo. No es un sueño, es una meta que la tengo bien marcada". Tanta seguridad y convicción de palabras en una chica 16 años no deja de sorprender. Va más allá de las ilusiones, sin dudas. Lo cree. La dueña de semejante afirmación es la paraguaya Camila Giangreco Campiz, quien en septiembre sacó sus primeros puntos de la WTA en dos Challengers en Buenos Aires.

Pero a estos pensamientos no se llegan de la noche a la mañana. Y como toda historia, ésta también tiene un comienzo. El amor y la dedicación de esta joven hacia la raqueta y la pelotita amarilla se remontan a una década atrás, cuando a los 6 años su padre, Mario, vio cómo su hija rechazaba sus ganas de que jugara al básquet. Cada uno tenía un por qué. Ella declinó a raíz de que en las prácticas había mucho roce y contactos físicos; él se ilusionaba con que siguiera sus pasos cerca de la zona pintada, el aro y el tablero y, por qué no, llegar a la selección de Paraguay tal como él hizo. Finalmente terminó pesando más la decisión de la por entonces niña, quien, por su hiperactividad, buscó y buscó un deporte hasta que llegó al tenis. "Y me gustó", resalta entre risas.

Si bien fue en otro deporte, Camila, cabe destacar, continuó el "mandato" familiar de representar al país. Ella es parte de una camada de jóvenes paraguayas que intentan hacer un poco de ruido en el circuito, o al menos en la Región. Abanderadas por Verónica Cepede Royg, con quien coincide en la Academia Las Tacuaras día a día, fue parte del equipo (aunque no jugó) de Fed Cup en enero de 2012 en la lucha por el Grupo I de la Zona Americana. Ese team, que mantuvo la categoría de manera holgada, lo completaron Isabella Robbiani y Montserrat González, todas sub-20.

"En Paraguay están surgiendo buenos talentos femeninos. Hay chicas de muy buen nivel tanto en profesionales como en junior", explica Giangreco Campiz a ESPNTenis.com y agrega que "contamos con el apoyo de la Asociación Paraguaya de tenis (APT), el Comité Olímpico Paraguayo y la Secretaria Nacional de Deportes". Además, la N° 1 de Sudamérica en 14 años (2010) y 16 años (2011) cuenta con dos auspiciantes clave para trabajar tranquila de cara a sus metas. Tiene contrato en indumentaria con una firma de su país que cuenta con el respaldo de una mega cadena internacional y, claro, con raquetas de elite.

La juventud, al parecer, viene dando que hablar en el tenis femenino paraguayo, quien no cuenta con una top-100 desde Rossana Neffa de los Ríos, quien fue 51ª en el ranking de la WTA en 2001 y terminó poniéndole fin a su carrera en 2010. Justamente Ana Paula, de 15 años e hija de la extenista, también es parte de este interesante grupo en la tierra de Víctor Pecci, ex N° 9 de la ATP en 1980. Junto a Giangreco, Sara Giménez y Gabriela Pereira defendieron los colores de Paraguay en la Fed Cup para Juniors, hace dos semanas, en Barcelona con buenos resultados.

- ¿Cómo se vivieron esos días en España?
- Fue una buena experiencia, ya que jugué con las mejores de mi categoría. El balance, además, fue muy positivo porque estuvimos ahí de quedar entre las cuatro mejores del mundo (NdR: no jugaron semifinales por haber perdido la serie ante Australia -empataron en puntos- en la fase de grupos; finalizaron octavas). En lo personal me fue muy bien, creo que estoy a la par del resto de las chicas. Me falta un poco más de competencia y adquirir más experiencia.

El rodaje del que dice necesitar Giangreco, cabe destacar, intentará ser en parte aplacado del 22 de octubre al 11 de noviembre, cuando en Paraguay se lleven a cabo tres Women's Circuit (el primero en Luque y los siguientes dos en Asunción). "Volví de Barcelona y me puse a entrenar a full para estos torneos. Son una buena oportunidad", resalta la pupila de Alfredo de Brix, también capitán del equipo de Fed Cup, y quien se autodefine como una tenista con "un juego de ataque y con potencia. ¿Un reflejo en el Circuito? No tengo uno específico, pero me gusta el juego agresivo de Serena Williams".

- ¿Quedaste conforme con tu año?
- Esta temporada fue altamente positiva. Pude clasificar para la gira de Europa de 18 años, logramos la clasificación en el Sudamericano para la Fed Cup Jr, pude ser integrante del equipo mayor de Fed Cup de Paraguay y logré ingresar al ranking profesional. Pero no me quedo en eso, obviamente, y ya tengo las metas trazadas para 2013. Voy a tratar de disputar los Grand Slam Jr., seguir sumando puntos en los Future Women's Circuit, competir en los Juegos Sudamericanos de la Amistad y volver a estar en el equipo de Fed Cup.

Pero no todo es tenis para Camila, obviamente. A sus 16 años tiene -y necesita- un cable a tierra. En este caso, es la música. ¿Es dúctil con algún instrumento? No, tiene devoción por una de las bandas juveniles del momento: One Direction. Y está bien, algo común en la adolescencia, ¿no? Pero su fanatismo va más allá, a tal punto de que durante su estadía en la Argentina, en las mismas semanas que ganó sus primeros puntos de la WTA en Tigre, concurrió a una reunión de seguidoras del grupo teen en el Obelisco. Sí, en el mítico monumento de 9 de Julio y Corrientes. Ideal para llevarse una foto como postal. Todo eso la hace bromear, sacar pecho y autoproclamarse como la "Fan N° 1" de la banda británico-irlandesa.

Pero el número uno que a ella obsesiona es el tenístico. "Voy a ser la número uno del mundo. No es un sueño, es una meta que la tengo bien marcada", no duda en resaltar esta hincha de Olimpia (ahí jugó su padre al básquet) y simpatizante de River de Argentina, Real Madrid de España y Juventus de Italia. Raro eso de hinchar por equipos que no son de tu país, pero en esta época de la mediatización, de gran oferta de deporte por televisión y con el crecimiento de las redes sociales todo puede ser. Y esto, por supuesto, también está permitido. Entre fanatismos y metas, esta joven de 16 años se traza objetivos a lo grande. Una meta alta, pero quién se la puede negar. Y esto, por supuesto, también está permitido.