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Los Bravos de Margarita están felices

Iván Arteaga siguió muy de cerca a los Bravos de Margarita hace un año.

El ex lanzador trabajó como comentarista en el canal Meridiano TV y fue testigo de la debacle que sacó de carrera antes de lo previsto al cuadro insular.

"El equipo comenzó muy mal en las primeras dos semanas y nunca se recuperó", recordó Arteaga. "Era el favorito de todos, con un manager de grandes ligas, como Don Baylor. No supo reaccionar a esa condición".

Baylor llegó tarde a la isla, por los compromisos de los Diamantes de Arizona en los playoffs de las grandes ligas.

Sin él, la divisa perdió el rumbo. Y a su llegada, no pudo imponer la autoridad que irradiaba por ser un ídolo en Venezuela, antiguo integrante del Poder Negro de los Navegantes del Magallanes, en los años 70, y mentor de Andrés Galarraga, en los años 90.

El estratega terminó despedido y sus Bravos en el sótano.

"Margarita ahora es la cenicienta", proclama Arteaga.

Han cambiado algunas cosas desde octubre de 2011. La cenicienta, por lo visto, ha podido colarse al palacio real, el reloj no ha dejado oír las 12 campanadas y todos se asoman para ver bailar a la inesperada protagonista de la película.

Margarita comenzó de un modo totalmente distinto esta temporada del beisbol profesional venezolano.

Los neoespartanos derrotaron este viernes a los Caribes de Anzoátegui, para llegar a cinco victorias al hilo. Amanecieron el fin de semana como única novena invicta en el torneo suramericano y ven a sus adversarios por arriba del hombro, desde lo más alto de la tabla de posiciones.

"Los momentos duros vendrán, siempre lo hacen", advirtió Arteaga, que ya no es comentarista de TV, pero todavía sigue muy de cerca a los orientales.

Mucho más que antes, de hecho, pues ahora es su gerente deportivo.

Los Bravos cerraron con preocupación el pasado torneo. La asistencia decreció en el estadio Nueva Esparta, la novena no estuvo en la postemporada y hubo pérdidas en las arcas.

Las respuestas fueron rápidas: contrataron a Arteaga, para trabajar junto con el veterano gerente general Rubén Mijares; firmaron a más de una treintena de prospectos en los meses que siguieron a la eliminación y diseñaron un nuevo plan para la divisa.

"En Margarita no puedes ganar pensando en dar jonrones", admitió el novel ejecutivo. "Es un parque donde es muy difícil sacarla. Nada haces con un jonronero que se ponche 10 veces por cada cuadrangular. Este conjunto, por ese motivo, está diseñado a partir del pitcheo, la velocidad y bateadores que se embasen".

Max Ramírez es una de las excepciones. El slugger ya una vez encabezó la liga en bambinazos. Pero en la alineación de los margariteños predominan los toleteros como el súper prospecto Aaron Hicks, a quien Arteaga se trajo gracias a sus estrechos lazos con los Mellizos de Minnesota; y los infielders César Hernández, Wilmer Flores y Edgar Durán son protagonistas desde el vamos.

Los Bravos, igual que el año pasado, por estas fechas sólo han visto a su manager en las pantallas de televisión. Como entonces Baylor, hoy es el curazoleño Hensley Meulens, coach de los Gigantes de San Francisco, quien está retenido en Estados Unidos, mientras no se define la situación de su organización en los playoffs de las grandes ligas.

Meulens viajará a Venezuela cuando quede libre de compromisos en el norte. Por lo pronto, su rol está limitado a comunicarse telefónicamente con el piloto encargado, Julio Viñas.

Viñas, quien será el coach de banca cuando todo se normalice, tiene historia en esta liga. Durante dos campeonatos dirigió a los Tiburones de La Guaira, a los que derrotó cuatro veces en sus primeros seis días como piloto interino.

"No veo eso como revancha, tengo mucho respeto por esa organización", terció el instructor cubano, que prefiere hablar de otras cosas: "Es importante ganar estos juegos al comienzo de la temporada. Desde los entrenamientos, hablamos con los muchachos sobre la importancia que esto tiene. Y están cumpliendo".

El martes pasado, fecha de la inauguración de la campaña en territorio insular, hubo 3.900 personas en las tribunas, pagando entradas. No parece mucho, pero es alrededor del doble de lo que promedió la escuadra en la justa anterior.

Parece que Margarita tiene motivos para celebrar.

"Este equipo va a dar la pelea", advirtió Henry Blanco, el catcher de 41 años que, con el retiro de Omar Vizquel, ha quedado como el grandeliga venezolano de más edad. "Aquí hay varios jóvenes que me han sorprendido. No son muy conocidos, pero créanme, son muy buenos".

Arteaga incluyó sesiones de sicología deportiva durante los entrenamientos de pretemporada, "para que los peloteros con menos experiencia puedan manejar mejor la ansiedad" que genera la alta competencia.

Hasta ahora la han manejado bien. Esos reclutas, capaces de impresionar a todo un veterano de guerra como Blanco, son la primera buena noticia de la pelota profesional venezolana.