<
>

Un minuto que cambia todo

Dimitrov, el principal protagonista de una curiosa historia de tiempos, combinaciones y fortunas Getty Images

PARÍS -- La lista de participantes en los torneos de ATP y Grand Slam se cierra seis semanas antes del comienzo de los mismos. Los jugadores utilizarán su clave de acceso para anotarse en un sitio de intranet, aunque pasada esa fecha de cierre pueden borrarse. Entonces, sus colegas, anotados en lista de espera, tomarán su lugar según el orden del ranking. Hasta la confección del cuadro principal, dos o tres días antes del comienzo de la acción, puede haber cambios en la lista de participantes. Es muy extraño que no los haya.

Hay decisiones de último momento, en el límite del tiempo reglamentario, que influyen sobre los planes de otros. El último gran ejemplo es el Masters 1000 de París. Un jugador estuvo a punto de comenzar sus vacaciones, pero accedió a jugar un último torneo. El otro quería jugar un último ATP, pero un resultado lo dejó afuera. La suerte también juega un papel en las posibilidades de sumar puntos y euros.

Grigor Dimitrov y Paul-Henri Mathieu son los jugadores-nexo. Ellos determinaron, tras su enfrentamiento en los cuartos del Swiss Indoor de Basilea, el futuro inmediato de otros dos colegas que "vibraban" con el partido como si fueran fanáticos del fútbol con la radio pegada a la oreja. El argentino Carlos Berlocq, de visita en la casa de familiares en Palma de Mallorca, necesitaba que ganara Mathieu. El ucraniano Sergiy Stakhovsky, transitoriamente en Zurich, hinchaba por Dimitrov.

Ese día, la acción en Basilea venía algo retrasada. Juan Martín del Potro trabajó para vencer a Kevin Anderson y el partido de Dimitrov y Mathieu comenzó más tarde de lo programado (no antes de las 18). La victoria no sólo le daba al búlgaro la clasificación a semifinales, sino también la entrada directa a Paris-Bercy. Según el reglamento, quien se inscribe en la clasificación en un Masters 1000 y no puede jugarlo por estar disputando la semifinal de un torneo 500 (no un 250), tiene como premio el ingreso directo al cuadro principal de ese Masters 1000, en calidad de "special exempt".

Por el contrario, la derrota para Dimitrov significaba no sólo perder la chance de enfrentar a Roger Federer en la semi de Basilea, sino también quedar libre la semana siguiente, porque el horario tope para confirmar la participación en la clasificación (lo que se conoce como "la firma") era ese mismo viernes a las 21. Se hacía tarde y si su partido pasaba ese horario y terminaba en derrota, no podía participar el sábado en la qualy de París.

Stakhovsky alentaba a Dimitrov porque, con una victoria del búlgaro, el ucraniano ocupaba su lugar en la qualy. Berlocq hinchaba por Mathieu porque, si Dimitrov no llegaba al cuadro principal como special exempt, el lugar en el main draw sería del argentino. Por su parte, Grigor comenzó a jugar su partido sin conocer el horario tope de la firma de la clasificación.

Su entrenador, Jean-Francois Bachelot, sí estaba al tanto, pero prefirió no decírselo. "Creo que él no conocía la regla. Elegí no ponerlo más nervioso", le comentó el coach francés a ESPNtenis.com. El primer set fue largo y se definió a favor de Mathieu en tie-break. "Ahí ya estaba nervioso yo. Pensaba 'que lo pierda' o 'que lo gane' pero que sea todo rápido. Igualmente siempre le transmitía aliento".

Cuando parecía caído, Dimitrov levantó un quiebre de desventaja en el segundo set y forzó un nuevo tie-break. "Ahí ya estaba seguro que, si perdía, no llegábamos a la qualy de París. Las ganas de que forzara un tercer set y se llevara el partido eran todavía mayores; yo estaba doblemente nervioso", recuerda Bachelot.

Dimitrov finalmente perdió por doble 7-6 ante Mathieu. El reloj marcaba las 20.59. El entrenador ya se resignaba, las vacaciones habían comenzado. Por suerte para el búlgaro, ingresó a la cancha un oficial de la ATP y, después de que le explicaran la situación a Grigor en cuestión de segundos, este afirmó que sí, que quería jugar la clasificación de París al no poder ingresar al cuadro principal como SE (special exempt). El encargado de la ATP llamó a su colega en París y Dimitrov pudo tener la posibilidad. Apenas un minuto más, un tie-break más extenso, habría dejado al búlgaro afuera de toda posibilidad.

"¡¡Vamosssss Mathieu!!! Estoy adentro de Paris Bercy, q lindo! A disfrutar la ultima semana del año", escribió Berlocq en Twitter. El argentino armó las valijas con su familia, viajó a París para jugar el torneo por primera vez en su carrera y ganó un partido ante el uzbeco Denis Istomin, lo que le significó puntos y 16.460 euros. "Durante ese día estuve viendo opciones de vuelo desde Palma a Paris, y por otro lado hablando con mi agencia de viajes de Argentina para ir trabajando mi vuelta a casa si no entraba. La vida del tenista es muy cambiante todo el tiempo y muchas veces hay sorpresas", reflexionó Charly en diálogo con ESPNtenis.com.

La suerte lo siguió acompañando, ya que un día después de ser eliminado por Stanislas Wawrinka, cuando pensaba que el tiempo libre había comenzado, ingresó como "suplente", con Istomin, al cuadro de dobles, por la baja de Fernando Verdasco. El uzbeco llegó al club sobre la hora, firmaron su participación y pudieron presentarse. Al caer en primera rueda, Berlocq se llevó otros 2.450 euros.

Stakhovsky fue el derrotado en esta historia: imposibilitado de entrar al cuadro de la qualy, tenía reservada una invitación en la clasificación del Challenger de Ginebra (para lo cual también dejó fuera a otro colega). No tuvo problemas en ganar sus tres partidos ante rivales de menor calidad pero, en primera del principal, cayó ante el defensor del título, el tunecino Malek Jaziri.

Dimitrov terminó jugando siete partidos en nueve días: el sábado derrotó al belga Steve Darcis, el domingo al local Jonathan Dasnieres De Veigy, y accedió al cuadro principal de Bercy. Tuvo libre el lunes y el martes venció al austríaco Jurgen Melzer, para asegurarse por primera vez un lugar en los top 50. Este miércoles, cayó ante Juan Mónaco.

"Siempre tenemos que estar con el teléfono encendido. A veces nos llaman en los peores momentos", cuenta un agente de viajes argentino que trabaja con tenistas. Las reservas y cancelaciones pueden surgir en cualquier momento, y como se puede observar, no sólo dependen de una persona.