MÉXICO -- Existe una frase muy conocida y que no podría reflejar mejor el título conseguido por Dorados de Sinaloa: "Honor a quien honor merece". Nunca como hoy le queda a un equipo de futbol de liga de ascenso dicha frase. Si bien es cierto que el torneo de Copa quedó lejos de ser el evento que se pretendía en un principio, sí también debemos aceptar que los equipos de primeera división desecharon el torneo como un campeonato digno. También es un hecho que no es problema de Dorados y hoy son los campeones del torneo con todos los méritos suficientes.
Este equipo tuvo que enfrentar diferentes circunstancias que en el papel deberían haber menguado su desempeño futbolístico. El más fuerte de ellos fue la bronca tremenda en el estadio 3 de Marzo contra los Tecos en aquella noche en que el futol desapareció y renacieron los fantasmas de aquellas batallas campales de otras épocas. Cierto es que sin saber o sin entrar en detalles de quien fue el responsable, a este equipo del norte se le juzgó y acusó de todo lo habido y por haber. No olvidemos también que tuvo que enfrentar en semifinales a Necaxa como visitante y lograron la hombrada de acceder a la final con todas las circunstancias en contra. Tampoco olvidemos que en cuartos de final enfrentó a San Luis, a quien derrotó con justicia y categoría.
Hay que recordar que en ese torneo donde se combinan equipos de primera division y liga de ascenso los viajes, las distancias, y los diversos escenarios lo convirtieron en algo realmente sui géneris y, por consiguiente, tiene mayor mérito para los dirigidos por Paco Ramírez.
Este miércoles, y otra vez como visitantes, derrotaron --y de qué manera-- a los Correcaminos de Ciudad Victoria, quienes jugaron 55 minutos con un hombre de más. Los dirigidos por el Chelís terminaron cayendo en penales en una final que terminó siendo mucho más remocionante de lo que cualquiera hubiera imaginado.
El partido lo empezó ganando Dorados, después de una gran jugada individual del mismísimo Cheché Hernández Jr., hijo de aquel gran lateral del América y con una gran definicion de Lorenzo Ramírez se pusieron arriba en el marcador. El empate llegó antes de terminar el primer tiempo, después de una dudosa mano de Osuna, que les terminó costando la tarjeta roja, acdemás del penal marcado y muy bien ejecutado por Fito Espinoza.
Así las cosas, el tiempo terminaba con un marcador de 1-1 y Dorados con un hombre menos, y la disyuntuva de Paco Ramírez de cómo plantear el partido con tales circunstancias en contra.
La situación pintaba más que complicada para el nacido en Etchohuaquila, Sonora, quien puede sentirse satisfecho de haber hecho tácticamente lo correcto.
Esperar al rival para que dejara espacios atrás y tratar de aproecharlos con un contragolpe, Dorados a su vez buscaba ser sólidos en su línea defensiva que junto a su arquero Fraustro terminaron siendo héroes del encuentro.
Y hablando del portero, cabe resaltar que pocas veces en un partido, y más en una final, un jugador puede terminar siendo tan decisivo como lo fue Fraustro.
Fue pieza clave durante todo el partido, metió el gol del empate al minuto 90 y terminó haciendo el quinto y definitivo penal que a la postre dió el título a Dorados de Sinaloa. ¿Así o más héroe?
En fin, amigos lectores de espn.com, que el equipo de Paco Ramírez termina siendo un justo campeón sin duda alguna, este cuadro mostró solvencia, unidad y sobre todo personalidad ante la adversidad. Así las cosas y sin temor a equivocarme, la frase "honor a quien honor merece" les queda a todos y cada uno de los que forman parte de este plantel como anillo al dedo.
¡¡¡Hasta la próxima!!!