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Özil evita otro desastre

Getty Images

MADRID -- Cualquier madridista no hubiese firmado un empate en el Santiago Bernabéu antes de empezar el partido contra el Borussia Dortmund. Sin embargo, al final el público se fue contento con ese resultado porque hasta el minuto 89 iba perdiendo. En ese momento, llegó una falta que Özil embocó tras un grave error de Weidenfeller y que permitió al Real rescatar un punto que se dio por bueno por cómo transcurrió el choque, y porque Manchester City y Ajax también empataron.

Antes del gol de Özil, el Madrid buscó el empate con ahínco en la segunda parte. Estuvo corajudo en ese período el equipo de Mourinho, coincidiendo con las variantes introducidas en el descanso de dar entrada a Essien y Callejón (el mejor) por Modric e Higuaín. Acertó el portugués en los cambios y corrigió los errores de su alineación inicial donde se vio a un Real descompuesto y sin equilibrio entre la defensa y el ataque. La salida de Higuaín fue obligada por lesión muscular y Modric porque en ataque no tenía apenas presencia y aún menos en defensa.

Mourinho ha probado varias veces con Xabi Alonso-Modric pero de momento la dupla no funciona por mucho que sea de toque y esté diseñada para generar fútbol. Ocurre que Modric no está cómodo en la posición de mediocentro. Él es un jugador que le gusta estar cerca del área rival, dar el último pase. Esa función la hace Özil y es lo que impide al croata jugar más adelantado y emplearse en defensa, aunque en estas labores apenas tiene sacrificio. Essien, sí. La entrada del africano liberó a Alonso de tener que trabajar tanto en defensa y fue su momento de imprimir más ritmo al fútbol madridista.

De mediocampo para adelante, Mourinho tiene variantes. Ahora con la baja de Benzema e Higuaín por lesión lo normal es que salga Cristiano en punto y juegue con Callejón o Kakà en la banda. Donde no hay solución es atrás. Aquí el Real Madrid sufre en exceso si enfrente tiene delanteros poderosos de verdad tipo Lewandowski (excelente el polaco). Pepe, sin Sergio Ramos a su lado, es otro distinto, y el español ya no está cómodo en esa posición. Su sitio bueno es en el centro de la defensa. El lateral izquierdo es, si cabe, lo peor. La presencia de Marcelo se echa mucho de menos, porque en ataque es un jugador desequilibrante.

Ahora al Real Madrid le toca viajar hasta Manchester para jugar contra el City. Una victoria madridista le mete en la siguiente ronda y elimina a los ingleses que están siendo hasta el momento la decepción de esta UEFA Champions League.

Lo contrario al Manchester City pasa con el Málaga, que son ya equipo de octavos de final tras empatar 1-1 en casa del AC Milan. A los de Pellegrini les han sobrado dos fechas para clasificarse en un grupo donde iba como convidado de piedra. España ya ha metido a su primer octavofinalista. La afición malaguista está de fiesta. Toca disfrutarlo.