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Goles para respirar

ROMA -- Fue una buena fecha para los italianos en Europa, con muchos goles para que casi todos sumaran y arreglaran así sus posiciones en sus respectivas clasificaciones.

Milan y Udinese fueron los únicos dos que no ganaron, pero cuanto menos a los rossoneri el empate en San Siro ante Málaga les alcanzó para aguantar la segunda posición en el Grupo C de la UEFA Champions League, mientras que el equipo de Guidolín, al caer en casa contra Young Boys, terminó por resbalar en última posición de la Zona A de la menor competición continental para clubes.

Por el resto, todos golearon: Nápoli, Inter y Lazio vencieron respectivamente por 4 a 2 ante Dnipro, 3 a 1 de visita a Partizan Belgrade y 3 a 0 de local contra Panathinaikos, claramente todos ellos en Europa League. Así, los tres dieron una buena vuelta de rosca a la competición, con los nerazzurri y los capitalinos primeros (los milaneses ya pasaron el turno matemáticamente) y el Burro segundo.

El único que ganó pero no está bien en clave clasificación es Juventus, que le pasó por arriba al débil Nordsjaelland, goleando en Turín por 4 a 0, pero en este momento se ubica tercero en el Grupo E y ahora está prácticamente obligado a sumar cuatro puntos en dos partidos (anotando muchos goles), ante rivales que podrán conformarse con un empate.

CHAMPIONS LEAGUE
La jornada europea para los italianos se abrió con el desafío entre Milan y Málaga. No fue un partido fácil para los rossoneri y, fundamentalmente, fue un espectáculo bastante aburrido, porque no se vivieron muchas emociones.

Allegri paró a su equipo con ese 4-2-3-1 que parece estar levantándolo, pero en lugar de Ambrosini y Pazzini jugó con De Jong en el medio junto a Montolivo y Pato de "nueve". Dos cambios que no modificaron casi nada y que, claramente, no justifican por sí solos la merma de los rossoneri respecto al match contra Chievo, lo que confirma la impresión que habíamos tenido todos, es decir que la goleada en campeonato fue más demérito de los azul y oro que un logro del Diávolo.

De todas maneras, los milaneses jugaron con atención y equilibrio y no les concedieron mucho a los españoles, que por su parte hicieron el gasto para buscar puntos que le garantizar la clasificación a octavos anticipada. Además, en la primera media hora, cuando el local logró jugar con buen ritmo, las chances de gol más claras fueron milanistas, tanto que el mejor de Málaga en ese periodo del juego fue el arquero Willy.

Pero el intento ofensivo de Milan le complicó la labor a la defensa, que en efecto al minuto 40 se dejó encontrar totalmente mal parada y concedió el 1 a 0, firmado por Eliseu. Milan no se rindió y supo aprovechar de la actitud algo presumida del equipo de Pellegrini, para empujar nuevamente en el complemento y crear así algunos peligros más.

Los rossoneri emepzaron a jugar con el corazón y compensaron así la falta de ideas y de una identidad clara de juego. Las ganas fueron tantas y la posesión de Málaga fue tan estéril que el Diávolo primero empató con un cabezazo de Pato, quien saltó de manera imperiosa y transformó en gol el buen centro de Constant.

Luego, los locales cosecharon unas cuantas ocasiones de gol, pero la fuerza de voluntad no le alcanzó para superar del todo a un equipo bien organizado y así tuvieron que conformarse con un punto que, por lo menos, garantiza el segundo puesto.

El otro match de Champions, como dicho, fue el de Juventus. Los bianconeri, paradójicamente justo tras la primer derrota en campeonato después de 49 partidos invictos, lograron finalmente mostrar su verdadera cara también en Europa: así, golearon 4 a 0 a su rival danés en un desafío que simplemente nunca tuvo historia.

La Vieja Señora fue más en cada zona de la cancha, impuso su ritmo de juego y marcó diferencia con los cortes al área de los volantes, tanto que fueron de Marchisio y de Vidal los primeros dos goles, en apenas 23 minutos.

El problema del conjunto de Conte fue que Chelsea, gracias a su proverbial suerte, le ganó a Shakhtar en el último de los cuatro minutos de descuento, de manera que ahora esos dos cuadros están un punto arriba.

Esto significa, como decíamos antes, que en los próximos dos partidos deberá enfrentarse a dos equipos que pueden conformarse con un empate, pero con la obligación de sumar cuatro puntos, anotando muchos goles, para poder pasar el turno.

DELANTEROS DE ORO
Tres partidos de cuatro en Europa League fueron todos una cuestión de delanteros: Palacio y Kozák con un doblete cada uno y Cavani, con la belleza de 4 goles anotados, determinaron la diferencia entre sus equipos y los respectivos adversarios.

Lo de Nápoli por momento fue bastante deprimente: lo que menos se entiende es para que sirva "sacrificar" a los titulares, haciéndolos jugar desde le primer minuto, para luego ponerlo nuevamente a Rosati, portero que fue el principal (sino el único) culpable de las dos caídas de los celestes en esta competición.

En efecto, tras el gran gol del 1 a 0 de Cavani, el portero otra vez más fue protagonista en negativo, regalando en esta ocasión dos goles, que le permitieron a un limitado pero astuto Dnipro llevarse en ventaja por 2 a 1.

En ese momento el conjunto de Mazzarri se apagó y mostró todos sus límites, la mayor parte de carácter. Pero nuevamente salió el Matador para salvar al Burro y con tres goles maravillosos, uno más bello que el otro, firmó su póquer personal y le dio tres puntos fundamentales a su equipo.

Inter y Lazio también ganaron gracias a su delanteros: contra un Panathinaikos mediocre, a los albicelestes le alcanzó con un Kozák en formato gigante, quien le dio sentido al juego equilibrado y dinámico de un Águila llena de suplentes con su enorme olfacto de gol y su increíble capacidad de realización.

Fue un resultado importante para los capitalinos, que lograron reaccionar tras la goleada sufrida contra Catania, justo en el momento en el que más lo necesitaban, es decir a pocos días del clásico ciudadano.

Los nerazzurri ganaron gracias a los goles de Palacio, más uno de Guarín sobre el final, pero en el match fue determinante también Handanovic, quien cumplió una serie de tajadas impresionantes para mantener el resultado y ahogar así en la desesperación las escasas esperanzas de Partizan, matemáticamente eliminado por esta derrota.

Más que del partido, que no fue particularmente difícil para Inter, vale la pena hablar del momento general del equipo de Stramaccioni, que en el mismo día que alcanzó los diez triunfos consecutivos logró sumar también diez conquistas visitantes al hilo, un récord histórico (superado el Inter de Mancini que se había parado a nueve).

Además, con 10 puntos en la tabla ya está clasificado y podrá usar la Europa League para probar nuevas soluciones y examinar jugadores, concentrándose más en el campeonato, por lo menos hasta febrero.

Desde un cierto punto de vista, también lo de Udinese fue una cuestión de delantero, pero en negativo, puesto que Di Natale desilusionó un poco, fallando también un penal, y fue uno de los principales culpables de la caída albinegra.

Sin embargo, en esta ocasión la responsabilidad mayor fue de Guidolín, quien cambió a su equipo con el resultado 1 a 1, a pesar de que sus muchachos estaban jugando mejor que su rival. En particular, el técnico lo puso a un delantero por un volante y eso le hizo perder a su equipo el equilibrio y el dominio de la media cancha.

Un error atípico para un entrenador experto como él, que obliga así al conjunto friulano a dos hazañas contra Anzhi y Liverpool para poder pasar el turno y clasificar para los dieciseisavos.