FOXBOROUGH -- El pensamiento que prevalecía después de la victoria de los New England Patriots, 37-31, sobre los Buffalo Bills es que la ofensiva salvó a la defensiva, superando a los Bills lo suficiente para cubrir los huecos del otro lado del balón.
Sólo que no le digan eso al mariscal de campo, Tom Brady, o al receptor abierto, Deion Branch, quienes afirmaron al término del partido que fue la defensiva la que rescató a la ofensiva.
"La defensiva realmente salvó el día", declaró Brady. "Sin duda tuvimos más oportunidades para anotar más puntos y no lo hicimos. La defensiva hizo un par de jugadas grandes al final".
"Gracias a nuestra defensiva", señaló Branch. "Hicieron un gran trabajo salvándonos".
La ofensiva de los Patriots le dio a su defensiva un buen espacio para trabajar en el partido, alcanzando una ventaja 17-3 en el segundo cuarto. Además, la ofensiva no perdió el balón, haciendo más sencilla la tarde para la defensiva, y anotó cuatro touchdowns en cinco viajes dentro de la zona roja.
Sin embargo, Branch apunta a la última marcha ofensiva de los Patriots, en la que avanzaron hasta la yarda dos de los Bills antes de ser empujados hacia atrás y eventualmente patear un gol de campo de 27 yardas. La diferencia era crítica: un touchdown lo habría vuelto un partido de dos anotaciones, en cambio los Bills tuvieron la oportunidad de llevarse la victoria con un touchdown al final del partido.
"Pusimos mucha presión sobre nuestra defensiva al no salir y liquidar el partido. Hubo un par de ocasiones en que pudimos habernos alejado y no lo hicimos", sentenció.
Su compañero receptor, Wes Welker, dejó caer dos pases en el partido, uno de ellos dijo se debió al resplandor del sol.
"Dejamos muchas jugadas ahí afuera que tenemos que hacer. Creo que eso comienza conmigo", declaró Welker, refiriéndose a sus pases dejados caer. "Llegamos hasta la yarda uno, después fuimos detenidos y luego fuimos castigados.
"Lo hicimos una situación mucho más difícil de lo que tenía que ser".