GUADALAJARA -- La mañana de este viernes, el campamento de Chivas estuvo rodeado de comentarios acerca de dos temas, ambos protagonizados por el presidente y propietario de la institución rojiblanca, Jorge Vergara.
La imagen gráfica del empresario en la que está encarando con el rostro alterado a un aficionado que lo insultó al finalizar el partido ante el Toluca, reclamándole no sólo la derrota de anoche, sino una campaña muy irregular, ha recorrido los medios impresos, electrónicos y redes sociales.
Y el segundo punto es el del supuesto estallido de cólera que también tuvo Vergara Madrigal en el vestidor del estadio Omnilife con sus jugadores a los que habría recriminado de manera agresiva la derrota sufrida ante los Diablos Rojos, y al percatarse de que el tono de sus palabras estaba muy elevado, intervino el técnico John van´t Schip para defender a su gente.
Pero ha sido el propio timonel holandés el que ha desmentido tal incidente. En un tono de broma, comentó que posiblemente hubo golpes con Jorge el Chatón Enríquez, quien salió con el ojo derecho inflamado por un golpe que sufrió durante el transcurso del encuentro ante el Toluca.
APUESTA POR FAIR PLAY
De una manera muy espontánea, Van´t Schip se acercó a platicar con los reporteros presentes en la práctica de esta mañana en el club Verde Valle.
Mientras su equipo entrenaba en la cancha Fausto Prieto, el timonel habló sin micrófonos y grabadoras de por medio, sobre el fair play (juego limpio) el cual él considera que rompieron los jugadores del Toluca al fingir excesivamente falta con la intención de hacer tiempo de manera deliberada. Comentó que si un jugador en verdad está lesionado es muy deportivo enviar el balón hacia fuera, pero siente que los Diablos Rojos abusaron de un recurso típico para interrumpir el ritmo del rival.
También enfatizó que en el partido de vuelta ante el Toluca el próximo domingo en el estadio Nemesio Diez, Chivas no apostará a este tipo de recursos en caso de verse beneficiado en el marcador.
DE LA TENSIÓN A LA RELAJACIÓN
Van´t Schip sabe que le queda poco tiempo para curar las heridas de su equipo. Por ello, antes de iniciar la práctica en Verde Valle, charló por diez minutos con sus jugadores y después pasaron a un entrenamiento en el que participaron los elementos que no tuvieron acción en el duelo de ida ante los Diablos Rojos.
En un principio había mucha seriedad, Van´t Schip se paseaba en solitario por la cancha, luego se detenía a dialogar con su auxiliar Eduardo Fentanes y con Luis Pérez; posteriormente salía del campo, volvía y observaba los ejercicios de jugadas a primer toque.
Paulatinamente se rompió la seriedad, aparecieron las bromas entre los jugadores y como consecuencia las risas y las carcajadas.