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La "otra" Copa Masters de la ATP

En 2011, el título fue para el alemán Stebe Prensa Challenger Finals

SAN PABLO -- Novak Djokovic ya tiene el trofeo en su casa, la foto de campeón archivada y la confirmación del N°1 es historia viva. Nada de eso tiene
que ver con lo que sucederá a 10 mil kilómetros de Londres, pese a que el torneo en cuestión también reúna a los ocho mejores del circuito en el marco de un "ATP Tour Finals".

Claro, el circuito del que hablamos es el que involucra al Challenger Tour, el segundo escalón del tenis profesional, que también organiza la ATP y que por segunda ocasión tendrá como cierre de temporada (del 27 de noviembre al 1° de diciembre) un evento similar a la tradicional Copa Masters.

El certamen, una vez más, contará con San Pablo como sede y potenciará a un Brasil que desde 2014 tendrá un ATP 500 y que de esta manera sigue abultando la lista de espectáculos deportivos de alto nivel de cara a los Juegos de Río de Janeiro 2016. La competencia, en efecto, nació como iniciativa de un grupo brasileño (Koch Tavares) y rápidamente tuvo asidero en la ATP.

En la potencia sudamericana también especulaban con la posibilidad de albergar en los próximos años el propio ATP World Tour Finals, pero la chance de Río quedó en la nada luego de que la organización que rige el tenis mundial confirmara a Londres, al menos, hasta 2015.

Con todo, y acciones de marketing al margen, Brasil volverá a ver en los últimos días del año a algunos de los mejores exponentes de un circuito difícil y desgastante, pero sobre todo necesario.

"Todo jugador top ha disputado alguna vez el Challenger Tour...da puntos preciados para aquellos que batallan por llegar a los torneos de elite", decía Luis Felipe Tavares (Presidente del grupo que organiza el evento) en la presentación de 2011.

Djokovic, Federer, Murray, Nadal, Del Potro. Todos festejaron títulos en este circuito, que en la actualidad jerarquiza las competencias en torneos que van de los 35 mil a los 150 mil dólares. También supo gritar campeón el alemán Cedrik-Marcel Stebe, que en 2011 ganó el inaugural Challenger Tour Finals luego de vencer al israelí Dudi Sela en el duelo decisivo.

Este año, la lista de los ocho la lideran el italiano Paolo Lorenzi (63°, reciente cuartofinalista en el ATP 250 de Viena), el experimentado rumano Victor Hanescu (ex N°26 del mundo, hoy 64°) y el brasileño Thomaz Bellucci (33°). No hay error: Bellucci apenas jugó (y ganó) un Challenger en todo 2012 (el reglamento del torneo exige haber disputado un mínimo de ocho para participar), pero formará parte en condición de invitado.

Sí, un invitado en un cuadro con solo ocho jugadores. Particularidades de un evento todavía no muy incorporado a la dinámica del circuito y con destino incierto de cara al futuro. ¿Qué pasará cuando Brasil le suelte la mano (o la pata financiera, mejor dicho) a la organización? Hoy por hoy, el torneo entrega 220 mil dólares en premios y le proporciona 125 puntos al campeón, pero así y todo muchos clasificados desestiman ser parte del mismo y demorar las vacaciones.

En 2011 desistieron de participar nombres importantes como el del checo Lucas Rosol o el uzbeco Denis Istomin. Este año, por ranking y resultados en el circuito Challenger, se habían ganado un lugar el eslovaco Martin Klizan, el polaco Jerzy Janowicz y el ruso Andrey Kusnetzov. Pero la seguidilla de puntos obtenidos y, fundamentalmente, el impulso que obtuvieron los dos primeros en el último tramo del año ATP (Klizan ganó en San Petesburgo, Janowicz fue finalista en París), les significaron un colchón de puntos suficiente como para permanecer lejos de Sudamérica.

Eso le abrió la puerta al argentino Guido Pella (108°, 9° en "la Carrera" del año Challenger), que en 2012 se alzó con tres títulos de esta categoría y que así completará la nómina junto al el español Ruben Ramirez-Hidalgo (85°), el ruso Evgeny Donskoy (96°) y el portugués Gastao Elias (144°), que entró a último momento por la deserción del austríaco Andreas Haider-Maurer (113°).

Con solo dos participantes fuera del Top 100 -y sin tener en cuenta las bajas mencionadas, a las cuales podría agregarse el esloveno Grega Zemlja (55°), finalista en Viena-, el Challenger Tour Finals revela a fin de cuentas la importancia que este circuito sigue teniendo dentro de un tenis cada vez más competitivo y demandante.

"El nivel en los Challengers ha sido mayor esta temporada. La calidad de los torneos ha mejorado mucho. San Pablo va a ser algo muy duro porque habrá muy buenos jugadores. Daré lo mejor, pero lo principal para mí es disfrutar este nuevo Masters", dijo Lorenzi al sitio oficial de la ATP. De eso se trata: de un reconocimiento a lo hecho en el año y, a la vez, la posibilidad de capitalizar una buena chance -para los que deciden aprovecharla- de seguir sumando en una carrera que muy pocos ganan.