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Nace una auténtica rivalidad

NUEVA YORK -- Por sus propios méritos, el primer partido de la historia entre dos equipos de Nueva York fue tan entretenido como suele ser el básquetbol de temporada regular en la Conferencia Este.

Ofreció duelos de All-Stars, récords personales (positivos y negativos), drama en cada posesión, la tensión del tiro de último segundo y, finalmente, el tiempo extra.

Pero la verdadera revelación de la victoria de los Brooklyn Nets por 96-89 sobre los New York Knicks el lunes por la noche fue que todas las señales apuntan a que éste ha sido el inicio de una verdadera rivalidad.

No una rivalidad de marketing, aunque los trajes hayan estado trabajando en eso desde hace años. No una rivalidad espacial o cultural, ni la nueva narrativa del pueblo aburguesado a un lado del East River contra la vieja guardia en una batalla por nuevos fans.

No, una auténtica rivalidad de equipo de básquetbol vs. equipo de básquetbol que promete al menos cuatro duelos entretenidos y el fantasma de una serie de playoffs que podría ser épica.

Los Nets (9-4) y los Knicks (9-4), dos equipos con recientes reestructuraciones exitosas y en camino a lo más alto del Este, se complementaron perfectamente en su primer encuentro.

Ante el público del Barclays Center -- un viaje en metro de 20 minutos desde el Madison Square Garden -- que ofreció un duelo de aplausos y abucheos, no hubo nada falso ni forzado en esta nueva rivalidad. Hubo pruebas sólidas de que estos equipos podrían convertir cada encuentro en un acontecimiento de grandes emociones en el futuro previsible. Y con el condimento extra de que los partidos en Brooklyn podrían tener un ambiente único en la liga ya que los nuevos fans de los Nets finalmente le han dado al equipo lo que se siente como un poco de ventaja de local.

"Cuando llegué aquí por primera vez, había un 80 por ciento [de fans de los Knicks] contra un 20 por ciento [de fans de los Nets] en los partidos locales", dijo el entrenador de los Nets, Avery Johnson. "Estamos tratando de llegar aquí y ganar algunos derechos territoriales, y ellos van a tratar de hacer todo lo posible para limitarnos".

No hubo dudas de que los Knicks querían ganar. El entrenador Mike Woodson jugó a Carmelo Anthony 50 minutos, a Tyson Chandler 42, y tanto a Raymond Felton como a J.R. Smith más de 40 en su segunda noche consecutiva de juego. Éste no fue un partido más, y por la forma en que se dio, parece dudoso que se considere así hasta dentro de bastante tiempo.

Una de las razones por las que estos dos equipos podrían resultar tan interesantes es la forma en que se complementan. Ver a Gerald Wallace batallar con Anthony en defensa fue casi un partido dentro del partido. Vimos a Wallace luchar contra Anthony por posición, tratando de ponerse agresivo con él mientras Anthony intentaba empujar en sentido contrario con su conocido arsenal de movimientos y trucos para crear espacio.

Anthony anotó 34 puntos y terminó con 13 rebotes, nueve de ellos en el último cuarto, cuando perseguía el balón como si fuera un juego de eliminación. Pero Wallace ayudó a limitarlo a apenas 2 aciertos en 9 disparos durante el segmento final y la prórroga, incluyendo un tiro en salto fallido con menos de cinco segundos de juego en el tiempo reglamentario. Wallace respondió con un récord de campaña de 16 puntos.

También estuvo el duelo Brook López-Tyson Chandler que ofreció varios destacados durante el transcurso del partido. Chandler se aprovechó constantemente de López en el juego de pick-and-roll que suele ser una espina para López, quien también fue superado en varios rebotes ofensivos. Chandler terminó con un récord personal de 28 puntos con 12 aciertos en 13 disparos.

En el otro extremo, los Nets no tuvieron miedo de aislar a López con Chandler, el último Jugador Defensivo del Año de la NBA. Y aunque Chandler sacó lo mejor de López al final del tiempo reglamentario con una carga en una posesión clave, López rió último al anotar contra Chandler en una posesión clave durante el tiempo extra. Cuando todo terminó, López tenía 22 puntos y había superado a Chandler en rebotes (11-10) y bloqueos (5-0).

"No cabe duda de que éste será un juego divertido cada vez", dijo López. "La proximidad, la anticipación y la afición lo convierten en algo [especial]. Con dos grandes equipos en Nueva York, los fans están en la mejor posición".

Los Knicks definitivamente echaron de menos a Jason Kidd, quien estuvo fuera con dolor de espalda. Por la forma en que los Nets atacaron a los escoltas de los Knicks, buscando explotar las ventajas de tamaño de Raymond Felton, tener a Kidd y sus habilidades como defensor probablemente sólo habría aumentado la cantidad de posesiones entretenidas.

Deron Williams, quien marcó 16 puntos y 14 asistencias gracias a una serie de pases difíciles bajo presión, no tuvo una gran competencia. Felton tuvo un juego miserable, con tres aciertos en 19 intentos y tantos balones perdidos (cinco) como asistencias.

Hubo barbas grises en Rasheed Wallace y Jerry Stackhouse disparando triples -- Stackhouse ganó esta ronda de manera decisiva, con 4 de 5 contra el 2 de 6 de Wallace -- e insultándose el uno al otro desde el banco.

En conjunto, fue suficiente para que el espectador quisiera averiguar cuándo será el próximo encuentro. Será el 11 de diciembre, de vuelta en Brooklyn por ESPN. Si esto realmente fue el comienzo de lo que pareció que podría ser, probablemente tengamos que reservarnos la fecha.

"Esto es lo que hemos estado soñando desde que estoy aquí", dijo Johnson. "Es una sensación muy agradable y nos recompensamos con una victoria".