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JMM recuerda peleas con Manny

La historia dice que Juan Manuel Márquez tiene récord de 0-2-1 ante Manny Pacquiao. Pero eso no significa que el peleador mexicano se sienta con el derecho de decir que ganó las tres peleas. El sábado 8 de diciembre tendrá la oportunidad de mostrar eso cuando enfrente a Pacquiao por cuarta vez en Las Vegas [HBO PPV, 9 p.m. ET; 6 p.m. PT].

Decisiones controversiales desde su punto de vista le costaron esas dos derrotas y el empate [en la primera pelea en el 2004, donde Márquez se recuperó de tres caídas en el primer asalto para dominar el resto].

Márquez presenta sus pensamientos finales antes de la celebración de su cuarto combate.

Hay algo especial sobre pelear contra el mismo oponente cuatro veces. Me dice que las primeras tres peleas han sido buenas y lo suficientemente competitivas como para merecer una pelea más y cuando es contra un oponente de élite como Manny Pacquiao, entonces es aún más especial y más significativo.

En los últimos ocho años Pacquiao y yo hemos peleado tres veces y todas las peleas han ido a la distancia. Y mientras que Pacquiao me ha enviado a la lona en cuatro ocasiones en esos 36 asaltos, deberían decir que tres fueron en el primer round de nuestra primera pelea y que sólo me derribó en una ocasión en los siguientes 35, y ninguna en los últimos 20 asltos mientras que gané por lo menos 26 de los 36 asaltos que peleamos durante esas tres peleas.

Así que la pregunta para esta cuarta pelea es, "¿necesito noquear a Pacquiao para conseguir el triunfo?"

Bueno, seguro lo voy a intentar. También sé que noquear a un boxeador como Pacquiao no será fácil, pero no es imposible tampoco.

Sé que tengo que ser inteligente, rápido y fuerte para ganarle. Pero como hemos visto en las primeras tres peleas, no sólo depende de mí el ganar las peleas. También depende de los tres jueces que califican las peleas. No hay ninguna duda en mi mente que gané todas las tres anteriores peleas con mis habilidades e inteligencia en el ring, pero los jueces me han negado la victoria.

No hay mucho que puedo hacer sobre los jueces. No los escojo y seguramente no los conozco. Sé que la mayoría no han entrenado para una pelea y la mayoría no han entrado al ring por 12 asaltos con el mejor peleador en el mundo y la mayoría no tienen ni idea del sacrificio que tenemos que hacer para entrar al ring y hacer la mejor pelea posible.

Creo que la mayoría de la gente cree que gané nuestra última pelea muy claramente, pero los jueces no lo vieron así; y por cierto, no sólo estoy hablando acerca de mis peleas y jueces. Miren lo que le sucedió a Pacquiao contra Timothy Bradley. Estaba en primera fila para esa pelea y sentí que Pacquiao ganó, pero los jueces se la quitaron a él también y no es correcto.

Sólo quiero que los jueces califiquen lo que pasa en el ring y no lo que ellos creen que está pasando. Ya no me importan las tres peleas anteriores y cómo se anotaron. Lo único que pido es un juicio justo, y si pierdo, pierdo. Pero si gano, quiero que mi mano sea elevada esa noche en el ring.

Pacquiao sigue siendo el mejor del mundo y finalmente obtener una victoria sobre él me hará muy feliz. Pero no juzguen mi carrera por estas cuatro peleas. Vean a todos mis 61 combates y después decidan dónde pertenezco en la historia del boxeo.


Pacquiao-Márquez 3: 12 de noviembre de 2011

Después de esperar mucho tiempo para enfrentarme en el ring a Manny Pacquiao para una tercera pelea, finalmente sucedió el pasado noviembre en Las Vegas, el mismo lugar de las dos primeras peleas donde sentí que mis primeras dos victorias fueron robadas por los jueces.

Yo sabía que tenía que hacer algo diferente para esta tercera pelea porque iba a estar en una clase de peso más alta de donde normalmente peleo (el límite de peso fue 144 libras) y donde él estaba luciendo muy bien contra oponentes más grandes. Quería mantener mi velocidad y habilidades defensivas, pero necesitaba conseguir más poder.

Entrené de manera muy diferente para esta tercera pelea que en las dos anteriores. Utilicé un entrenador de fuerza y acondicionamiento por primera vez, y limité mi tiempo en el gimnasio cuando se trataba de sparring y el trabajo de boxeo de siempre. Sentí que necesitaba hacer más músculo y acondicionarme de la manera correcta, para no perder mis otras fortalezas y ventajas como un boxeador técnico.

Trabajamos realmente duro para la tercera pelea. En el ring, fue la más fácil de las tres. Fue mi mejor desempeño como profesional. Dictaba el ritmo de la pelea y gané todos los intercambios entre nosotros a lo largo de la pelea. Manny se había convertido en un peleador más previsible. Había mejorado como boxeador y es bastante formidable en el peso en que pelea hoy, pero no fue tan rápido o explosivo como fue en nuestras anteriores dos peleas.

Sentí que gané nueve de los 12 asaltos y fácilmente gané la pelea. Él nunca estuvo cerca de hacerme daño y una vez más mis habilidades de boxeo fueron demasiado para él. Pero una vez más los tres jueces me quitaron mi victoria. Y no hay nada que pueda hacer sobre ello.

Parece que Manny tiene sólo un oponente cada vez que peleamos -- a mi -- mientras que yo tengo cuatro -- Manny y los tres jueces.


Pacquiao-Márquez 2: 15 de marzo, 2008

En mi opinión la segunda pelea fue la más pareja de nuestra trilogía. Fue una pelea muy buena y mucho más emocionante que la primera.

Esta vez Pacquiao me sorprendió un poco porque no estuvo tan agresivo como en la primera pelea. Parecía haberse convertido en un peleador más completo y sin duda mucho más versátil. Ya no era un peleador de una mano como fue la primera vez que peleamos. El Pacquiao de esta se había convertido en un peleador de dos puños, utilizando su derecha efectivamente.

Yo pude controlar la primera mitad de la pelea estableciendo el paso y logré tomar ventaja. Sentí que lo estaba lastimando y eso me dio más confianza, así que me volví un poco más agresivo y me costó cuando me mandó a la lona en el tercer asalto. Yo estaba enojado con mí mismo, pero no estaba lastimado.

Los últimos seis rounds fueron muy competitivos y sentí que él estaba tratando de liquidar y pude contrarrestarlo muy efectivamente. Yo estaba conectando muchas derechas y estaba convencido que había ganado la pelea.

Pero una vez más los jueces me robaron mi victoria dándosela a Pacquiao por decisión dividida. Todavía me siento muy enojado cuando me acuerdo escuchar el resultado de las tarjetas.

Después de dos peleas sentí que había ganado por lo menos 19 de los 24 rounds. Los cuatro derribes de Pacquiao hicieron las puntuaciones más cerca de lo que realmente eran. Mira, después de 24 rondas, tengo dos puntajes en mi favor y un empate y Pacquiao tiene tres pero uno fue por sólo un punto.

Al igual que la primera pelea, sabía que lo vencí. Y al igual que la primera pelea los jueces no lo vieron a mi manera. No hay mucho que puedo hacer sobre eso. Hice mi mejor esfuerzo. Lástima que los jueces no hicieron lo mismo.


Pacquiao-Márquez 1: 8 de mayo, 2004

Yo estaba muy emocionado de enfrentar a Manny Pacquiao. En su última pelea él había subido a peso pluma y totalmente destruyó a Marco Antonio Barrera de manera impresionante. Después de haber visto esa pelea, mi entrenador Ignacio Nacho Beristain y yo entramamos más duro que nunca en el campamento para prepararme a defender mis títulos contra Pacquiao.

En el primer minuto de la pelea conseguí a Pacquiao fácilmente. Parecía muy tentativo y decidí que sería un buen momento para ser más agresivo -- como un ataque sorpresa -- y así hacerlo retroceder.

Pero debido a mi éxito tan tempranero con mi ataque ofensivo, me descuidé y Pacquiao me atrapó dos veces con golpes que no vi. Su velocidad y sus movimientos fueron extraordinarios.

Cada vez que me levantaba de esas caídas yo estaba aún más decidido de agarrarlo. Estaba impaciente y descuidado y eso fue un error porque él me tumbó una tercera vez, pero esta vez vi el golpe llegando pero no pude bloquearlo. Cuando caí esa tercera vez en la primera ronda todo lo que podía pensar era en todo el trabajo que había hecho para esta pelea y cómo yo no no podía permitir que me derrotara en el primer asalto.

Me levanté y fui a mi rincón. No me sentía mal físicamente porque mi condición era excelente.

En la esquina entre rounds Nacho me decía que todavía quedaban 11 asaltos en esta pelea y si seguíamos la estrategia que diseñamos en el entrenamiento, podía salirme de ese hoyo profundo en que me había metido después de un solo round.

"Gana un round a la vez. Lo puedes hacer. Esta es tu pelea. Eres el mejor y más completo peleador", me dijo Nacho.

Después de un difícil segundo asalto conseguí mis piernas y gané los siguientes 10 rounds. Lo ataqué antes de que se pudiera establecer y me quedé lejos de su mano izquierda. Él no tenía ninguna otra arma además de su izquierda y no tuvo respuesta a mis contragolpes y movimiento.

Me levanté de tres derribes en el primer asalto y le di una lección de boxeo en los últimos diez. Gané la pelea sin duda en mi mente y estoy seguro que también en la mente de Pacquiao.