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ROMA -- Como decíamos en el comentario de esta decimocuarta jornada de la Cátedra de la Táctica, por primera vez en esta temporada nos toca hablar de una fecha algo gris para los hispanoamericanos: en efecto, fueron muchos los que jugaron bien pero aún más los que no rindieron como de costumbre, tanto que se cuentan apenas dos anotaciones, las de Javier Gonzalo Rodríguez y Alvaro González, quien fue el mejor en Lazio vs. Udinese y la única figura latina hispanohablante de esta 14ª jornada.

Lo más increíble de la fecha es que no tenemos ni a un delantero para poner en el equipo de la semana, así que nos vemos obligados a formar un 3-4-3 con un "falso nueve". Por la precisión, el equipo se pararía así: Romero (7) al arco; Paletta (7.5), Gonzalo Rodríguez (7,5) y Yepes (7.5) atrás; Zúñiga (7), Gonzáles (8), Arévalo Ríos (7) y García (7) en la línea de los volantes; Cuadrado (7.5) y Vargas (7) atacantes externos; Santana (7,5) en posición de "nueve", como decíamos falso.

Sergio Almirón - 1980 - (Argentina - Catania): 4.5

Una de sus peores performances en los últimos años. Apagado, desganado y muy impreciso. Lejos años luz respecto a la fecha anterior, que decidió con un partidazo y un doblete.

Pablo Alvárez - 1984 - (Argentina - Catania): 6

Con todo que lo tenía a García adelante, quien fue una furia por la franja, especialmente al inicio del partido, aguantó muy bien, mantuvo con coraje la posición y salvó un par de goles que parecían hechos. No se puede decir que haya estado muy bien, pero sin dudas su sudor le valió la suficiencia.

Ricardo Alvárez - 1988 - (Argentina - Inter): 5

Tuvo un mal partido: jugó demasiado horizontal, se aplastó demasiado en la línea de los volantes y falló mucho también sobre el plano de la calidad. Salió al minuto 73.

Mariano Andujar - 1983 - (Argentina - Catania): 6.5

Si no fue una goleada histórica gran parte del mérito fue del portero argentino, quien sacó un par de definiciones rivales con una serie de milagros disfrazados de atajadas. Inculpable totalmente en ocasión de los tres goles de Palermo.

Egidio Arévalo Ríos - 1982 - (Uruguay - Palermo): 7
Tuvo otra velocidad respecto a los adversarios y, así, logró recuperar muchísimos balones y le dio una grande intensidad a su equipo.

Pablo Armero - 1986 - (Colombia - Udinese): 5

Cansado y perdido, como todo el resto de su equipo. También él se rindió en el entretiempo como sus compañeros.

Pablo Barrientos - 1985 - (Argentina - Catania): 5

Se mostró poco y cuando la jugó equivocó mucho. Por encima, falló una buena chance para descontar.

Miguél Britos - 1985 - (Uruguay - Nápoli): 7
Dueño de los pisos altos, si Cagliari hizo tan poco fue también mérito del uruguayo, que se movió bárbaro y fue sin dudas el mejor de la retaguardia celeste.

José Cáceres - 1987 - (Uruguay - Juventus): 6.5
Hizo que Chiellini no se extrañara más de tanto y su buena performance no le permite a nadie insinuar que, quizás, con el italiano en la cancha hubiese sido otra cosa. En efecto, el uruguayo no concedió nada por su lado, tanto que la mayor parte de las ocasiones de peligro de Milan llegaron por el otro costado. Muy bien en anticipo sobre Robinho, obligado a salir en el complemento porque ya no le ganaba ni una.

Esteban Cambiasso - 1980 - (Argentina - Inter): 6.5

No salió muy bien en la ocasión del gol de Parma, pero no tuvo gran responsabilidad en esa ocasión, considerando que su movimiento era sensato y
alguien debía cubrirlo (especialmente Guarín). Por el resto fue uno de los mejores, rozó un gol y le tuvo frente a la buena línea mediana rival. Salió al 90º para que entrara Livaja, un delantero.

Carlos Carmona - 1987 - (Chile - Atalanta): 5.5
Raramente Bertolacci se demostró muy peligroso en este campeonato, pero esta vez le tocó un buen partido al enganche italiano y así el chileno sufrió bastante.

Lucas Castro - 1989 - (Argentina - Catania): 6.5
Tomó el puesto de Izco al final del primer tiempo. En los casi cincuenta minutos disputados, contando también el descuento, dejó la impresión que con él en la cancha desde el comienzo podía ser otro partido.

Pablo Ceppellini - 1991 - (Uruguay - Cagliari): s.v.
Ingresó al 83º. No se lo pudo evaluar, claramente, pero hay que subrayar que finalmente pudo regresar a jugar tras los 7 meses de "suspensión" interna, por haber peleado con Cellino.

Rinaldo Cruzado - 1984 - (Perú - Chievo): 5
Ingresó al 42º por el lesionado Luciano. No supo darle otro ritmo ni buena calidad al juego de su equipo.

Juan Cuadrado - 1988 - (Colombia - Fiorentina): 7.5
Perdió de medida el desafío con la figura de la cancha, D'Ambrosio, pero otra vez más disputó un partidazo y le dio una grande mano a su equipo, ganándose también el penal del momentáneo 1 a 1 con una jugada extraordinaria. Quien le da la culpa de ese episodio al defensor granate no sabe de fútbol y sería capaz de darle la culpa al arquero inglés por el gol de Maradona en el Mundial 1986.

Germán Denis - 1981 - (Argentina - Atalanta): 6.5
Uno se espera que si un delantero las agarra todas en el segundo piso, más alguna también por abajo, antes o después haga un gol. Probablemente se lo esperaba también el Tanque, pero tuvo que hacer las cuentas con un Frey monstruoso.

Paulo Dybala - 1993 - (Argentina - Palermo): 6.5
Gasperini debería encontrar la manera de jugar con un tridente que prevea la presencia del joven argentino, porque él no es sólo el futuro de este equipo, sino que puede ser ya el presente. En el clásico jugó los últimos veinte y pico demostrando grande nivel y creando más de una jugada peligrosa para rozar el cuarto gol.

Matías Fernández - 1986 - (Chile - Fiorentina): 7
Suya la única clara chance de gol violeta en el primer tiempo: medio punto menos por haberla errada, si bien fue bárbaro como se la conquistó. Por el resto, estuvo muy bien por todo el desafío, jugando con gran calidad y mucho aporte físico y especialmente táctico, considerando que jugó como delantero al inicio y como volante después, con mansiones diferentes con el pasar de los minutos cuando jugó en el medio.

Santiago García - 1988 - (Argentina - Palermo): 7
Otro que pudo una grandísima intensidad. Dueño de su franja, no concedió nada en defensa y condimentó su aporte ofensivo con un par de buenas conclusiones desde la distancia.

Mauro Goicoechea - 1988 - (Uruguay - Roma): 6.5
Supo resolver un pequeño error con una gran salida baja, salvando así la situación. Por el resto, no tuvo mucho que hacer.

Alejandro Gómez - 1988 - (Argentina - Catania): 5
Como Barrientos o hasta peor, puesto que falló menos únicamente porque se vio menos. Él debería ser el que más se hacer cargo del balón, en cambio mostró su presencia sobre el césped recién pasada la hora de juego.

Álvaro González - 1984 - (Uruguay - Lazio): 8
Los volantes albicelestes marcaron diferencia y determinaron el partidazo de su equipo. En ese contexto, el uruguayo fue sin dudas la figura, abriendo el marcador conun gran zurdazo y cumpliendo a la perfección los movimientos que el técnico había estudiado para este partido y que se demostraron todos ganadores.

Freddy Guarín - 1986 - (Colombia - Inter): 5.5
El error en ocasión del gol de Parma es bastante grave, porque no mantuvo la posición, no hizo la diagonal, no recuperó a tiempo y, por encima, no hizo lo que cualquier volante "capelliano" haría en ese tipo de situación: cometer falta. También en ataque no estuvo muy bien: se mostró mucho pero careció de lucidez y calidad.

Víctor Ibarbo - 1990 - (Colombia - Cagliari): s.v.
Ingresó al 80º. No lo evaluamos más para no darle una insuficiencia que por incapacidad de juzgar su performance.

Mauro Icardi - 1993 - (Argentina - Sampdoria): 6.5
No estuvo muy activo, pero se movió mucho y trabajó con inteligencia para el equipo (si bien a cada tanto se esconde). Tuvo el grande mérito de procurarse la falta que le costó la roja a Morleo: episodio que, en fin de cuentas, decidió el partido.

Mauricio Isla - 1988 - (Chile - Juventus): 5
Empezó con buen ritmo, pero terminó por aplastarse como todos sus compañeros, sufriendo las iniciativas de Constant. Condimentó todo con ese salto insensato con el brazo totalmente abierto en el medio del área. La axila es penal, porque toca el brazo que no está cerca del cuerpo sino bien abierto. En efecto, consciente de su yerro, él bajó la cabeza con actitud culpable y no se atrevió a protestar como sus compañeros.

Mariano Izco - 1983 - (Argentina - Catania): 6
Luchó con coraje en una línea de volantes apagada. Por problemas físicos tuvo que abandonar el césped de juego al 44º, antes de que terminara la primera etapa.

Cristian Ledesma - 1982 - (Argentina - Lazio): 7
Falló el penal del 1 a 0, pero tuvo la suerte de que el yerro no pesó para nada y el mérito de haber sido uno de los mejores de la cancha, corriendo, quitando y dirigiendo a la perfección la maniobra.

Diego Milito - 1979 - (Argentina - Inter): 5
Se lo vio bastante apagado al Príncipe, casi como si estuviese aún bajo el hechizo de aquel gol fallado en San Siro contra Cagliari.

Maximiliano Moralez - 1987 - (Argentina - Atalanta): 6
Mucho juego, fantasía e ideas, pero también una clara ocasión de gol fallada. Ojo: estuvo bárbaro Frey en la ocasión, pero considerando que el portero se estaba levantando tras un milagro cumplido para sacar un gran remate de Denis, el "pequeño" argentino podía hacer algo más.

Ezequiel Muñoz - 1990 - (Argentina - Palermo): 6.5
Fue un partido bastante fácil, que el defensor argentino administró con una gestión inteligente de sus energías y un par de buenos cierres sobre el final.

Rubén Olivera - 1983 - (Uruguay - Fiorentina): 6
Esta vez falló un poco, porque no supo cortar mucho en el medio y, al mismo tiempo, no convenció en fase de construcción, jugando demasiado simple. Pero premiamos el sacrificio especialmente sobre el final, cuando ayudó mucho a la defensa.

Pablo Osvaldo - 1986 - (Argentina - Roma): 5
Se vio poco y falló casi todos los balones que tocó. Poco mal en un partido tan fácil, pero debe mejorar su sintonía con Destro.

Rodrigo Palacio - 1982 - (Argentina - Inter): 5
Esta vez traicionó también él y, así, Inter se mostró poco y nada en ataque. No logró poner ni una de sus típicas jugadas, se lo vio sin fantasía y casi sin ganas. Mala performance sin dudas, quizás la peor hasta ahora en nerazzurro.

Gabriel Paletta - 1986 - (Argentina - Parma): 7.5
Partidazo del argentino: no le dejó ni las migajas a Milito y Palacio, que si bien se vieron apagados, no son nunca fáciles de marcar. Dominó por ambos pisos y salió jugando con precisión y eficacia. Gran noche la suya.

Facundo Parra - 1985 - (Argentina - Atalanta): s.v.
Diez y pico sobre el final. No se lo pudo evaluar.

Roberto Pereyra - 1991 - (Argentina - Udinese): 5.5
Cuanto menos luchó y no se quiso rendir, cosas que en cambio hicieron prácticamente todos sus compañeros, especialmente en el complemento.

Diego Pérez - 1980 - (Uruguay - Bologna): 7
¿Bologna jugó todo el partido con hombre menos? Bueno, no parecía. Mérito del equilibrio táctico del equipo y del sacrificio de muchos, pero especialmente del uruguayo, que no achicó y, al revés, corrió por dos hasta que pudo, saliendo de la cancha al 79º.

Iván Piris - 1989 - (Paraguay - Roma): 6.5
Otra buena performance del paraguayo, cada vez más cómodo en la Serie A, especialmente cuando Roma juega con equilibrio y alguien le cubre a cada tanto las espaldas, en las constantes subidas que le impone la filosofía zemaniana.

Juan Quintero - 1993 - (Colombia - Pescara): 5
Bradley se le pegó encima cada vez que quería jugar al ataque y así el joven colombiano se apagó rápidamente.

Javier Rodríguez - 1984 - (Argentina - Fiorentina): 7.5
Si se pone también a patear (y anotar) los penales se candidatea con pleno derecho a ser el mejor defensor de la Serie A. En particular porque su gol fue un delicioso condimento en un partido muy bien jugado, en el que no le dejó ni medio balón a Bianchi.

Guillermo Rodríguez - 1984 - (Uruguay - Torino): 6.5
Tomó el puesto del lesionado Glik a la media hora de juego e hizo que su equipo no lo extrañara a su compañero, cerrando con solvencia en el medio del área.

Sergio Romero - 1987 - (Argentina - Sampdoria): 7

No tuvo mucho trabajo, pero cuando le tocó atajar lo hizo bárbaro, como cuando le negó un golazo al egoísta Koné, con un reflejo felino.

Facundo Roncaglia - 1987 - (Argentina - Fiorentina): 6.5
Mermó un poco en este desafío y sufrió apenas contra Meggiorini (que lo engañó pifiando un balón en la jugada del 1 a 0), pero si bien no jugó bárbaro como nos tiene acostumbrado, hizo lo suyo más que bien. Dejó la cancha sobre el final para que pudiera entrar El Hamdaoui, autor del empate.

Walter Samuel - 1978 - (Argentina - Inter): 6.5
Después de todos los kilómetros que tuvo que correr para cubrir los yerros de Lucio (quien garantizaba cuanto menos una "distracción" por partido), ahora le toca pensar a lo suyo, que lo hizo bien, y al mismo tiempo a los deberes de Juan Jesús, cosa que a esta edad y con algo de cansancio en las piernas le salió un poco menos. Debe odiar a los defensores brasileros...

Mario Santana - 1981 - (Argentina - Torino): 7.5
Determinante el argentino con sus jugadas de calidad, como cuando, al minuto 4o del primer tiempo, se tiró para el medio abriendo espacio a D'Ambrosio y con un gran toque lo sirvió justo al marcador de punta, quien puso el centro del 1 a 0. Ayudó mucho en ambas fases de juego y así Ventura lo dejó en la cancha por los 90 minutos. Uno de los mejores del partido.

Ezequiel Schelotto - 1989 - (Argentina - Atalanta): 5.5
No tuvo un buen partido, casi enjaulado entre la buena performance defensiva de Moretti y la obligación de cuidar de manera exagerada la franja en fase defensiva, para ayudarlo a Raimondi con Vargas.

Felipe Seymour - 1987 - (Chile - Genoa): 6
Hizo lo suyo para ayudar, como pudo, a la línea de volantes en el embiste final de Atalanta, corriendo mucho en los 25 minutos y poco más disputados.

Nicolás Spolli - 1983 - (Argentina - Catania): 4.5
Estuvo muy en dificultad y, en efecto, el 1 a 0 fue culpa suya: su anticipo fallado (que parecía poderse agarrar fácilmente) lo engañó a Legrottaglie y lo ayudó a Miccoli. Tuvo responsabilidades en todos los goles de su rival y, si bien salvó un par de situaciones importantes, no nos explicamos porque jugó con tan pocas ganas. Emblemática la contra del 2 a 0 rosanegro: regresó prácticamente paseando en cambio de acelerar con todo, como debería ser en esas situaciones.

Fernando Tissone - 1986 - (Argentina - Sampdoria): 6.5
Otra vez más, Ferrara lo usó (sólo) para administrar el resultado sobre el final y él no traicionó, cuidando su zona y manejando muy bien el balón. Merece más espacio, vale más que veinte minutos...

Jaime Valdés - 1981 - (Chile - Parma): 6.5
Menos brillante de lo que supo mostrar en otros partidos, pero nunca dejó de ser el centro de la maniobra de su equipo. Una buena maniobra, inteligente y bien planificada.

Juan Vargas - 1983 - (Perú - Genoa): 7
Uno de los mejores de su equipo y del partido, duró menos de una hora, porque aún no está recuperado, pero fue determinante para el buen resultado de su club. La cantidad y la calidad que puso sobre la franja marcaron diferencia.

Eduardo Vargas - 1989 - (Chile - Nápoli): 6.5
Entró al 68º y, finalmente, tuvo un buen impacto en el partido, ayudando mucho a su equipo, protagonizando jugadas útiles e interesantes y ganándose muchas faltas, fundamentales para que el equipo subiera y respirara.

Arturo Vidal - 1987 - (Chile - Juventus): 4
Sin duda alguna el peor partido en absoluto del chileno en Italia: falló por lo menos diez pases, la mayoría bastante fáciles, por el simple hecho de sentirse presionado perdiendo así la tranquilidad. Además, recuperó muy pocos balones y corrió bastante mal. Simplemente irreconocible.

Mario Yepes - 1976 - (Colombia - Milan): 7.5
Curiosamente, concedió algo por el segundo piso, fallando un par de saltos, si bien también en el juego aéreo se defendió bárbaro. Por el resto, lo obligó a Vucinic a un rol de comparsa y lo anuló totalmente a Quagliarella, ayudado por el buen Mexés (a quien a menudo tuvo que ordenar, casi como se controlan los jugadores de un video juego...). Sumó también un par de buenas ocasiones en ataque, claramente de cabeza. Partidazo del Pirata.

Javier Zanetti - 1973 - (Argentina - Inter): 5.5
Sufrió bastante por cuestiones puramente tácticas: Parma les apuntó a las franjas para lastimar a Inter y él juega por el carril derecho. Pero al inicio aguantó bien y aunque no alcanzó la suficiencia, cuanto menos no estuvo entre los peores.

Cristian Zapata - 1986 - (Colombia - Milan): 6
Tomó el puesto de Mexés en el complemento, exactamente al 72º. Cumplió con lo suyo en la porción final del partido, sin cometer errores y sin brillar particularmente, sufriendo un poquito sobre Giovinco.

Juan Zúñiga - 1985 - (Colombia - Nápoli): 7
Regresó tras la lesión (breve) pero se mostró en excelentes condiciones físicas, considerando también que Cagliari es un equipo muy dinámico. Fue sin dudas uno de los mejores del partido, en el que supo poner una magia para inspirar el gol del triunfo.

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