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Giants reafirman rol de contendiente

EAST RUTHERFORD -- Todo se volvió desesperante, las voces que cuestionaban a los New York Giants y, en particular, a su mariscal de campo.

Fue interminable: Eli Manning tiene un brazo débil. El equipo es frágil. Los Green Bay Packers buscaban la revancha tras la derrota de postemporada el año pasado, un juego que fue más culpa de los Packers que mérito de los Giants. Eli no es élite.

Una y otra vez se escuchó, por casi dos interminables semanas. En el mercado mediático más grande de este país, derrotas consecutivas derivan en sobre análisis caótico. No obstante que la mayoría de los jugadores de la NFL y entrenadores prentenden no escuchar, leer o importarles lo que el mundo exterior dice de ellos, la realidad es que escuchan, leen y les importa. Mucho.

Así que esto iba en serio, tan serio para hacer una junta de sólo jugadores. Después, el viernes, dos días antes que los Giants de 6-4 recibieran a los Packers de 7-3, un chico de 15 años lo resumió para ellos, con la sola inocencia que un adolescente puede brindar. Adam Merchant tiene linfoma de Burkitt, y a través de la Fundación Make-A-Wish, consiguió asistir al entrenamiento de los Giants el viernes y al juego el domingo por la noche.

"Vayan allá afuera y jueguen como campeones mundiales", le dijo Adam al equipo el viernes.

El mensaje se mantuvo, por supuesto. Salir y jugar como campeones mundiales porque son campeones mundiales. Este equipo ha ganado dos Super Bowls en cinco años. Necesitaban recordarlo y actuar como campeones.

El resultado: Giants 38, Packers 10. Tras los primeros cinco minutos del partido, no era tan parejo. Los Giants dominaron completamente ambos lados del balón. Fue la peor derrota de Green Bay desde la Semana 16 del 2007 a manos de los Chicago Bears, y terminó con la racha de cinco victorias de los Packers.

Los Giants no tienen una ventaja de tres partidos en su división como Houston, Atlanta, New England, Baltimore y Denver. No presumen un 10-1 como los Texans y los Falcons. No han ganado seis consecutivos como los Broncos o siete por un touchdown o menos como Atlanta. No tienen un rompecabezas de mariscales de campo como San Francisco --2-0 con Colin Caepernick, 20-6-1 con Alex Smith-- y no necesitan cuarta oportunidad y 29 para forzar tiempo extra de gira contra los lamentables San Diego Chargers como lo hizo Baltimore.

No, no son espectaculares y ciertamente parecen administrar la inspiración de forma más frecuente y quizás mejor que cualquier otro equipo en la liga, pero los Giants sí tienen un pasado exitoso del cual partir. Han tenido éxito en postemporada, han ganado campeonatos y su plantilla es profunda. Para llegar a la muy importante segunda temporada en la NFL, tienes que hacerlo razonablemente bien en la primera. No existe eso de perder el rumbo durante los playoffs.

Es entendible que un juego de noviembre en Cincinnati no levante los intereses de los Giants, pero apoyados en el mensaje de Merchant, los Packers sí lo hicieron. El juego era una revancha del campeonato divisional de 2011 en que New YorK ganó 37-20 en Green Bay, un juego que tampoco fue muy parejo. Para ese punto, parecía que nada se interpondría en el camino de los Giants hacia un triunfo de Super Bowl.

Quizás nada iba a prevenir que fijaran una postura seria el domingo por la noche. En su primera serie del partido, los Giants sólo necesitaron seis jugadas para llegar a la zona de anotación y tomar una ventaja de 7-0.

Los Packers respondieron con una serie de cuatro jugadas que terminó en pase de 61 yardas de Aaron Rodgers a Jordy Nelson que empató el juego a 7.

En la tercera posesión de New York, el tono se estableció. Era tercera y 7 desde la yarda 34 de Green Bay. Con sus receptores cubiertos, Manning arrancó hacia el frente. El esquinero de los Packers, Tramon Williams, se deslizó para taclear a Manning, quien bajó su hombro derecho en el choque y ganó una yarda adicional.

Manning dijo no haberse deslizado pues no sabía si ya habían conseguido la primera oportunidad, a pesar de que ganó 13 yardas en la jugada y sólo necesitaba siete. Sea cual sea el caso, "encendió a nuestro equipo, eso es seguro", dijo el entrenador de los Giants, Tom Coughlin.

"Eso no es recomendable en circunstancias normales", añadió, "pero en ese caso, verlo hacer eso, pienso que mandó un mensaje al resto del equipo, en términos de hacer lo que tengas que hacer para tener éxito".

Es lo que hicieron. Manning tuvo un aceptable 16-30 por aire para 249 yardas, con tres anotaciones sin intercepción. Los Giants consiguieron 147 yardas terrestres, aunque perdieron a su corredor de tercer año, Andre Brown, por una rotura en el peroné, una lesión que "le quita mucho a la victoria, para ser honestos", dijo Coughlin.

De acuerdo con ESPN Stats & Information, la defensiva de los Giants tuvo a Rodgers bajo presión, capturado o golpeado mientras lanzaba, en 17 de 33 (51.5 por ciento) jugadas de pase, el porcentaje más alto que un mariscal de campo ha sido presionado en esta temporada. Vaya que afectó el desempeño de Rodgers; terminó con 14 de 25 para 219 yardas, con una anotación y una intercepción, y fue capturado cinco veces.

Sólo fue un partido, pero fue un desempeño integral viniendo de la semana de descanso, y arrancando con lo que Coughlin describió como "una temporada de seis partidos" donde no habrá pastelillos. Los Giants jugarán contra Washington, luego contra New Orleans en casa, Atlanta y Baltimore de gira, y Philadelphia.

"Queríamos mandar un mensaje hacia nosotros mismos, recordándonos que podemos jugar buen fútbol americano y podemos competir en esta liga", dijo el receptor abierto Victor Cruz. "Sólo queríamos confirmarlo entre nosotros mismos, y creo que es lo que logramos esta noche".

Los Giants escucharon el mensaje de Adam Merchant, y luego lo enviaron al resto de la NFL. Son los campeones defensores, y empezando por el domingo en la noche, jugarán como campeones.

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