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Ruppert, O'Day y White al Salón de la Fama

NASHVILLE -- Jacob Ruppert, difunto dueño de los Yanquis de Nueva York, el árbitro Hank O'Day y el receptor Deacon White que jugaba sin guante fueron electos al Salón de la Fama por la excelencia mostrada durante la primera mitad del siglo XX.

El trío fue electo por el comité pre-incorporación del Salón de la Fama -- parte de lo que fue conocido previamente como el Comité de veteranos -- y le dio al salón exactamente 300 miembros. El anuncio fue hecho el lunes en las reuniones de fin de año de las Grandes Ligas y la ceremonia de ingreso se realizará el 28 de julio.

Ruppert compró a los Yanquis en 1915 y muy pronto los transformó en el equipo más dominante de las Grandes Ligas. Adquirió a Babe Ruth de los Medias Rojas de Boston en 1919, construyó el Yankee Stadium y vio al equipo ganar sus primeros seis títulos de la Serie Mundial.

"Muchos de nosotros pensábamos que él ya estaba (en el Salón de ls Fama) por todo lo que hizo", dijo el miembro del panel Phil Niekro, pitcher miembro del salón. "Nos sorprendió que no estuviese".

O'Day fue árbitro en 10 Series Mundiales, incluyendo la primera de todas en 1903. Trabajo durante 35 años y decretó una de las jugadas más famosas en la historia del béisbol, cantando out a Fred Merkle en una jugada en 1908 que eventualmente decidió el banderín. Es el décimo árbitro en ingresar al Salón.

White jugó desde 1871 hasta 1890, comenzando como receptor sin guante y más adelante pasando a la antesala. Fue tres veces líder en carreras impulsadas, una de ellas con 49 cuando el béisbol era muy diferente de cómo se juega ahora.

Niekro atribuyó a dos historiadores en el panel de 16 miembros -- Peter Morris y Tom Simon -- arrojar luz sobre los logros de aquellos del béisbol del pasado.

"Es difícil pensar en el béisbol de los 1800 y traerlo a la vida", dijo Niekro. "Era muy diferente entonces - cinco strikes, ocho bolas, y los bateadores podían decirle al pitcher adonde querían el lanzamiento. ¿Te imaginas? Yo no habría podido hacerlo por mucho que tratase, no con mi bola de nudillos".