TOKIO -- El entrenador español del Chelsea, Rafa Benítez, destacó el sábado, en la víspera de la final del Mundial de Clubes de la FIFA que su equipo jugará ante el Corinthians, "la calidad" de su equipo como clave para hacerse con el título.
"Lo bueno que tiene este equipo es la calidad. Puedo elegir a cualquier jugador y estar seguro de que lo hará bien", destacó el técnico madrileño en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Benítez, que el domingo disputará en el Estadio Internacional de Yokohama (centro) su tercera final del Mundialito, tras perder en 2005 con el Liverpool y vencer en 2010 con el Inter de Milán, reconoció que aún no sabe con qué equipo titular saltará al estadio nipón.
"Todavía no tengo el equipo en mi cabeza. Aún tenemos una sesión de entrenamiento", declaró el entrenador, que además confirmó la mejoría del veterano símbolo del equipo Frank Lampard, que disputó unos minutos en la victoria en semifinales contra el Monterrey y se encuentra en proceso de recuperación tras una larga lesión.
"Solo ha pasado una semana o dos desde que volvió (de su lesión). Tenemos que ir partido a partido", apuntó Benítez, que considera al centrocampista de 34 años "un jugador importante para el equipo" que marcan la diferencia por su técnica.
En una rueda de prensa conjunta previa al último entrenamiento antes de la final, el defensor serbio, Branislav Ivanovic, aseguró que espera una atmósfera similar a la que vivió en la final de la Champions League ante al Bayern Munich, y no le importa sacrificar el estilo con tal de hacerse con el cetro mundial.
"Mañana habrá un montón de hinchas brasileños. Sabemos que la atmósfera será similar a estar en Sudamérica, pero trataremos de adaptarnos y estar centrados en el juego", apuntó Ivanovic.
En el estadio de Yokohama, donde se esperan cerca de 25.000 aficionados de la torcida paulista, Corinthians buscará romper cinco años consecutivos de victorias de clubes europeos.
"Sabemos que será duro. Están defendiendo y jugando bien", destacó el defensor de su rival en la gran final, aunque avisó: "Una final es un partido completamente diferente, y las pequeñas cosas pueden decidirla".