BOGOTÁ -- El Coliseo Cubierto Campín, con capacidad para 14.000 espectadores, se volvió a vestir de gala. El mismo estadio que fue testigo del duelo Novak Djokovic ante Rafael Nadal en 2011, ahora recibe a Roger Federer con todos los honores.
A horas de haber arribado a Bogotá procedente de Buenos Aires, el suizo volvió a jugar fútbol-tenis, esta vez con la presencia de Farid Mondragón, siempre con gran predisposición y animosidad ante los bogotanos que por primera vez lo tenían frente a frente.
Carismático y paciente, dispuesto a complacer a niños, jóvenes y ancianos, dejó ver sus dotes como futbolista, al cabecear y en devoluciones precisas del balón e incluso entregado al equilibrio del balón con golpes de pie, para ganarse incontables aplausos.
Tal como sucedió en toda su gira por Sudamérica, el suizo recibió tradicionales souvenirs. Esta vez indumentaria típica de los Andes, además de una casaca de la Selección colombiana de fútbol, mientras que el portero de 41 años accedió a una chomba del ganador de 17 torneos del Grand Slam.
Más tarde, el helvético y el francés Jo Wilfried Tsonga se trasladaron hasta el estadio de la fundación social Compensar para realizar una clínica para chicos, en donde muchos tuvieron la posibilidad de pelotear con ellos, con el sueño de, algún día, ser como el más grande de todos los tiempos.
En medio de palabras de ánimo y enseñando como tomar la raqueta o como contestar una bola, se dedicó a jugar un poco primero con algunos adultos y luego con niños.
Hoy, en la previa de Federer - Tsonga que cerrará la gira del suizo por la región, jugarán un partido de doble mixto los locales Alejandro Falla y Santiago Giraldo en pareja con la eslovaca Daniela Hantuchova y la checa Andrea Hlavackova, respectivamente.