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Reacción al triunfo de los Cowboys

Brandon Carr preparó una anotación para los Cowboys con una intercepción crítica. USA TODAY Sports

ARLINGTON -- Cualquier esfuerzo que los aficionados de los Dallas Cowboys y los Pittsburgh Steelers hayan hecho para venir desde Mexico este domingo al Cowboys Stadium, fue recompensado.

Los mexicanos invadieron el estadio de los Cowboys que vencieron a los Steelers en tiempo extra para seguir más vivos que nunca en sus aspiraciones de postemporada, las que parecían perdidas hace más de un mes.

Fue un memorable partido para la joven historia del Cowboys Stadium, en el que ambos equipos jugaron con tal intensidad que se asemejó un juego de postemporada.
De hecho, con la victoria 27-24 sobre los Steelers, los Cowboys siguen pensando en playoffs. Dejaron su marca en 8-6 para alcanzar un triple empate en el primer sitio de la División Este de la Conferencia Nacional.

"No estamos preocupados por las posiciones", dijo el entrenador en jefe de los Cowboys, Jason Garrett. "Sólo tenemos que preocuparnos de nosotros mismos; salir a tratar de dar nuestro máximo esfuerzo, como estos muchachos han hecho desde hace más de un mes que hemos estado contra la pared".

Para los Steelers, su récord ahora es de 7-7, en tercer sitio del Norte de la Americana. A Pittsburgh le restan dos partidos por disputar en la campaña regular

Tony Romo se convirtió en el primer quarterback que superó las 300 (341) yardas contra los Steelers desde el 2010. Romo pasó sin intercepciones para dos touchdowns, incluido uno para Dez Bryant, quien finalmente eligió jugar con un dedo fracturado en vez de operarse y faltar al resto de la temporada. Bryant atrapó cuatro pases para 59 yardas, el más largo de 24, a pesar de que jugó con el dedo índice entablillado de manera prominente.

"Este equipo nunca se rinde", dijo Bryant. "No importan las lesiones, los problemas, todo por lo que hemos pasado. Vamos a pelear hasta el último minuto de la temporada".

El receptor anotó por sexto juego consecutivo, en los que se ha convertido en el alma de la ofensiva de Dallas.

El ataque de los Cowboys en total logró 415 yardas totales, incluidas 81 por tierra del corredor DeMarco Murray, quien promedió 5.8 yardas frente a la defensiva que aceptaba menos de cinco por partido.

"Creo que conforme progresa la temporada, hemos ido entendiendo cuáles son nuestras necesidades, en qué somos buenos y en qué tenemos problemas", dijo Romo. "Si corremos el balón bien, es mucho más fácil mi trabajo. Hoy jugamos contra una defensiva que sabe detener la carrera. Había que pasar y creo que lo logramos".

El esquinero Brandon Carr, el refuerzo de 50 millones de dolares, interceptó un pase a Ben Roethlisberger que dos jugadas después Dan Bailey convirtió en el gol de campo ganador en el tiempo extra. El esquinero resarció a una lastimada defensiva que abrió sin seis titulares y que en la primera serie del encuentro contra los Steelers perdió a otro linebacker, Ernie Sims, quien salió conmocionado.

"Son jugadas que siempre sueñas", dijo Carr con respecto a la intercepción. "Fue el reflejo de todo el año en que nos hemos mantenido batallando".

Los Steelers lograron 388 yardas, pero un balón suelto en el último cuarto en regreso de despeje pareció el principio del fin.

Roethlisberger se echó al equipo a hombros; compró tiempo en la bolsa de protección quitándose tacleadas por todos lados. El ejemplo más claro fue en el último cuarto, cuando se quitó al menos cuatro golpes antes de enviar el balón a Antonio Brown, permitiendo a sus Steelers tomar la ventaja por vez primera en el partido 24-17.

"Creo que toda nuestra ofensiva compitió", dijo el entrenador de los Steelers, Mike Tomlin. "Es obvio que no hicimos suficientes jugadas en momentos críticos, sobre todo cuando pudimos asegurar la victoria".

"Hay que darle crédito a los Cowboys", agregó. "Supieron hacer jugadas de ambos lados del balón cuando más necesitaban".

Fue el final feliz de una semana emocional para Dallas en la que atravesaron incluso por el velorio de Jerry Brown, su ex companero fallecido en un accidente la semana anterior en el que otro miembro de los Cowboys, Josh Brent, conducía en estado de ebriedad.

Para los mas de 25 mil mexicanos que los Cowboys calcularon en su estadio este domingo fue un respiro. Entre los miles de aficionados mexicanos en el estadio estuvo el ex presidente Felipe Calderón acompañado de su esposa, Margarita Zavala.

Fue la tercera victoria consecutiva por primera vez este año en igual número de partidos en diciembre. Dallas ha ganado seis de sus últimos siete partidos, y es la primera ocasión que los Cowboys tendrán marca ganadora en diciembre desde el 2001.

Los Steelers, en cambio, han perdido cuatro de cinco y sus posibilidades de ir a la postemporada ya dependen de terceros resultados.

Los Cowboys recibirán a los New Orleans Saints el próximo domingo, en el que será su último partido en casa, de nuevo con la obligación de ganar, ya que amarrán playoffs si triunfan en sus dos juegos restantes, incluido también el último, en Washington ante los Redskins.

"Un empate en la división, después de 14 partidos, significa nada", dijo Garrett. "Tenemos aquí a los Saints la próxima semana. Lo único que podemos hacer es mejorar y aprender de este partido".

"Claro que me di cuenta de todos los mexicanos que estaban en la tribuna", dijo Romo. "Así es siempre. Pero hoy creo que vi más y muchas pancartas en apoyo… de ambos equipos".