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Nada ha cambiado

MIAMI -- Si hubo algo clave que el tres veces JMV de la liga LeBron James mantuvo durante el emocionante duelo del martes con el tres veces campeón de anotaciones de la NBA, Kevin Durant, fue la perspectiva.

La tuvo de sobra.

James tuvo varias oportunidades para hablar de cómo el partido de Navidad del Miami Heat con el Oklahoma City Thunder reavivó las emociones que vivió hace seis meses, cuando el Heat venció al Thunder en la misma cancha para quedarse con las Finales de la NBA.

Pero James se negó a seguir ese camino.

Le preguntaron varias veces tras conducir al Heat a una victoria por 103-97 el martes si después de cinco victorias consecutivas Miami ha creado alguna clase de ventaja psicológica sobre Durant y Russell Westbrook que el Thunder tal vez no logre superar a corto plazo en esta magnífica rivalidad que está naciendo.

Pero James no quería formar parte de esa discusión.

"Entendí que ésta es la primera vez que nos enfrentamos a ellos desde la victoria en el Juego 5 [de las Finales]", dijo James. "Pero ninguno de esos recuerdos volvieron. Se sintió muy bien. No voy a decir que sólo fue un partido más de la temporada regular. La sensación fue muy buena, hubo mucha fluidez. Pero nada se compara con junio".

Como dice el cliché, las acciones dicen más que las palabras. Y los resultados repetidos tienden a hablar más fuerte aún. Seguro, han pasado seis meses desde que James ganó su primer campeonato tras dominar a Durant y al Thunder. Pero al menos una cosa no ha cambiado: Oklahoma City todavía no se arma bien contra el Heat.

Y hasta que el Thunder no comprenda que no podrá vencer a Miami en su propio juego -- que el juego bajo de tres contra a tres sólo favorece al Heat -- el resultado final entre estos dos equipos no va a cambiar cuando el título esté en juego.

James y el Heat serán inteligentes y humildes con respecto a esto. Pero saben que siguen siendo el equipo a vencer, y que Oklahoma City sigue siendo el primero de ellos en parpadear. Miami todavía dicta el ritmo, el nivel de agresividad y todos los duelos significativos en la cancha.

Los enfrentamientos entre el Heat y el Thunder todavía se juegan bajo los términos de Miami, de la misma manera que los entrenamientos de temporada baja de James y Durant por lo general se llevan a cabo en el terreno de James.

El martes, el Heat resistió los 33 puntos de Durant (la marca más alta del partido), un doble-doble de Westbrook, verse superado en rebotes y una discrepancia de 19 intentos de tiros libres, y aún así fue capaz de enviar al Thunder a casa frustrado.

James casi terminó con un triple-doble, con 29 puntos, nueve asistencias y ocho rebotes en 42 minutos. El Heat también recibió otra actuación muy completa y explosiva de Dwyane Wade, una segunda mitad de 10 puntos de Chris Bosh y 20 puntos de Mario Chalmers (su marca más alta de la campaña). Fue una reminiscencia de aquellos partidos de junio, cuando Miami recibió lo que necesitaba de su Big 3 y un impulso inesperado de sus jugadores de reserva para ganar cuatro partidos seguidos luego de perder el Juego 1.

El Heat sabe que el Thunder no puede superarlos ahora mismo cara a cara con Durant, Westbrook y Kevin Martin, quien reemplazó a James Harden, como los únicos jugadores que hacen daño, mientras Serge Ibaka y Kendrick Perkins miran desde afuera. El Thunder llegó con 12 triunfos en sus últimos 13 partidos y con la mejor marca de la liga. El martes dejaron el American Airlines Arena abatidos, frustrados y todavía en busca de respuestas ante su principal enemigo.

"Siempre decimos más tarde, más tarde", dijo Bosh sobre la tendencia a restarle importancia a los partidos de temporada regular como oportunidades para demostrar algo. "Pero ahora significa algo. Todos los partidos de la temporada significan algo. No queríamos perder este partido. Es un partido importante, claro. Todo el mundo está mirando. Pero lo más importante es que están usando este juego como una manera de medirse a sí mismos por lo que pasó. Nosotros hemos estado en esa situación, y es una situación muy difícil".

En última instancia, el punto de Bosh era que el Heat quiere repetir como campeón tanto como el Thunder quiere abrirse paso y capturar su primer título. Salvo lesiones graves, Miami sigue siendo el gran favorito del Este.

Y a menos que algo cambie en el enfoque del Thunder o en el desempeño de su personal más allá de Durant y Westbrook, seguirán mirando al Heat desde abajo.

"Creo que hicimos un gran trabajo en la lucha", dijo Durant sobre el intento de cerrar la pequeña brecha entre los equipos. "Todavía nos sacan un par de golpes. Siempre es intenso cuando jugamos. Así es como se da el juego cuando realmente quieres ganar. Sólo tenemos que seguir adelante y seguir mejorando".

Mientras tanto, el Heat sigue adelante con la tranquilidad de que todavía tiene la combinación adecuada para prevalecer ante un conjunto mejorado del Thunder que, como dijo Durant, está a dos golpes de derribar esa pared proverbial. Oklahoma City es un dolor de cabeza para 28 de los otros 29 equipos de la liga ya que pocos son capaces de igualar la longitud de Durant y el atletismo de Westbrook en el perímetro.

Sin embargo, estilísticamente, están hechos a medida para el Heat.

"Por diferentes razones, ellos han intentando cosas diferentes", dijo Wade. "Tienen la capacidad de poner a hombres diferentes sobre nuestros hombres. Pero ellos se arman para nosotros, y nosotros seguimos haciendo lo mismo que hacemos ante la mayoría de los equipos, lo cual es nuestra [zona] de confort".

Con el tiempo, lo más probable es que el Thunder le encuentre la vuelta y acabe por vencer al Heat.

El tiempo ciertamente parece estar de su lado.

Durant y Westbrook cumplieron 24 años en los últimos meses -- y el futuro les depara mucho éxito. Vaya, si lo están haciendo muy bien en el presente.

Pero James, Wade y Bosh están en su mejor momento colectivo.

"Tienen un juego que contrasta con la cantidad de años que han estado en esta liga", dijo Spoelstra sobre las nuevas superestrellas del Thunder. "Es un grupo hambriento. Es un grupo motivado. Es un grupo talentoso. Ese núcleo joven ha mejorado cada año. Tienen un ADN similar al de los muchachos que tenemos en nuestros vestidores".

Spoelstra sugirió que la intensidad del partido del martes fue más similar a la de junio que a la de diciembre.

Es una diferencia de seis meses.

Sin embargo, el tiempo parecía detenido para el Heat.