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Grandes Ligas: Lo peor del 2012

1) MELKY CABRERA SE DERRUMBA


El año 2012 comenzó con un traspié de Grandes Ligas por la cancelación del dopaje positivo de Ryan Braun debido a fallas técnicas en el manejo de la evidencia. Luego, como tantos otros cuentos de hadas del béisbol en la pasada década, Melky Cabrera se derrumbó por su propio peso cuando llevaba un ritmo de bateo infernal y reclamaba el JMV del Juego de Estrellas.

Al momento de confirmarse su prueba positiva a testosterona el 15 de agosto, Cabrera era líder en hits (159) y promedio (.346), y si no fuera porque MLB y el sindicato de jugadores tomaron medidas sin precedentes a petición del jugador para retirar su candidatura al título de bateo, éste hubiese sido certificado campeón bate de la Liga Nacional sobre su compañero de equipo, Buster Posey.

Al final los Gigantes lograron ganar la Serie Mundial sin Cabrera, y eventualmente el dominicano fue firmado por los remodelados Azulejos de Toronto bajo un acuerdo de dos años y $16 millones, tal vez la mitad de lo que valdría su firma en el mercado de agencia libre si sus números del 2012 fueran confiables.


2) POSITIVOS: MANNY RAMÍREZ Y BARTOLO COLÓN

Al cruzar el puente desde San Francisco hacia Oakland, dos leyendas del béisbol dominicano fracasaron en las pruebas de dopaje mientras vestían el uniforme de los Atléticos. Manny Ramírez nos obsequió su tercer positivo bajo la política antidopaje mientras jugaba en las menores. Bartolo Colón nos rompía el corazón al hacer una farsa de su mágico regreso al montículo con sus propios excesos de testosterona.

Posteriormente, ambos jugadores fueron recibidos con los brazos abiertos en la liga invernal de la República Dominicana. Los Atléticos, a diferencia de los Gigantes con Melky Cabrera, decidieron darle una segunda oportunidad a Colón en 2013 con un contrato de un año por $3 millones garantizados y hasta $6 millones con incentivos.


3) OZZIE ABRIÓ LA BOCA

Tratándose de Ozzie Guillén y la boca, son pocas las palabras que nos pueden sorprender, y eso lo sabían de entrada los Marlins de Miami cuando lo importaron de los Medias Blancas de Chicago. Añada un tercer ingrediente, Fidel Castro, y mezcle una cucharadita con Guillén y la boca en el sur de la Florida y en un estadio nuevo en medio de La Pequeña Habana. Guerra fría.

Guillén pidió sendas disculpas y asumió su castigo. Fue un mal comienzo y un peor final para el piloto venezolano, quien cierra el 2012 desempleado y con pocas esperanzas de regresar a las mayores sin antes reformar un poco su vocablo florido.

Y los Marlins volvieron a ser esos Marlins que comienzan el año entre brillo y lujo y terminan como un automóvil desmantelado por piezas en algún callejón oscuro del barrio.


4) EL FAUSTO DE HERNÁNDEZ

Fausto Carmona inició el año 2012 como quien le vende el alma a Mefistófeles: tras las rejas en la República Dominicana al ser denunciado por falsa identidad. Su verdadero nombre resultó ser Roberto Hernández, no Fausto Carmona, y su verdadera edad resultó ser de 31 años, no 28.

Tras cumplir los procesos burocráticos de inmigración y una suspensión de tres semanas, Hernández realizó tres apariciones para un total de 14.1 entradas, 12 carreras limpias y 7.53 de efectividad para los Indios de Cleveland.

Firmó con los Rays de Tampa Bay por $3.25 millones para la temporada 2013.


5) ADIÓS PASCUAL PÉREZ, GARY CARTER, MARVIN MILLER

El pitcher dominicano Pascual Pérez fue hallado muerto en su casa al oeste de Santo Domingo debido a un golpe contundente en la cabeza. La policía dominicana anunció arrestos por el asesinato de Pérez en un aparente intento de robo.

A la corta edad de 57 años, el legendario catcher Gary Carter perdió su batalla contra los tumores en el cerebro. El Kid era uno de esos jugadores intensos y alegres que tanto disfrutamos al verlos sobre el terreno. Su aportación a los campeones Mets de Nueva York de 1986 jamás será olvidada.

Finalmente, el líder sindical Marvin Miller murió a los 95 años de edad. Miller fue nombrado director ejecutivo del sindicato de jugadores en 1966, cuando el salario promedio era de $19,000 con beneficios pobres, mientras los dueños de los equipos generaban ganancias astronómicas. Miller culminó su mandato en 1982, y para entonces los salarios habían aumentado a un promedio de $241,000 con mayores beneficios, además de haber obtenido el derecho de optar por la agencia libre para negociar sus contratos.

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