MINNEAPOLIS -- Si uno pasa algún tiempo junto a Adrian Peterson, aprenderá a descifrar su estado de ánimo por unas pequeñas diferencias en su rostro siempre optimista. Peterson tiene una sonrisa sincera, de esas que mostraba como novato en el 2007, cuando estableció el récord de la NFL de más yardas por tierra en un solo partido.
Hay una sonrisa sarcástica que se asemeja a un ceño fruncido. La he visto al menos una vez, cuando su desempeño errático en el Juego por el Campeonato de la NFC en el 2009 fue factor en la derrota en contra de los New Orleans Saints.
Y después está la sonrisa en conflicto, como la que vimos en su rostro esta semana después de que se quedó cerca de romper el récord de Eric Dickerson de más yardas por tierra en una sola temporada. Su actuación de 199 yardas fue fundamental para la victoria de los Vikings, 37-34, sobre los Green Bay Packers, un triunfo que les otorgó el último boleto de comodines de la NFC. Pero también lo dejó ocho yardas atrás de la marca de 2,105 yardas de Dickerson, y Peterson fue honesto cuando dijo al término del partido que tenía "una sensación agridulce en el interior".
Peterson parecía genuinamente emocionado por ser parte de un equipo de playoffs por tercera ocasión en su carrera. Sin embargo desde que se desgarró dos ligamentos de la rodilla hace más de 370 días, Peterson se había imaginado su final de temporada con logros de equipo e individuales. Cuando los reporteros ingresaron al vestuario de los Vikings cerca de 20 minutos después del partido, Peterson aún tenía su uniforme puesto, aceptando los buenos deseos y abrazos de sus compañeros y empleados de los Vikings, quienes sabían lo cerca que se quedaron de la historia. Después Peterson pasó una buena parte de su entrevista alternando entre decepción y orgullo.
"Lo primero que vino a mi mente cuando escuché que me quedé a nueve yardas fue, 'Es lo que es'. No estaba destinado a suceder", declaró. "No voy a decir que no duele, porque sí lo hace. Pero al final llegamos aquí y cumplimos con el objetivo de lograr una victoria y llevar a nuestro equipo a los playoffs".
¿Qué tan cerca se quedó Peterson? Su último acarreo de la temporada regular fue una escapada de 26 yardas que dejó la mesa puesta para el gol de campo de la victoria de Blair Walsh. Si hubiera anotado un touchdown en ese acarreo --quizás rompiendo otra tacleada y corriendo 11 yardas más-- habría terminado la temporada con un nuevo récord de 2,108 yardas.
"No voy a pensar mucho en eso", señaló. "Voy a pensar un poco al respecto, pero en última instancia es lo que es".
Ahora viene una pregunta que no podemos responder por otras seis semanas. ¿Serán suficientes las 2,097 yardas y un boleto a los playoffs para hacer a Peterson el Jugador Más Valioso de la NFL? Hemos estado una buena parte de esta temporada debatiendo el valor de los corredores frente al de los mariscales de campo, y vale la pena señalar que a pesar de todo el yardaje de Peterson, los Vikings no habrían derrotado a los Packers si no fuera por algunos lanzamientos bajo presión del mariscal de campo, Christian Ponder. Los que están a favor de los pasadores para ganar este premio no dudarán en inclinarse hacia Peyton Manning de los Denver Broncos.
Sin embargo Peterson no dejó ninguna duda sobre su posición.
"No puedo decir que no quiero [ganarlo]", sentenció, "al igual que quería romper el récord. De cualquier manera, en mi corazón, yo soy el Jugador Más Valioso y eso es todo lo que importa".
No rompió el récord y podría no ganar el premio al Jugador Más Valioso. Sin embargo Peterson puede decir una cosa con seguridad: Es un participante de los playoffs. Y vale la pena sonreír por eso, ¿verdad?