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BRISBANE -- El escocés Andy Murray ya seteó su cabeza en el calendario 2013, pero los ecos de su consagración en el último US Open todavía siguen los pasos del N°3 del mundo. En Brisbane, donde disputa el ATP 250 como preparación para el Abierto de Australia, el campeón olímpico contó cómo sigue su vida luego de ser el rey de Nueva York. "En este tiempo he recibido felicitaciones de un montón de gente a la que le gusta el deporte y que más o menos sabía mi historia y el tiempo que había pasado sin un campeón británico de Grand Slam. Se siente bien haber dejado todo eso atrás y ya no preocuparme por ello", reveló Murray. Esa sensación de haber superado un obstáculo mayúsculo hace que el escocés afronte un nuevo Major con particular cautela: "Probablemente esté un poco más relajado que lo que normalmente me siento en este tipo de momentos, con tan pocas semanas para un Grand Slam. Pero estoy seguro que una vez en la cancha todo se mantendrá igual". Además, el jugador se refirió a la posibilidad que tuvo a fines de 2012 de ser nombrado Caballero del Imperio Británico, un galardón que sí recibieron otros deportistas del Reino Unido, como el ciclista Bradley Wiggins. Pero Andy cree que todavía le falta recorrer su camino para convertirse en "Sir Murray": "Necesitas hacer muchas cosas importantes y por un largo tiempo para merecer un honor semejante. Yo solo vengo haciendo lo mío por un par de años así que definitivamente necesitaré ganar unos cuantos partidos y torneos más para tener una chance".
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