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¿Qué esperar de 2013?

La selección deberá tener un ciclo libre de estrés ante un hexagonal complicado hacia el Mundial. Getty Images

LOS ANGELES -- El año nuevo trae la oportunidad de hacer enmiendas de los errores pasados y la probabilidad de alcanzar metas no logradas. Deseos y sueños se manifiestan en cantidades enormes, y gigantescas en la escala individual.

Así que soñemos un poco. Veamos el 2013 como un campo de suelo fértil donde el fútbol de los Estados Unidos cultivará esos gigantescos sueños. Aquí hay cinco esperanzas para 2013. Disculpen si son un poco exageradas, pero de eso se trata un año nuevo.

1. Un estadio nuevo para el D.C. United.

Houston tiene un nuevo recinto, San Jose tiene mal terreno, la mala situación de New England es su propia factura y el United está deshecho. Con los nuevos propietarios y un (aparentemente) concejo municipal de mente abierta, podría (finalmente) ser el año. Hay una noción que darle su propio estadio al United es la última pieza que debe encajar para que finalmente podamos decir que la MLS "está para quedarse". Hasta los dueños rivales del D.C. lo celebrarían (discretamente).

2. Una próspera clasificación a la Copa Mundial de 2014 por la selección de Estados Unidos.

"Próspera", en cuanto a "no estresante". O, si no es mucho pedir, "menos estresante que el peor de nuestros miedos". La primera parte del hexagonal es un reto, con un viaje a Honduras el 6 de febrero, un partido de local contra Costa Rica, y un viaje a México el 26 de marzo, todos en el primer cuarto. Si los muchachos de Jurgen Kilnsmann pueden sacar, digamos, seis puntos de esos partidos, los fánaticos deberán dando vueltas en el aire. Mientras el resto del calendario no es nada fácil, la menor presión es sacar puntos cruciales en septiembre y octubre lo mejor que se pueda.

3. Un triunfo en suelo mexicano en un juego importante.

Lo que significa ganar el 26 de marzo. Los norteamericanos dejaron atrás una jetatura en el Estadio Azteca con una victoria amistosa en agosto, y aunque esa victoria tiene significada, no tuvo repercusiones pasando el silbatazo final. Una victoria en México cuando ambos estén dando lo mejor de sí mismo, ayudaría a impulsar a la selección el resto de su campaña de clasificación, al igual que un colchón a Klinsmann si el equipo llega a tambalearse en algún momento.

4. Un heredero a las glorias de Landon Donovan.

Tanto en el campo como fuera de él, tanto para el equipo como el país. La tentación de Donovan con tomarse un sabático ha encendido las alarmas en las oficinas centrales de la MLS y en los foros de fútbol estadounidense. No es que la selección y Los Angeles Galaxy no puedan ser exitosos sin él, es que ninguno se siente completo si no está en el campo. Donovan es un "talismán" porque su presencia es casi tan importante como su juego. Este 2013, tanto el equipo nacional como L.A., necesitan identificar al jugador o a los jugadores que les darán el mismo sentido de calma y confianza, y hacer que funcione.

5. Poca o nula especulación de quién será "el próximo Beckham" de la MLS.

Aquí hay algo en que Don Garber, el comisionado de la MLS y yo estamos de acuerdo: la MLS ha superado la necesidad de un David Beckham. Aunado a la triste realidad de que sólo hay un David Beckham en el mundo, es muy claro que no habrá otro llegando a la MLS. El perfil de la liga se vio increíblemente resaltado por la presencia de Beckham, pero su duración a largo plazo se verá dictada con la habilidad de conectarse a los fanáticos al fútbol por sus méritos colectivos.