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Defensa de Knicks clave ante Spurs

NUEVA YORK -- Los New York Knicks no lo estaban pasando muy bien que se diga en los últimos partidos, incluso con la vuelta a juego de su canastero Carmelo Anthony y el debut oficial de Amar'e Stoudemire. Dos reveses al hilo ante los Sacramento Kings y los Portland Trail Blazers habían sido los resultados obtenidos con ellos en la cancha.

Este jueves tenían la dura encomienda de no caer en una racha de tres derrotas seguidas por primera vez en la temporada cuando enfrentaron a los poderesos San Antonio Spurs en el Madison Square Garden. No defradudaron.

Con una buena actuación de 23 tantos de Carmelo Anthony y una demostración de poder debajo de los tableros de Tyson Chandler, lo Knicks se llevaron el que quizás fue su triunfo más contundente de la temporada al vencer 100-83 ante los Spurs.

En lo que fue su segundo partido del 2013, los Knicks se aprevecharon de unos flojos Spurs que no dieron señal alguna de ser el equipo con el mejor récord de la liga –ahora con 26-9-. La defensa de Chandler, quien barrió los tableros con 14 rebotes, 11 de ellos defensivos.

"Pienso que la defensa de Nueva York estuvo genial esta noche", dijo con conformidad el dirigente de San Antonio, Gregg Popovich, a sabiendas que su equipo no estuvo a la altura de lo esperado. "Estuvimos un poco bajos de combustible. Ellos jugaron bien y nos patearon el trasero".

En el primer cuarto de juego, los Knicks mostraron solvencia con Anthony encabezando la ofensiva (9 puntos) y una defensa que limito a Tim Duncan en dos puntos. Era un buen presagio para un equipo que les había permitido a sus dos más recientes oponentes un 41.3 por ciento de acierto al canasto desde la línea de tres puntos, y los Spurs entraron al juego con un 47.5 por ciento de larga distancia.

El equipo que dirige Mike Woodson pudo mantener la distancia y se fue al camerino en el medio tiempo con una ligera ventaja de 42-40, un indicativo que el cotejo iba a ser cerrado hasta el final. Pero no fue de esa manera.

Los neoyorquinos, a veces erráticos de la cuenta de cara al canasto, contaron con un buen performance del conductor sustituto Pablo Prigioni en los minutos que vio acción, dando un total de 9 asistencias con tres robos de balón, y ejecutando buena presión sobre Tony Parker, para llegar al último tramo del encuentro con ventaja de siete puntos.

"Ellos llegaron en el tercer cuarto y nos hicieron muchos disparos", expresó Popovich. "Ellos realizaron muchos tiros. Podía ver que no se nos iba a dar. Estuvimos bajo de combustible y su defensa fue muy buena, una mala combinación".

Pero fue la defensa del centro Tyson Chandler sobre Duncan, principalmente lo que permitió que los Knicks llegaran a esas instancias en ventaja. El delantero cuatro veces campeón de la liga entró al cuarto periodo con apenas 11 tantos.

"Pienso que estuvimos flojos en los pasados 10 partidos. Nuestra defensa estaba yendo por otro camino. Vimos videos todos juntos en la manaña para mostrarles a los jugadores en dónde estabamos al comienzo de la temporada, especialmente cuando éramos los número uno en defensa", comentó el entrenador de los Knicks, Mike Woodson sobre lo mal que estaban ejecutando los esquemas defensivos. Estábamos haciendo todo correctamente. Pero algo estaba fallando. Es mi trabajo hacerlos salir al tabloncillo y dar el cien por ciento y jugar defensa a un alto nivel. Y no estuvimos consiguiendo eso en los últimos 10 encuentros", apostilló.

No fue la noche de Duncan (11 puntos), tampoco del argentino Emanuel "Manu" Ginóbili (9 puntos, 2 rebotes) ni la de Parker (11 puntos, 6 asistencias). Fue tanto así que el trío de ases de los Spurs vio prácticamente el cuarto periodo desde la banca.

"Ellos estaban con mucha energía . Nosotros veniamos de jugar muchos partidos en pocos días y nos superaron", fue la respuesta de Ginóbili ante la soberbia demostración del rival neoyorquino.

Estuvieron indetenibles los Knicks, dándoles a los visitantes una verdadera lección de cómo jugar baloncesto. Ya faltando seis minutos de juego era una paliza de 20 tantos del combinado de la "ciudad que nunca duerme".

Al final, los Knicks terminaron ganando de 17, un triunfo que reconforta al equipo y a los aficionados, y que al mismo tiempo mejora su foja de local a 13-3.