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ROSARIO -- Un negocio de un hincha y conductor de programa partidario de Central fue atacado con bombas molotov; en tanto que un hincha recibió un tiro en un pie en dos nuevos hechos de violencia de una secuencia que parece no tener fin, a tres días del clásico del fútbol local. En horas de la noche una inmobiliaria de Gonzalo Lazzarini, conductor de Rosario, de Central, en el macrocentro rosarino, sufrió un ataque con bombas molotov, supuestamente lanzadas por dos jóvenes, según habrían dicho testigos del hecho. Fuentes policiales señalaron que el ataque a la inmobiliaria ubicada en Viamonte y Corrientes se produjo en momentos en que un corte de luz afectaba a toda esa zona y dos muchachos tiraron una molotov contra la persiana del local. En declaraciones radiales, Lazzarini, quien comparte el negocio con su padre Rubén, aclaró que "nada tiene que ver mi participación en la política de Central".
"Esto no es una interna, está relacionado con el clásico y nada tiene que ver con el folclore, esto es vandalismo", sostuvo Lazzarini. El otro confuso episodio se dio en Iriondo al 300, en proximidades del Cruce Alberdi, en momentos en que tres hinchas canallas se encontraron con otros muchachos que realizaban pintadas en favor de Newell's Old Boys. Uno de los integrantes de esos grupos resultó con un tiro en un pie. Los hechos de violencia se están dando de un día para el otro. Ya fueron atacados la subsede Británica y una dependencia de Central, y ayer fue el turno de la tienda oficial de Newell's. La organizadora de los partidos ya pagó el millón de pesos a los clubes para los dos amistosos, el del domingo en el Gigante de Arroyito y el del 27 en el Parque Independencia. Tras el ataque a la tienda de Newell's y los ataques a las sedes centralistas se decidió que ambos encuentros se jueguen sin público visitante. Asimismo, la jueza de instrucción Alejandra Rodenas, reconoció a la radio La Ocho que "El problema no es la cancha, sino las adyacencias y la ciudad. Y la ciudad está complicada".
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