Mientras la "Fernandomanía" acaparaba la atención de la afición mexicana a inicios de la década de los años 80, otra joven promesa esperaba su turno de brillar con características similares en el montículo.
Teodoro Higuera debutó en la Liga Mexicana de Béisbol con los Indios de Ciudad Juárez en 1979 y para 1983 era uno de los mejores lanzadores del circuito veraniego.
Su actuación captó la atención de los Cerveceros de Milwaukee, quienes compraron su contrato y lo asignaron a las menores para 1984.
En 1985 debutó en las mayores como parte de la rotación y terminó con marca de 15-8, 3.90, números que le valieron para terminar segundo en la votación al Novato del Año de la Liga Americana.
Pero en su caso no hubo un síndrome de una mala segunda temporada; al contrario, Teddy se alzó en 1986 como uno de los mejores lanzadores de la liga terminando con marca de 20-11, efectividad de 2.79 y 207 ponches en 248.1 entradas de labor en 34 aperturas.
Esta actuación le valió la invitación al Juego de Estrellas y culminó segundo en la votación al premio Cy Young, superado por Roger Clemens, quien tuvo una soberbia temporada con marca de 24-4.
Higuera fue el lanzador número uno de los Cerveceros hasta 1990 cuando las lesiones limitaron su actividad.
Lanzó en total nueve temporadas con los lupulosos dejando registro de 94-64 y promedio de carreras limpias de 3.61.
Su legado como uno de los mejores lanzadores mexicanos de todos los tiempos le valieron su exaltación al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano en 2011.