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Lazos que (casi) los unen

Ray Lewis estaba en el radar de Bill Belichick desde que dirigía a los Cleveland Browns. Getty Images

BRISTOL -- Cual debe de ser, los Baltimore Ravens de Ray Lewis y los New England Patriots de Bill Belichick chocan el domingo por la noche para definir al campeón de la AFC en lo que puede ser el juego final para uno de los más grandes jugadores en la historia de la NFL.

De no ser por Belichick, Lewis no estaría en Baltimore.

Traten de seguirme: Belichick era entrenador en jefe de los Browns en 1995, cuando Cleveland canjeó una selección de primera ronda a los San Francisco 49ers a cambio de varias selecciones. Los 49ers usaron la décima selección global del draft, proveniente de Cleveland, en el receptor abierto de UCLA, J.J. Stokes.

But Belichick nunca pudo utilizar la segunda selección de primera ronda que obtuvo de los 49ers en el canje. Antes de que pudiera hacerlo, fue despedido y Cleveland mudó la franquicia a Baltimore, que heredó en 1996 la selección de primera ronda que había adquirido Belichick de San Francisco.

Baltimore usó su propia selección de primera ronda de 1996 en el tackle ofensivo de UCLA, Jonathan Ogden. Luego, invirtió esa segunda selección de primera ronda, la que trajo Belichick de los 49ers, en el apoyador de la Universidad de Miami, Ray Lewis. Baltimore creyó, acertadamente, que en un draft había adquirido las piedras angulares para su ofensiva y defensiva, respectivamente.

La otra ironía es que Lewis estuvo cerca de terminar jugando para Belichick, de todos modos. Después de que Cleveland despidiera a Belichick, los New England Patriots y su entrenador en jefe, Bill Parcells, lo contrataron como coordinador defensivo en 1996. Una de las misiones de temporada baja de aquellos Pats era elevar el nivel de talento de sus apoyadores.

Así que en un día de primavera de 1996, Belichick voló a Miami y pasó casi un día entero viendo videos de juego con Lewis, pidiéndole leer y analizar todas las jugadas, conociéndolo para el caso de que New England lo quisiera seleccionar. Y ese era el caso, pero para segunda ronda. Antes de que Lewis cayera hasta el regazo de los Patriots en la segunda vuelta, los Ravens lo reclutaron con la selección Nº 26 global, que había adquirido Belichick para Cleveland procedente de San Francisco.

New England optó entonces por usar su selección de tercera vuelta en oto apoyador, Tedy Bruschi de la Universidad de Arizona. Es otra prueba de lo impredecible que a veces bota el ovoide, afectando vidas y legados.

Con Baltimore y New England a 60 minutos de ganarse un boleto para New Orleans y el Super Bowl XLVII, la ironía final es cuánto tuvo que ver Belichick para que los Ravens estuvieran posicionados en donde se encuentran. Sin Belichick, Lewis no hubiera pasado 17 campañas memorables en Baltimore.

Ahora, los dos hombres pasarán otra tarde juntos, con el título de la AFC en juego.