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Andreu y Ferrari involucrados

LOS ANGELES -- La primera impresión que Lance Armstrong dejó en la Tour de Francia fue inolvidable. Era un novato en el circuito profesional y ya entregaba tarjetas de presentación y usaba gorras con logo personalizado. Aún no ganaba nada y ya empezaba a posicionar su marca.

Desde que era muy pequeño ya intentaba hacerlo. En una ocasión, poco antes de correr un triatlón, buscó patrocinio en varios negocios de Austin, Texas. Cuando todos dijeron que no, corrió a una imprenta y pidió que rotularan un anuncio para su principal patrocinador: "Amo a mi mamá", decía.

Con el tiempo, el niño comenzó a desarrollar grandes capacidades sobre la bicicleta y eso lo llevó muy pronto a Europa. En 1992 el carácter de Armstrong era conocido: arrogante, carismático y explosivo: si un coche se acercaba a él en la carretera, inmediatamente tenía una respuesta irreverente con las manos o con la boca. Sus compañeros de entonces describen que tenía unas ganas desmedidas de triunfar. Era su primera temporada en Europa y él ya se sentía el líder del equipo Motorola.

Estas son más piezas para entender su caso.

BETSY ANDREU

El 27 de octubre de 1996 es una fecha indeleble en el expediente Armstrong. Aquella tarde, mientras luchaba contra el cáncer, recibió en su habitación del Hospital de la Universidad de Indiana a su compañero de equipo Frankie Andreu y a su entonces prometida Betsy.

Armstrong estaba desganado e inusualmente delgado. En su habitación había miles de postales e impresiones de correos electrónicos que le deseaban una pronta recuperación. Pronto Armstrong, Frankie y Betsy decidieron mudarse a una sala de conferencias para ganar un poco de espacio.

Ahí se unieron a ellos Chris Carmichael (entrenador personal de Armstrong) y su novia y dos personas más. Minutos después dos doctores entraron al cuarto. Betsy Andreu recapituló años después que uno de los doctores preguntó a Armstrong si alguna vez había utilizado sustancias dopantes. Y la respuesta fue baja, pero contundente, Armstrong dijo que sí: "esteroides anabólicos, hormona de crecimiento humano, EPO, cortisona y testosterona".

La confesión causaría muchos problemas a Armstrong tiempo después. Apenas ayer, en la entrevista con Oprah, aceptó que ese incidente alguna vez sucedió.

MICHELE FERRARI

El dopaje de Lance Armstrong está documentado desde antes de ser diagnosticado con cáncer en 1996, sin embargo, los mejores resultados llegaron con los años posteriores al consumo de sustancias prohibidas. La razón principal, dicen los informes, es el médico italiano Michele Ferrari, uno de los más reconocidos expertos en dopaje.

Después de convertirse en el campeón de ruta más joven de la historia en 1993, Armstrong tuvo temporadas mediocres en 1994 y 1995. Fue entonces cuando decidió acudir con Ferrari y todo comenzó a cambiar. Se convirtió en un atleta mucho más fuerte y resistente.

Las crónicas de años posteriores documentan que Armstrong visitaba el camper del doctor Ferrari antes de cada competencia y que abría espacios en su agenda durante sus descansos de verano y sus giras por Europa. Fue ahí donde Armstrong aprendió a usar mejor las sustancias prohibidas. Y muy pronto comenzó a ganar.