Leonardo Ayala 11y

Berlocq: "Fue el partido de mi vida"

BUENOS AIRES - Carlos Berlocq dijo que su victoria ante el alemán Philipp Kohlschreiber, en el primer punto de la serie de Davis entre Argentina y Alemania, fue el más importante de su carrera.

Gladiador. Esa palabra-apodo sonó unas cuantas veces en el Mary Terán de Weiss en el primer turno del viernes. Tal vez es la definición que más se ajusta al verlo en cancha, luchando cada pelota como si fuera la última y dejando todo en cada uno de sus impactos. Pero la historia no queda ahí. Y él no le hizo oídos sordos. Con algo de timidez, en conferencia de prensa, Berlocq reconoció que ese sobrenombre sale desde su propio círculo.

"Me dicen así en mi familia", reconoce el argentino, luego de dar batalla durante más de cuatro horas ante el alemán Kohlschreiber. "Además es mi película favorita", remata el oriundo de Chascomús, quien el domingo cumplirá 30 años.

Pero todo gladiador, por supuesto, no nace con el don. Lo alimenta día a día con fruto del esfuerzo y dedicación, cosas que Berlocq no deja de lado ni siquiera en sus tiempos libres. A tal punto de que en Australia, sabiendo que la serie ante Alemania estaba próxima, fue a observar a sus posibles rivales de individuales. "Sabía que existía la chance de jugar y los fui a ver para analizar. También vi videos de ellos", apuntó.

"Soy un trabajador. Hace muchos años que me entreno duro, muchas horas. A veces algunos me cargan con eso", suelta entre risas Charly, quien este viernes logró su primera victoria por Copa Davis y le dio a Argentina la ventaja de 1-0 ante Alemania en una serie que, desde el inicio, se presenta como muy pareja.

Pero el ritual del Gladiador no comenzó a las 11, con el ingreso a su Coliseo, en esta ocasión montado sobre una superficie de polvo de ladrillo. Fue tres horas antes, para ser más precisos. Cerca de las 8 llegó a Parque Roca para trabajar en la relajación de los músculos para dar paso a una entrada en calor con 40 minutos de golpes. Posteriormente, masajes y una ducha fría. Y luego sí, a la cancha para disputar un encuentro que se disputó con más de 35° de sensación térmica, no sin antes una arenga en el vestuario para entrar motivado. Sólo para grandes luchadores.

Y todo hombre que ingrese en la arena, claro, tiene su momento de resarcimiento, para llamarlo de alguna manera. "Había sido un sueño jugar las semifinales ante República Checa, pero me quedó la sensación de la derrota. Desde ese día se me cruzaba la idea de la revancha", dijo Berlocq. Y hoy la tuvo. "Fue impresionante. Todavía no tengo palabras. No caigo. Fue el partido más importante de mi carrera. Estoy feliz, pero consciente de que todavía no se terminó la serie", resaltó en conferencia.

El Gladiador, vitoreado por la gente, tuvo un festejo acorde. Aún en pleno éxtasis por el triunfo, se abrió la camiseta en dos, al mejor estilo Djokovic. "Me salió en el momento. Quizá fue una expresión de que fui muy fuerte dentro de la cancha", remarcó Berlocq. "¿Celebré a lo Novak? Bueno, me faltan algunas victorias más", finalizó, con risas.

LOS DROPS Y LA LESIÓN

Carlos Berlocq encontró la victoria, quizá, en un tiro que no le venía dando tan buen rédito. Hasta el propio capitán del equipo argentino, Martín Jaite, le dijo que dejara de tirar drops, pero él, tozudo, continuó. Y lo acentuó sobre el cierre del encuentro. "Me pidió que no tirara tantos y en ese momento tiré más todavía, como cinco en dos games. Y justo en uno de esos, el cual no ejecuté del todo bien, se terminó lesionando. A veces es bueno un poco de suerte", explicó Berlocq.

Con Kohlschreiber lastimado y sin estar en plenitud, cambió por completo el plano del encuentro. Después de más de cuatro horas de acción, el argentino pasó a ser el claro favorito. "Me entró miedo y sensaciones varias. Sabía que tenía el partido en la mano", dijo al respecto el argentino, quien agregó que "me bajó la adrenalina y me desconcentré, pero por suerte me manejé bien. Y tuve algo de suerte".

^ Al Inicio ^