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Weekend Dime

Finalmente sucedió el viernes por la noche para Los Angeles Clippers.

En el 52° partido de lo que eventualmente será recordado como la primera temporada de 50 victorias en la historia de la franquicia, Vinny Del Negro por fin tuvo su plantel completo de jugadores.

Todos estaban uniformados por primera vez en la temporada para la visita de los Clippers a Miami, televisada por ESPN.

Lo que significa que la paliza que el Heat les dio el viernes también dio lugar a un período de evaluación breve pero crítico para la gerencia de los Clippers tras una dolorosa seguidilla de 3-6 mientras Paul se recuperaba de una contusión en la rodilla derecha. A medida que se acerca la fecha límite de intercambios del 21 de febrero, el equipo de Los Ángeles del que casi nadie se molestó en hablar hasta que CP3 se lesionó debe hacer un balance rápido de cómo encajarán todas sus piezas principales y luego decidir qué tan grande es la necesidad de hacer un movimiento.

Sin embargo, la sospecha aquí es que los Clippers ya lo saben.

En una temporada de ganar o ganar, se parecen cada vez más a un equipo que necesita arriesgarse con un intercambio en plena temporada.

Los susurros de optimismo que emanan del Staples Center acerca de lo seguros que se sienten de que Paul se comprometerá a firmar un contrato a largo plazo cuando llegue la agencia libre en julio han sido rampantes durante meses. Y si el otro equipo de L.A. puede seguir saliéndose con la suya diciendo que están convencidos de que Dwight Howard optará por quedarse, sin importar qué tan mal termine la temporada de los Lakers, tal vez tengan derecho de mostrarse tan seguros.

Como dijo una fuente allegada a la situación esta semana cuando le pidieron que calificara las posibilidades de los Clippers de retener a CP3, teniendo en cuenta su conocida atracción por el escenario de Hollywood y el hecho de que este equipo fue lo suficientemente bueno como para hilar 17 victorias a principios de esta temporada: "Yo digo que un 99.5 por ciento".

Sin embargo, la manera más segura de anular ese medio punto porcentual -- suponiendo que compres el pronóstico anterior -- es que los Clippers lleguen lejos en los playoffs para demostrarle de manera concluyente a Paul que no tiene necesidad de irse a otro lado para satisfacer sus ambiciones de campeonato. Una carrera que los lleve, en el peor de los casos, a las finales de la Conferencia Oeste por primera vez en la historia de la franquicia.

Aquí es donde puedes preguntar, con plena justificación, si el equipo al que muchos consideran como el más profundo de la liga en la temporada regular realmente tiene suficiente experiencia y tenacidad para llegar ahí.

La sospecha aquí, nuevamente, es que los Clippers ya saben que no.

Su necesidad de un socio ofensivo confiable para Blake Griffin en tiempo de descuento, así como de un lanzador adicional para aliviarle la carga a Griffin adentro, son puntos débiles que el ritmo de la postemporada sin duda va a exponer. Sobre todo en una Conferencia Oeste donde los Clippers tienen altas chances de enfrentarse a Golden State, Denver o tal vez incluso Memphis en la primera ronda antes de tener que hacerle frente a San Antonio y/o Oklahoma City.

Entonces...

Puedes esperar que los Clippers seguirán buscando socios de intercambio si los Boston Celtics, como parece cada vez más factible, deciden que no están dispuestos a desprenderse de Paul Pierce o Kevin Garnett a cambio de un paquete encabezado por el protegido de CP3, Eric Bledsoe.

Aunque los Clippers no quieran ni pensar en separarse de Bledsoe antes de tener la firma de Paul en un nuevo acuerdo, fuentes con conocimiento de la situación reconocen que los Clippers saben que es igualmente peligroso (o tal vez más aún) dejar el roster así como está y exponerse a despedirse temprano de los playoffs porque las limitaciones ofensivas de DeAndre Jordan, o sus problemas con los tiros libres (o ambos), podrían anularlo como factor en los playoffs. O porque Lamar Odom fue demasiado pequeño y su juego demasiado bajo como para cerrar partidos junto a Griffin cuando más importaba.

Se dice que hay frustración en ambas partes en lo que respecta a Jordan, ya que el centro de 24 años definitivamente quiere más tiempo de juego y un rol más expandido de parte de Del Negro, ante el supuesto escepticismo del entrenador de que alguna vez será capaz de producir como debería hacerlo el tercer Clipper mejor pago.

Pero cambiar a Jordan por un producto más acabado simplemente no parece factible antes de que suene la chicharra de canjes dentro de apenas 13 días, ya que los posibles socios de intercambio seguramente tendrán todas las mismas dudas. Bledsoe es el Clipper más codiciado por otros equipos, y tendrá serias consecuencias la decisión de L.A. de ceder o mantenerse firme.

Si no hacen nada, igualmente parecerá que los Clippers tienen suficiente capacidad de disparo, como un equipo que está clasificado entre los cinco mejores tanto en eficiencia ofensiva como en eficiencia defensiva durante gran parte de la campaña, como para mantener el rumbo y ganar su primer título divisional en una carrera de 43 temporadas que comenzó en Buffalo.

Sin embargo, una vez más, la sospecha aquí es que todos en Clipperland seguramente saben que va a hacer falta más que un banderín de la División Pacífico para quitarle presión a Del Negro (quien está en el último año de su contrato) y satisfacer la sed de Paul.

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