BUENOS AIRES -- Carlos Bianchi, el
técnico que volvió a sentarse al banco de suplentes de Boca Juniors
después de ocho años y medio, resaltó el "orgullo de los
jugadores", a quienes les agradeció por la victoria 3-2 que
consiguieron ante Quilmes, luego de ir perdiendo por dos goles.
"Agradezco el orgullo que mostraron los jugadores, que dieron
vuelta un partido complicado", dijo el Virrey, en la zona de
vestuarios de la Bombonera, luego del éxito consumado.
"Los primeros 30 minutos la pasamos mal. No estábamos
compenetrados y no hicimos lo hablado durante la semana", explicó
Bianchi.
"Nos hicieron un gol de pelota parada y después nos
complicaron", agregó el entrenador auriazul, quien, a manera de
chicana a sus futbolistas, dijo que recién "llegaron a la cancha
a las 19.45", cuando el partido se había iniciado media hora antes.
"Ya al final del primer tiempo y en todo el segundo, vimos
una actitud diferente", resaltó el DT.
"Lo pudimos haber definido antes", expresó el técnico, en
relación a que el gol decisivo, marcado por Guillermo Burdisso, a
los 35m. del segundo período, podría haberse concretado con
anterioridad.
Bianchi también le dio un mimo al Quilmes de Omar De
Felippe, del que sostuvo: "Es un equipo duro, que está bien parado
atrás y sale bien de contra".
Por último, el entrenador se refirió al cariño que le brindó
el público xeneize antes y después del partido y resumió: "Lo
guardo en el corazón. Estoy contento por cómo me recibieron y cómo
me despidieron", finalizó.