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Le salen al paso a Beristaín

Ignacio Bersitaín, entrenador de Juan Manuel Márquez, fue tajante en contra de Timothy Bradley Ethan Miller/Getty Images

LOS ÁNGELES -- No han caído muy bien en el campamento del invicto campeón mundial Timothy Bradley algunas declaraciones vertidas por Ignacio 'Nacho' Beristaín, manager de Juan Manuel Márquez, sobre el invicto monarca universal de la categoría wélter de la OMB.

"Sería una pelea apestosa," disparó 'Nacho' a la prensa mexicana, al negarse a aceptar un combate entre Márquez y Bradley, conceptos que el experimentado hombre de boxeo, reiteró esta semana en entrevista con ESPNDeportesLosAngeles.com.

"Don 'Nacho' busca excusas, diciendo que Bradley es cochino, que utiliza la cabeza con mala intención y eso no es cierto. Por eso me sorprenden las acusaciones de un manager del Salón de la Fama, como Beristaín. No me parece justo que se hable así de mi peleador, porque yo nunca permitiría que un boxeador bajo mi supervisión, haga cosas ilegales o indebidas. Pero, cada quien es libre de opinar, y se le respeta," salió al paso Joél Díaz, manager de Timothy 'Desert Storm" Bradley (29-0, 12 KO's).

"Bradley tiene un estilo muy especial, que no es fácil de descifrar y una pelea entre Juán Manuél Márquez y Bradley sería como la de Márquez con Floyd Mayweather Jr., porque Bradley es muy rápido e inteligente para Márquez," agregó el entrenador del invicto peleador de 29 años, nativo de Palm Springs, California.

Sin embargo, Díaz no quiso polemizar y le puso hielo al tema:

"Si así piensa don 'Nacho' yo lo respeto. Porque él protege a su boxeador en todos los sentidos," le dio carpetazo al asunto Joel Díaz, ocupado en la preparación de su boxeador para la defensa de su faja universal ante el segundo clasificado en el escalafón de la Organización Mundial de Boxeo, el ruso Ruslan Providnikov (22-1, 15 KO's), en función a celebrarse el próximo sábado 16 de marzo, en El Home Depot Center, de Carson, California.

Un compromiso que Díaz considera como propicio para catapultar a su protegido hacia nuevos horizontes:

"Queremos salir bien de esta pelea para buscar algo más grande en el futuro. Yo sé que manteniendo el invicto, hay mejores oportunidades y puertas más grandes que abrir," dijo un animado manager, consciente de que, a pesar de que su peleador está considerado entre los 10 primeros libra por libra del mundo, y de que ha conquistado títulos mundiales en diferentes categorías, y reconocido por varios organismos de boxeo, algo le falta para llegar a la cúspide del deporte.

Porque hasta su victoria, por decisión dividida sobre Manny Pacquiao, el pasado mes de junio, en Las Vegas, sigue despertando dudas:

"Sí, reconozco que los jueces nos beneficiaron," acepta Joel Díaz sobre la discutida puntuación que decretó la primera derrota de Pacquiao en siete años, aquella noche, pero agrega:

"Ellos dieron la decisión. Nosotros solo nos preparamos para pelear y por la forma en que nos criticaron pareciera que nos hubiésemos robado algo, como si fuera lo más valioso del mundo," lamenta el entrenador, quien revela que, incluso, el desenlace tuvo repercusiones más graves:

"Hubo hasta amenazas de muerte para Timothy," denuncia Joel Díaz, sin ofrecer más detalles.

"Nosotros somos gente honesta, que solo hicimos nuestro trabajo, hicimos nuestra pelea y al final, Bradley terminó de pie, algo que no pudieron lograr Oscar De la Hoya, Miguel Cotto, Ricky Hatton y muchos más, que no llegaron a los doce asaltos ante el filipino. A Bradley no lo pudo lastimar, salió limpio de la cara, a pesar que desde el cuarto asalto peleó con su tobillo lastimado. No anduvo corriendo, se movió bien y no le dio posibilidades a Pacquiao de golpearlo con sus combinaciones," concluyó el manager del monarca californiano.