Michael Wilbon 11y

Resiste la prueba del tiempo

Lo preocupante de esta celebración de una semana por el cumpleaños de Michael Jordan es que un gran número de personas, muchas de las cuales se consideran a sí mismas como fanáticas del baloncesto, parecen haber olvidado lo increíblemente grande que fue Jordan como jugador. Reconocen los zapatos y adoran la camiseta. Ellos saben de los seis campeonatos de la NBA y que él fue la estrella del Dream Team de 1992. Pueden identificar videos históricos, como el tiro sobre Craig Ehlo o sobre Bryon Russell o las clavadas que lo distinguieron. Pero no tienen idea sobre la medida de su genialidad en el baloncesto noche tras noche y su incansable sentido de competencia.

Uno tendría que tener 35 años de edad como mínimo para recordar los detalles de la temporada increíblemente prolífica de Jordan, 1986-87, cuando promedió 37 puntos por partido. Incluso algunos que tienen edad suficiente para recordarlo, en su lugar se han encerrado en la prisión del ahora, tal vez desgastados por el constante bombardeo del último instante, la insistencia autoritaria y enloquecedora de que todo lo que pasó hoy es mejor. Tenemos más información y más formas de acceder a ella que nunca, pero parecemos estar cada vez menos dispuestos a hacerlo.

Probablemente resulta algo positivo que lo que ha sido proclamado como el mejor tramo de la carrera de baloncesto de LeBron James coincida con la celebración del cumpleaños de Jordan.

No van a leer una sola palabra negativa acerca de LeBron aquí y, ¿por qué lo harían? Es una maravilla atlética en cualquier generación cuyas facultades físicas, intelectuales y de madurez emocional han llegado a armonizarse para producir uno de los mejores desempeños de básquetbol que jamás hayamos visto.

Pero la noción de que lo que LeBron ha hecho durante sus últimos seis juegos es el mejor tramo de baloncesto en la historia de este deporte es -- para usar una de mis frases favoritas de Bill Russell -- "un error".

"SportsCenter" preguntó si alguna vez se había visto una racha como en la de LeBron: seis partidos consecutivos con 30 puntos, cada uno con un porcentaje de tiros de campo mayor al 60 por ciento. Y la respuesta fue muy simple: sí, por supuesto. Obsesivamente he seguido toda la carrera de Jordan, gran parte de ella en vivo y en persona como periodista deportivo para The Washington Post. En 1989, cuando Jordan estaba probablemente en la plenitud de sus facultades físicas, marcó 10 triples dobles en 11 partidos. Promedió 34 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias con el 51 por ciento de los disparos encestados durante esa racha.

Uno de mis editores en ESPN.com, un hombre que fue periodista deportivo en Chicago durante la mayor parte de la carrera de Jordan, dijo que cuando escuchó por primera vez las estadísticas la tarde del domingo, que Jordan alcanzó los 10 triples dobles en 11 partidos, su primer pensamiento fue: "Eso tiene que estar incorrecto".

Fue lo primero que pensé también, ¿porque quién hace eso en la NBA de hoy? No lo hace LeBron James, tampoco Kobe Bryant, nadie. Pero ahí está, en blanco y negro, del 25 de marzo al 14 de abril. Magic Johnson, quien horas antes había dicho que LeBron podría estar en la mejor racha que había visto en su vida, sacudió la cabeza con incredulidad y dijo: "Yo debería saberlo. Debí haber sabido que Michael tuvo una racha que fue mejor".

Supongo que se puede discutir si uno preferiría un promedio de más de 30 puntos con un 71 por ciento en tiros de campo o un récord de 10 triples dobles en 11 partidos. Para mí, no comparan, el estándar para todo tipo de brillantez en el básquetbol de hoy en día es el triple doble. ¿Sabes lo que hizo Jordan en el juego previo a que su racha comenzara? Acumuló 34 puntos y 17 asistencias ante los Trail Blazers de Portland.

¿Y qué tal el juego en que Jordan no llegó al triple doble en ese tramo de 11 partidos? Qué te parecen 40 puntos, 11 asistencias y siete rebotes (con un 61 por ciento en tiros de campo) en el segundo juego de partidos consecutivos contra los Pistons de Detroit, que llegarían a las finales de la NBA un par de semanas después y que fue 24 horas después de acumular 31 puntos, 10 asistencias y 13 rebotes ante los Pistons en Detroit. ¡Cinco juegos, siete noches, cuatro triples dobles y a tres rebotes para un quinto!

Si un jugador se hallara en una racha de esta magnitud ahora, Twitter explotaría.

Y mientras que los 50 años de Jordan sirven de impulso aquí para profundizar un poco sobre la historia de la NBA, no es como si Jordan tenía el monopolio de la grandeza, o que Jordan es el único jugador de cuya grandeza nos hemos olvidado. Wilt Chamberlain no sólo anotó 50 puntos o más 12 veces en 13 partidos en la temporada de 1961-62, sino que, ya mayorcito en 1967-68 acumuló nueve triples dobles consecutivos.

Pero antes de regresar a Jordan y LeBron, dos cosas rápidas acerca de la temporada del 1962 de Wilt. Qué piensan de estos totales de puntos en partidos consecutivos: 78, 61, 55, 54, 52, 43, 50, 57, 55, 59, 51, 53, 60. Y en la noche en que Wilt anotó 78 puntos acumuló 43 rebotes contra los Lakers. Más tarde, en esa misma temporada de 1962, Wilt tenía noches de 67 puntos y 21 rebotes, 65 puntos y 23 rebotes, 61 y 28, 100 y 25, y 58 y 35.

Si te gusta que la grandeza se exhiba en la postemporada, toma en cuenta que Magic una vez registró dos dígitos en asistencias en los 19 partidos de los Lakers en playoffs en camino hacia el campeonato de 1984-85. Para demostrar que no fue un golpe de suerte, en la postemporada siguiente, Magic repartió dos dígitos en asistencias en 13 de los 14 partidos de playoffs, y en el juego decimocuarto tuvo nueve asistencias. ¿Saben quién no sabía eso? Magic. Le dije que lo iba a encontrar y me dijo que no creía que existiera una racha como tal. Existe. Todos nos olvidamos.

El tipo que realmente tiene que sentirse golpeado con todo esto es Oscar Robertson, quien en esa misma temporada de 1962 promedió 31 puntos, 12.5 rebotes y 11.4 asistencias. Seguramente el señor Robertson tiene que escuchar cómo todos se babean por LeBron (e incluso por MJ hace 24 años) y pensar para sí: "¿Me están tomando el pelo? ¿Alaban a estos chicos por hacer menos de una docena de veces lo que yo hacía cada maldita noche?"

Así que, ¿realmente tenemos que considerar que la racha de LeBron de 30 puntos/60 por ciento en tiros de campo es el mejor baloncesto jamás jugado? La exageración no le hace ningún favor a LeBron, o al mismo Kobe, porque ninguno se compara favorablemente en muchos aspectos con Jordan. Sólo Robertson, Wilt y Elgin Baylor realmente lo hacen estadísticamente, y Bill Russell, por supuesto, cuando se trata de ganar campeonatos. Bryant, en mi libro, se retirará como uno de los 10 mejores jugadores en la historia de la NBA. Pero eso no quiere decir, como se sugirió frecuentemente hace dos años, que otro título lo igualaría a Jordan. Una vez más, la memoria a largo plazo les falla a las personas.

Jordan era un mejor anotador que Kobe, por unos cinco puntos por partido, fue un mejor rebotero (6.2 a 5.3), un mejor pasador del balón (5.3 asistencias a 4.7) y encestó un porcentaje mayor (49.7 a 45.4). Jordan tiró para el 50 por ciento o más por cinco temporadas consecutivas. Kobe todavía tiene que grabar su primera temporada de 50 por ciento en tiros de campo. El único aspecto en el cual Kobe es mejor que MJ es en el tiro de tres puntos, sin embargo, el porcentaje en la carrera de Kobe desde más allá del arco es de 33.6 y 32.7 el de Jordan.

Y pensar que hay dirigentes actuales en la NBA, quienes dirigieron contra Jordan, Kobe y LeBron, que dirán en privado -- pero no en público, a fin de no ofender a los dos asesinos que aún tienen que enfrentar en contra -- que si Jordan estuviera activo en la actualidad, ahora que no se permite el contacto inicial al marcar a tu hombre (handchecking), y que no hay tantos jugadores rudos al estilo de los Pistons, fácilmente promediaría 40 puntos y un 55 por ciento en tiros de campo.

LeBron, si se mantiene sano y sigue jugando para equipos contendientes, posiblemente podría dominar su era y ganar campeonatos suficientes para forzar una conversación comparativa legítima más adelante. Es concebible.

El conjunto de habilidades de LeBron es tan único como el de Jordan. Parece ser tan completo como Jordan, además de ser dos pulgadas más alto y, oh, 40 libras más pesado. Pero todavía no se sabe si LeBron, o cualquier otra persona en los próximos años, va a jugar noche tras noche con el infame espíritu incansable y, sí, la crueldad de Jordan.

Tim Legler, analista de ESPN y ex defensa de la NBA que jugó contra Jordan, se maravillaba hace unos días durante una entrevista radial en el programa de Mike & Mike con el tema de LeBron, pero señaló que podría ser que el Heat, sólo ahora, a mitad de la temporada, esté interesado finalmente en la temporada. Puede ser que LeBron y el Heat, dijo Legler con mucha precisión, sin embargo, no estén jugando todavía con filo de campeonato, al haber ganado ya un título en junio.

Y eso es probablemente lo que ayudó a llevar a Jordan a un lugar que LeBron no ha encontrado todavía, ni Kobe tampoco. Jordan nunca perdió su filo cuando estaba en una cancha de básquetbol. Después de ganar tres títulos, lideró a un equipo a 72 victorias, el mejor récord en la historia de la liga. Y después de hacer eso, dirigió al equipo a 69 victorias para empatar el segundo mejor récord de la liga. Y después de eso, volvió a ganar. Los juegos eran más bien un concierto que concursos competitivos. Jordan ganó cuando quiso, anotó cuando quiso, se enfrentaba al mejor jugador del perímetro del equipo contrario por más de 40 minutos, no al final de los partidos o aquí y allá.

Jordan ha estado muy tranquilo acerca de toda la celebración del cumpleaños número 50, un alboroto que me imagino que preferiría evitar. Pero me encantaría ser una mosca en la pared cuando se entere del otro escándalo, sobre la fabulosa racha de básquetbol de LeBron James y las comparaciones con él, Jordan, en su mejor momento.

Más veces de las que puedo contar, cuando un joven LeBron en sus veinte y pico de años pasaba por alguna crisis en la postemporada, recibía mensajes de Jordan que decían: "¡Oye, dejen al chico en paz, él le va a patear el trasero a todo el mundo un día de estos y te sentirás como un tonto por criticarlo!"

Pero ahora que LeBron ha logrado hacer precisamente eso, como predijeron Jordan y muchos otros, y la gente se olvida de cuánto MJ aterrorizaba a todos los jugadores y emocionaba a todos los fanáticos durante años, me imagino que si Michael Jordan podría conseguir el mejor regalo de cumpleaños, cualquier cosa en el mundo, cambiaría los 50 años por 35, sacaría un par de Air Jordans, caminaría hacia la cancha y le recordaría a la gente lo tonto que es olvidar.

^ Al Inicio ^