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"Es complicado arrancar un año así"

Mayer y su primer triunfo ATP desde el US Open '12 Copa Claro / Sergio Llamera

BUENOS AIRES -- "Desde que pasó lo de la mano no llego ni a 15 días de entrenarme doble turno. Hago hora, hora y media y ya no juego más". Leonardo Mayer (82°) acaba de ganar un complicado debut (5-7, 6-2 y 6-3) en Buenos Aires ante el italiano Simone Bolelli (67°), pero en su cabeza todavía hay lugar de privilegio para las lesiones que entorpecieron su comienzo de temporada.

Repasemos: en los festejos de año nuevo, el argentino se quemó una mano con pirotecnia y debió bajarse de Auckland. Con la zona todavía herida, viajó igual al Abierto de Australia y cayó en el estreno, ante el local Bernard Tomic. "Si veía la mano, no podía jugar", le diría luego a ESPN, graficando la gravedad de las quemaduras.

Ya en el polvo de ladrillo sudamericano, reapareció en Viña del Mar, donde volvió a conjugar debut y despedida. Esta vez, a manos del italiano Filippo Volandri. Y la situación se tornó aún más cuesta arriba en San Pablo, donde -a falta de dolores en la mano- una lesión en la espalda lo obligó a bajarse del cuadro principal (lugar que tomaría su compatriota Martín Alund, dando inicio a una semana soñada para el mendocino).

"De la mano ya estoy recuperado 100%", aclaró el correntino, que en segunda ronda chocará con el español Albert Ramos. "El tema es que no tengo horas de entrenamiento encima. Perdés ritmo y se nota. Es complicado arrancar un año así, con problemas, con altibajos...por eso fue tan importante ganar", revalorizó.

Su victoria ante Bolelli fue la primera en un torneo ATP desde el US Open 2012, cuando batió a Tommy Robredo para alcanzar la tercera ronda (allí lo frenaría Juan Martín del Potro). Además, el europeo llegaba a Buenos Aires con la chapa de haber logrado las semifinales en San Pablo, eliminando en el camino al tandilense Juan Mónaco, tercer favorito y N°15 del mundo.

"En San Pablo era otra cancha, indoor, más rápido...", relativizó Mayer de entrada. Aunque luego recalcó: "Creo haber jugado en buen nivel todo el partido. Con altibajos, claro, pero por momentos a un nivel muy alto...". Su triunfo resultó el único festejo local de la jornada, luego de la caída de Alund y la reprogramación para el miércoles de Nalbandian, Berlocq, Velotti y Argüello. Lejos de sentirse presionado, el correntino destacó que es la primera vez que juega "realmente tranquilo" en Buenos Aires y reveló que esa "relajación" no es casual: "Con mi equipo trabajamos un montón en la parte anímica. Mejorando eso voy a evolucionar muchísimo".