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Nalbandian y toda su jerarquía

BUENOS AIRES -- Vuelve, se adapta, se reinventa y sigue. No tiene problemas, o por lo menos los hace menos palpables, a los cambios de superficies. Su nivel, más allá de las heridas que van dejando los años y las lesiones, se acomoda juegue dónde juegue. Ésa, sin dudas, es una de las recetas por la cual perdura en el circuito. David Nalbandian se mantiene y rinde. Y así lo hizo este miércoles ante Carlos Berlocq en la primera ronda del ATP 250 de Buenos Aires.

El desafío no era sencillo. Había muchas variables. Del estado físico a su juego sin escalas, pasando por la cancha, las condiciones climáticas y el rival. Todo un combo que desembocaba en un signo de pregunta enorme. Y él lo resolvió, no sin antes tener algunos problemas. Fueron duros tres sets, con parciales de 6-3, 2-6 y 6-3. Pero lo sacó adelante, más allá de las adversidades.

"Las condiciones de San Pablo y Buenos Aires son muy distintas", remarcó en conferencia de prensa Nalbandian, alguien que, quizá, tendría que haber sentido un poco más el paso de indoor a aire libre después de no haber jugado singles por más de seis meses. Pero él vuelve, se adapta, se reinventa y sigue. "Las canchas en Brasil estaban en muy mal estado y los puntos eran cortos. Acá de por sí son lentas, y ahora lo son más por la lluvia", continuó, no sin antes marcar la dificultad de jugar con viento cruzado. Un obstáculo más.

La semana pasada a pesar de sumar cuatro victorias de manera consecutiva, incluyendo al español Nicolás Almagro, undécimo en el ranking, no le dejó una buena sensación. En realidad pocos fueron los que se fueron con una linda experiencia de territorio paulista. Pero ahora, en su vuelta a Buenos Aires, el argentino sí quedó conforme con el primer paso, por el resultado y por su juego. "Un poco y un poco. Berlocq es un rival muy duro", no dudó en reconocer.

Al encarar esta gira, que comenzó en San Pablo y tendrá continuidad en Acapulco (recibió un wild-card), Nalbandian sabía que iba a tener duras batallas por delante. La semana pasada jugó ante un argentino, un chileno, un italiano y dos españoles. Todos jugadores nacidos en el polvo de ladrillo. Pero él se adapta, se reinventa y sigue. Su stop fue Rafael Nadal, el máximo exponente en la superficie en los últimos años, quien venía de siete meses inactivo por una lesión.

Y ahora tendrá un desafío bastante similar. En octavos de final lo espera David Ferrer, número cuatro del mundo y con un récord de 13-2 en este 2013. Otro especialista en canchas lentas, y quien fuera su verdugo en las semifinales de Buenos Aires el año pasado. Ése fue el último de los 13 duelos, con ocho victorias para el español.

"Sé que no tengo el mejor cuadro", se sincera David. Y continúa. "Si querés avanzar de ronda y ser campeón hay que ganar todos los partidos. Va a ser un encuentro duro, como siempre lo son ante Ferrer. Cerrados y complicados", comienza a palpitar el cruce Nalbandian. "Está jugando en un gran nivel", asiente.

El momento señalado será en el primer turno de la jornada nocturna del jueves, siempre y cuando no llueva. Y si hay precipitaciones, seguramente David se adaptará, se reinventará y seguirá.