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Italia crece

ROMA -- El cierre del turno de dieciseisavos de final de Europa League nos sirve como excusa para tirar un pequeño balance de lo que fue, por ahora, el camino de los representantes del tricolore en las competiciones europeas.

Balance que es sin dudas muy dulce, a pesar de lo amargo que nos dejó Nápoli con el que fue un verdadero papelón, considerando que terminó por verse eliminado desde la menor competición continental por mano de Viktoria Plzen, con un total, entre ida y vuelta, de 5 a 0.

Por el resto, Inter y Lazio pasaron bien el turno, los nerazzurri ante un rival menor como Cluj con un resultado general exactamente opuesto al del Burro (2 a 0 en casa y 3 a 0 afuera), mientras que los albicelestes superaron al difícil escollo representado por Borussia Monchengladbach con un 5 a 3 en los 180 minutos.

En Champions nada está aún decidido, puesto que deben jugarse todavía los desafíos de vuelta, pero Juventus y Milan protagonizaron dos excelentes triunfos, respectivamente 3-0 de visita ante Celtic y por 2-0 en casa contra Barcelona, lo que llenó de orgullo al Calcio y los deja a ambos con buenas chances de pasar el turno, especialmente a la Vieja Señora.

CHAMPIONS
Ya hablamos mucho de la Champions en otras notas, hablando muy en particular de los partidos de los bianconeri y del Diávolo. Pero ahora tenemos la ocasión de analizar en un contexto más amplio lo que significa para el fútbol italiano y para esos dos cuadros lo bien que hicieron por ahora.

Como primera cosa, vale la pena subrayar el entusiasmo y la alegría que esos dos triunfos produjeron, tanto que tenemos la clara impresión de que la atención y la dedicación que mostraron Lazio e Inter en Europa League sean, en parte, fruto del aire de confianza y positivo que trajeron las hazañas de Milan y Juventus.

Todos los diarios no hablan que de esos dos partidos, todos intentan prever lo que pasará en futuro y más de un experto ya adelantó que lo de los rossoneri quedará como algo inolvidable a pesar de lo que ocurrirá en el regreso.

Ese análisis nos parece sin dudas exagerado, pero nos da la pauta de lo importante que fue la victoria ante Barcelona. Claramente, cada cosa debe relacionarse a su contexto y en este momento de profunda crisis del Calcio, en el que faltan dinero, estructuras, organización y algo de mentalidad, superar de manera tan neta a los mejores del mundo representa una inyección de autoestima increíble.

Además, no hay que olvidarse que una de las pocas veces que el Barça de los "marcianos" perdieron en un partido a eliminación directa en Champions fue contra el otro equipo de Milán, Inter, en cuartos de la edición 2009-2010.

Lo de la Vieja Señora no fue menos importante, porque llegó de visitante, porque llegó en el retorno a octavos de Champions por parte de los bianconeri después de unos cuantos años de ausencia y también porque llegó ante un rival de todo respeto, que no será Barcelona, pero a los blaugrana supo ganarle en esta temporada. Además, eran 40 años que un italiano no ganaba con semejante resultado en Glasgow.

Como seguimos repitiendo hasta el infinito, aún nada está decidido y lo que cuenta no es sólo llegar a cuartos, sino a la final. Pero realmente Italia necesitaba dos resultados así, especialmente porque llegaron con ideas, construcción táctica y mucha capacidad de adaptarse. Todos valores que el Calcio esta regresando a descubrir, para equilibrar un poco todos los "handicap" debidos a la crisis económica.


NADA DE NADA

Nápoli no desilusionó sólo por la eliminación ante un equipo indudablemente más débil. Lo que más impresionó, claramente en negativo, es que el Burro en 180 minutos no logró meter ni un tanto, a frente de los nada menos que cinco concedidos.

Números impiedosos, que lucen todos los límites de este equipo, tanto en el momento particular cuanto en general. Respecto al periodo actual, los celestes también en Serie A demostraron un grave problema de esterilidad, con apenas un tanto anotado en los últimos dos encuentros, que por encima llegó hace dos fechas, de visita a Lazio, justo sobre el final y en jugada de pelota parada.

Cuanto menos en esas dos ocasiones Nápoli no concedió mucho, sufriendo un gol nomás, pero ahí se nota el defecto general, es decir el de la capacidad de encontrar motivaciones y energías mentales administrando la presión de tener que jugar a cada tres días.

En efecto, en campeonato, crisis o no, logra mantener una cierta solidez y atención, mientras que en Europa subestimó el desafío y jugó desganado y así terminó por sufrir una goleada.

Que estamos seguro le costará muchos puntos en el campeonato, porque ahora podrá dedicar todas sus energías en el torneo nacional, es cierto, pero lo es también que el Burro en este momento tiene sobre las espaldas el peso de un tremendo papelón y sobra el alma la duda de no tener el nivel y la categoría necesarios como para poder conquistar el Scudetto.

A todo eso, seguimos sin entender muchas situaciones: por ejemplo, porque el equipo termine siempre por jugar al pelotazo y al centro al medio, pero mantenga sus hombres ofensivos invertidos, jugando con el zurdo Pandev por derecha y el derecho Insigne por izquierda, algo que frena la velocidad del juego porque ambos enganchan siempre en cambio de aprovechar la inercia del balón y llegar hasta el fondo.

No nos explicamos tampoco porque los celestes se hayan mostrado tan nerviosos en todos sus partidos continentales ni, especialmente, porque no hayan jugado con muchos jugadores de la cantera en el partido de regreso, que evidentemente era irrecuperable no tanto por el marcador cuanto, como habíamos dicho la semana pasada, por la actitud de Nápoli que sinceramente nunca luchó.

DOS CANDIDATOS
La impresión, viendo la personalidad y la buena calidad que pusieron en la cancha Lazio e Inter para pasar el turno, es que ambos pueden considerarse dos candidatos para llegar hasta la final.

En efecto, los dos disponen de un plantel adapto para lograr semejante objetivo, pero sobre todo demostraron tener las ganas de seguir en este camino sin nunca subestimar esta competición y, al revés, respetándola muchísimo.

La preocupación para ambos es que, por lesiones o límites estructurales, no será fácil seguir adelante peleando sobre dos frentes (tres para los nerazzurri, considerando que aún pueden meterse en final de Coppa Italia) y de seguir caminando en Europa a la confianza y el entusiasmo por los eventuales triunfos se sumarán el cansancio y las mayores presiones.

Pero los dos parecen aceptar la posibilidad de tener que sufrir con tal de poderse jugar como se debe esta copa y es esa la mentalidad que estaba faltando en Italia y que esperamos esté de regreso, finalmente.

De todas maneras, el fíxture le puso de inmediato a ambos una importante prueba para verificar o contradecir nuestras consideraciones, puesto que el conjunto de Milán se enfrentará al poderoso Tottenham de Villa Boas, mientras que los capitalinos tendrán otro equipo alemán en su futuro, el Vfb Stuttgart de la homónima ciudad.

Los dos tienen buenas posibilidades de superar también los octavos de final, pero queda claro que para hacerlo deberán mostrar lo mejor de sí mismos. Entre los dos, el más importante para el fútbol italiano es el desafío de Lazio, puesto que se trata de un enfrentamiento directo en clave Ránking UEFA.

Además, tácticamente hablando los albicelestes tienen la estructura táctica necesaria para superar a ese rival, mientras que más complicada luce la misión de Inter, porque hasta ahora el conjunto de Stramaccioni sufrió los equipos rápidos sobre las franjas, lo que es justamente el arma más peligrosa de los Spurs.

Habrá que esperar un par de semanas para hacernos una idea de como llegaran los cuadros italianos y de como seguirá el camino continental de ambos. Pero nosotros sentimos finalmente soplar un aire nuevo en Italia y la esperanza es que ese viento llene las velas de ambos, para volver a tener un serio candidato también en la menor de las competiciones continentales para clubes.

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