<
>

El poder de la mente

ROMA -- Otra vez más, como en casi todos los partidos disputados en el periodo reciente, Inter regaló los primeros 20 minutos, protagonizando en general un mal primer tiempo, y así terminó por perder 3 a 0 de visita a Tottenham; un resultado que los deja a los nerazzurri realmente mal parados para pasar el turno.

Dos horas antes de los tres silbidos que le daban fin a la "tortura" de los muchachos de Stramaccioni, Lazio sumó un importantísimo triunfo en cancha de Stuttgart, venciendo por 2 a 0 y luciendo una grande madurez y eficacia, a pesar de los muchos suplentes utilizados en la ocasión.

La victoria fue sin dudas fruto de esa mentalidad que finalmente un equipo italiano está volviendo a mostrar en Europa League y que va más allá de titulares o suplentes. Todo lo contrario de lo que está haciendo Inter, que no logra encontrar la tranquilidad y la actitud justas para poder jugar como se debe por 90 minutos.

JUEGO DE EQUIPO
Las performances de Lazio en ámbito europeo, así como las de Juventus, están demostrando la importancia del juego de equipo: en efecto, los albicelestes en más de una ocasión hicieron descansar sus titulares en Europa League, pero sin nunca menospreciar la competición y, al revés, dándole el valor necesario para entender que, a menudo, juega mejor un suplente descansado que un titular sin energías.

El tema es que los albicelestes encontraron una propia identidad y, más allá de los partidos errados y de las malas noches, logran mantenerla casi siempre, a pesar de los protagonistas. Claro, con sus mejores jugadores el Águila es mucho más temible, pero el cuadro puede jugársela aún sin sus estrellas.

Es encomiable, en particular, esa mentalidad de respeto y de orgullo respecto a la menor competición continental para clubes, algo en lo que los capitalinos carecían enormemente y que, sin dudas, trajo Petkovic en este club, gracias a su mentalidad abierta e internacional.

A tal propósito, es imposible no nombrar nuevamente a la Vieja Señora, equipo que hace de su identidad, de su manera de moverse y del juego de conjunto su fuerza mayor. No paree una casualidad, en efecto, que los bianconeri sean uno de los tres equipos invictos de la Champions, así como Lazio es uno de los dos cuadros que nunca perdieron, aún, en esta edición de Europa League.

Obviamente contaron los valores tácticos y técnicos, como la gran tapada de Marchetti cuando el resultado estaba aún sobre el 0 a 0, los golazos de Ederson y Onazi y la excelente interpretación de toda la defensa del "team" italiano.

Pero insistimos en subrayar la importancia de la fuerza de la actitud y de la confianza que se tiene el Águila, porque todos los otros valores dependen, en definitiva, de esos factores. Además, era hora realmente que algún club cisalpino empezara a respetar este torneo y a tomarlo por lo que es: una grandísima competición en la que juegan mucho de los mejores equipos del continente.

LA MENTE MANDA EL CUERPO
Stramaccioni admitió y hasta enfatizó el punto de la enorme diferencia de condición física, de velocidad y de potencia que se vio en el White Hart Lane entre su equipo y el local, Tottenham.

El hecho fue evidente, pero hay que admitir que una cierta diferencia, si bien no de manera tan contundente, se había notado también durante el primer tiempo en Catania, o los primeros 45 minutos contra Milan, Siena y Fiorentina. Así, difícilmente se puede reducir todo a una cuestión de "forma" y hay que buscar que se esconde detrás de esta evidente dificultad.

Ese gran técnico que es Villa Boas nos dio un indicio al respecto, declarando sobre el tema de la condición que "es la mente que manda el cuerpo" y que su equipo llegó tan bien porque está con mucha confianza, llega de un momento en el que obtuvo victorias importantes, algunas en los últimos minutos, y así se tiene mucha fe y se siente seguro de sí mismo.

Nada de más claro, en suma: los Spurs se divierten, creen en su poder y lo demuestran sobre el césped. El "Biscione", evidentemente, tiene miedo y está nervioso y así no logra rendir como debe´ria, puesto el buen nivel de su plantel.

Así todos los jugadores alternan buenas y malas hasta en el mismo desafío, dependientes por completo por el entusiasmo y, a menudo, viéndose obligados a encontrarse en una pésima posición para reaccionar.

Paradójicamente, quizás que la pesada derrota no determine una reacción positiva por parte de Inter, que así finalmente podría mostrar su mejor aspecto en San Siro ya desde el inicio.

Sin embargo, por la diferencia que hubo sobre el césped inglés y por culpa del marcador, la clasificación parece inalcanzable y, con toda probabilidad, los nerazzurri deberán despedirse de esta competición.

La única esperanza es que los mejores descansen este fin de semana y que logren plantear el "partido perfecto" en Milán, la semana que viene. Soñar no cuesta nada. Algo más difícil será cumplir con la primera parte del proyecto, es decir dejarlos en el banco o hasta a casa a los "titulares" ante Bologna.

Vaya como vaya, Stramaccioni deberá sacar frutos de las palabras de su colega, recordándose que es la mente que manda. Porque si no resolverá los problemas actitudinales de su conjunto, la eliminación desde la Europa League no será la única desilusión que se llevará en esta temporada.