|
BUENOS AIRES -- El sueño ovalado de Guatemala data alrededor del 2007 y tras aquel puntapié inicial no ha dejado de crecer, pese a los obstáculos que se le ha presentado con el correr de los años. En una nueva edición de América Ovalada en Scrum, su evolución y actualidad en el rugby. Si nos remontamos seis años atrás, eran menos de 40 personas que disputaban esta disciplina, y el objetivo de ello era para rememorar viejos tiempos que vivieron en sus países de origen y también para sentir un poco del sabor a casa y a club. Hoy en día, hay un proceso de formación en el país y más de 500 personas lo practican, una gran cifra considerando que se registra una población de 12 millones de habitantes, de los cuales alrededor de 3 millones tienen acceso a entrenamientos deportivos. "Hay una diversificación de patrocinadores, que corresponden a los propios clubes y sus contactos. Desde bares y restaurantes para organización de terceros tiempos y 'casas clubes' hasta empresas de tecnología, hidroeléctricas y constructoras. Nuevamente esto depende exclusivamente de cada institución", le explicó a Scrum el argentino Lautaro Cayarga, uno de las diez personas que fundaron el movimiento de rugby en Guatemala. El epicentro del rugby se encuentra en el área metropolitana y es la ciudad que más aporta al campeonato nacional. Luego siguen los equipos departamentales, provincias, quienes por la cercanía geográfica también integran el torneo. "Cabe destacar que el primer club en Guatemala fue Xela Rugby Football Club, fundado principalmente por dos personas: Josh Macy, americano, jugador y ahora entrenador y director del programa de Rugby de la American International College en Massachussets, y Pedro Hetch, guatemalteco", comentó Cayarga. No obstante, el rugby aún no llega a ser popular, la gente no lo conoce muy bien, pero el deporte continúa creciendo y cada día tiene más aficionados que saben quiénes son los Jaguares: "Es un deporte joven aquí en el país. No contamos con muchos entrenadores, de hecho sólo tres equipos cuentan con entrenadores, en el resto son los mismos jugadores los que dirigen las prácticas y son parte de las juntas directivas", expresó Jonathan Turner, capitán de la Selección de Seven de Guatemala, quien participó en el Sudamericano Río Janeiro 2013. Por su parte, el ala guatemalteco Max Bautista agregó con respecto a la evolución de la disciplina: "Las personas van conociendo más sobre el deporte y se dan cuenta de que el rugby es de mucha entrega, sacrificio, empeño, apoyo, respeto dentro y fuera de la cancha, y que se sientan orgullosos de nosotros al vernos jugar". El torneo local posee una peculiaridad. Durante la edición 2010 y 2011 se integró la Selección Nacional de El Salvador como participante invitado, debido a la proximidad geográfica (250 km) y para afianzar su proceso de desarrollo buscando ser partícipes de una competencia regular que ya estuviera estructurada. Generalmente, el certamen se divide en dos grupos, donde juegan ida y vuelta, y al finalizar solo suben los primeros cuatro para disputar las instancias decisivas. Tiene una duración de seis u ocho meses, teniendo un mes intermedio de descanso a mediados y finales de año. Y un futuro próspero se avecina en los horizontes de Guatemala con nuevos proyectos que ayudarán a los equipos a desarrollarse y foguearse en competencias: "Este año, en noviembre están los juegos Bolivarianos Absolutos de Sevens en Trujillo, Perú, y con la ayuda de la CONSUR y de su delegado Ramón Cole, quien está viendo el tema de organizar el CONSUR C XV Mayor, en diciembre y además un Seven Centroamericano de selecciones", afirmó el apertura de San Josemaría Rugby Club, que regresó a jugar a Francia en el club R.C Sucy.  Pero para concretar todos los planes, la ayuda es primordial en el proceso. En Guatemala el deporte es directamente controlado por dos organizaciones autónomas: la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) y el Comité Olímpico Guatemalteco (COG). "El deporte recibe, si no me falla la memoria el 2% o 3% del Presupuesto Nacional. No podés ser admitido y reconocido por una institución sin ser avalado por la otra. La CDAG es el ente regulador y ejecutor del presupuesto federado mientras que el COG se limita a la exposición del deporte internacional y los procesos de formación deportiva de alto rendimiento", manifestó Cayarga. Y sí, el objetivo es buscar la federación completa del rugby en Guatemala, algo que es muy difícil debido a la cantidad de requisitos y procesos que una disciplina debe atravesar: "A través de más de cuatro años, el rugby es reconocido como existente, es apoyado por la CDAG con canchas y estadios para su práctica, salones para cursos de IRB y por el COG para uniformes, hospedaje, inscripciones y transporte para torneos internacionales (CONSUR). Todavía no se logró el reconocimiento total para poder contar con un presupuesto e instalaciones deportivas propias", sostuvo el argentino. No obstante, el deporte es totalmente amateur. No hay aportes de ayuda, pero la esperanza es lo último que se pierde. La historia es joven, pero las ganas son muchas: "Yo comencé desde que inició el rugby en el país. No hay becas para los jugadores lastimosamente, algo que serían de gran incentivo para poder desarrollar el deporte al máximo en mi país", confesó Bautista, mientras que Turner aseguró que "hay 15 atletas de Seven que tienen seguro médico y de vida. Esperemos que el Comité Olímpico de Guatemala (COG) nos pueda dar becas para el 2014 a algunos jugadores". La transmisión de partidos es nula, pero poco a poco la difusión fue adquiriendo terreno y por medio de los contactos de prensa del COG y de la CDAG, se ha logrado que el rugby tenga una presencia más constante tanto en radio, gráfica y televisión, lo que significa que se difunde más la actividad internacional y las finales del torneo reciben cobertura y publicación. Los resultados positivos se remontan hace poco, al certamen de Consur C, donde si bien hay una espina por haber perdido ante Costa Rica, el seleccionado quedó en un honorable segundo lugar: "Quedamos con una bronca interna porque eramos locales, era casi obligatorio ganar, pero quedamos con más ganas de seguir jugando, mejorar y fortalecer nuestras flaquezas para que el próximo seamos más fuertes y rápidos, y subir nuestro nivel", expresó Bautista. El habitante de Guatemala no se identifica con deportes de contacto, sino que es fanático acérrimo del fútbol. Es por eso que la explosión del rugby cubrió un nicho que no estaba siendo abarcado. Mucha de la gente que no tenía un vínculo directo a los deportes tradicionales o que simplemente no les gustaban encontró en el rugby un escape deportivo, y lo transformó de ser una moda o tendencia, a ser un deporte más en el país.
|
