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El Olímpico, con casquete corto

SAN PEDRO SULA, Honduras -- Serafín Canales es el estilista del Estadio Olímpico Metropolitano. Con la pericia de un peluquero ajusta el césped de la cancha.

Para la gala de este viernes, le han pedido casquete corto, para el campo de juego.

Todo lo contrario de cuando Honduras recibió a Estados Unidos. El pasto crecido. Un cómplice de calor y humedad para ir aflojando músculos y pulmones de quien no está habituado a esas exigencias.

Honduras se impuso y de haber tenido un criminal del área, el 2-1 se hubiera multiplicado hasta el cociente del escándalo.

Pero, este viernes, casquete corto y bien mojadito el pasto, explica Serafín Canales a ESPNDeportes.com.

De hecho, cuando la selección mexicana pise este jueves la cancha del Olímpico, analizará y procesará un bote y recorrido de la pelota, distintos al del viernes.

Cuando el Tri culmine este jueves su reconocimiento de cancha, Serafín Canales deberá recortar el pasto casi al límite y regarlo abundantemente. El viernes antes del juego, nuevamente anegara el escenario. Vaporización es el lema.

La interpretación parece lógica: pasto corto y cancha húmeda significa que Honduras quiere jugar bien, cómodo y con velocidad.

El analista de ESPNDeportes.com, ex mundialista mexicano, Jared Borgetti, lo considera un suicidio para Honduras. "Si quiere jugar al futbol y hacerlo rápido y con una cancha que permita precisión, le está dando ventajas a México".

Borgetti observó y pisó la cancha de la Caldera del Olímpico el miércoles por la tarde. "Es ese tipo de pasto ancho que en México llamamos zacate de burro, que es cómodo para jugar al futbol, y corto y mojado, es benéfico para el que quiere jugar al futbol".

La respuesta hondureña a la apreciación de Borgetti llega de tres referentes catrachos: Emilio Izaguirre del Celtic, así como Roger Espinoza y Maynor Figueroa del Wigan.

Roger Espinoza reconoce que Honduras quiere jugar al futbol y hacerlo lo mejor posible.

"Sí, nosotros queremos jugar al futbol. La cancha con el pasto más corto nos ayudará a eso, pero no sólo a nosotros, sino también a México, que también sabe jugar al futbol".

"Sin duda es preferible que lo corte, nos conviene más a nosotros, aunque también hay que pensar que si no hay pasto crecido, es menos probable que se canse México con el calor y la humedad", agrega Espinoza para explicar que no hay una emboscada contra el Tri.

"Ante Estados Unidos estaba crecido, pero eso fue no decisión nuestra, ni del entrenador ni de los jugadores, y al final creo que EE.UU. jugó igual y corrió igual", puntualiza.

Para Emilio Izaguirre el trámite del juego ante el Tri, va más allá del impacto que pueda tener el tipo de cancha.

"Nosotros no ponemos excusas por la cancha. Si el pasto está crecido igual intentamos hacer nuestro futbol. Si el pasto está corto, lo haremos mejor. Pero si la cancha es rápida y cómoda para tratar el balón, entonces ese es un beneficio para nosotros", asevera.

Maynor Figueroa reconoce que una cancha de pasto corto beneficia a sus facultades, peor, explica, el desenlace pasará por otros factores, porque México también prefiere una superficie más veloz.

"La cancha podrá permitir hacer futbol, pero nosotros tenemos que estar atentos en otras cosas. En jugar correctamente con y sin balón, ser inteligentes. No hay equipo capaz de mantener el ritmo si no está concentrado en sus deberes y eso lo sabemos nosotros", indica Figueroa.

Por lo pronto Serafín Canales, desde su trabajo silencioso, desapercibido, casi oculto, y sin saber él mismo el efecto de sus labores, será un detonante más para que el choque de potencias de Concacaf este viernes, genere un mejor partido de futbol y una mayor igualdad de fuerzas.