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Davis: Mónaco venció a Simon

BUENOS AIRES -- Igualdad en el Parque Roca. Con solidez, Juan Mónaco (19° del mundo) le ganó a Gilles Simon (13°) en el segundo punto y así Argentina y Francia empatan 1-1 la serie por los cuartos de final del Grupo Mundial de la Copa Davis. El duelo de ex top-ten quedó en poder del dueño de casa, que empezó muy bien, pudo perder el set inicial y tras cerrar ese parcial se encaminó sin problemas a una victoria que deja en pie al equipo dirigido por Martín Jaite.

En dos horas y 30 minutos, Mónaco venció por 7-6 (2), 6-2 y 6-4 a Simon para conseguir su triunfo más importante en este tradicional certamen por equipos, por la estatura del rival, no sólo por su ubicación actual en la ATP, sino por los pergaminos del galo. Así, Argentina, que esta vez no es favorito en casa, pese a haber elegido polvo de ladrillo, su mejor superficie histórica, se aseguró prolongar la lucha hasta el domingo. El próximo punto es el sábado, con el doble de David Nalbandian y Horacio Zeballos ante la durísima dupla que componen Michael Llodra y Julien Benneteau, para cerrar los singles de Mónaco contra Tsonga y después Berlocq frente a Simon, aunque los capitanes pueden realizar cambios hasta una hora antes de cada choque.

Con mayor temperatura ambiente -llegó a los 28°- y un poco más de público que en el primer single, con unos 5.000 espectadores, la gente disfrutó en el Parque Roca después de la derrota inicial de Carlos Berlocq (71°) frente a Jo-Wilfried Tsonga (8°) en cinco sets. El público sabía de antemano que sería un partido exigente, equilibrado, pero que era obviamente mejor que Mónaco enfrentara a Simon, ya que es más irregular que Richard Gasquet (9°), quien se dio de baja de la serie a última hora por una lesión en el tobillo derecho.

El primer set fue durísimo, de ida y vuelta en el marcador y con aciertos y errores por partes iguales. Siendo dos jugadores contragolpeadores, buscó Mónaco ser más agresivo y tomar la iniciativa en varios pasajes, pero a la vez cayó en momentos de dudas. Simon es rápido de piernas y de pelota, pero si bien por momentos sorprende con un disparo abierto o veloz desde una posición compleja, suele terminar cometiendo fallas en tiros sencillos, estando en una situación cómoda. Eso provocó permanentes altibajos en el desarrollo y fue el local el que pegó primero, quebrando el saque del galo en el segundo game y tomando una ventaja posterior de 4-1.

En el séptimo juego, y ante errores de Mónaco, fue Simon el que logró su primer rompimiento y luego igualó 4-4. Los simpatizantes albicelestes se miraban, molestos y con dolor, por la diferencia que se le había escapado al tandilense. Consiguió un nuevo break el galo (esta vez sin perder un punto en el game) y quedó con ventaja de 5-4, obteniendo cuatro juegos consecutivos y con la posibilidad de disponer de su saque (ninguna garantía) para definir el parcial. Allí quebró Mónaco y empató 5-5, para la renovada esperanza de la gente, aunque otra vez el francés le rompió en 0 el saque al anfitrión y quedó 6-5. Pero tras desaprovechar dos set-points, Simon padeció otro break de Mónaco que, en su cuarta chance, estiró la pelea al tie-break, que luego ganó 7-2 con mayor actitud y buscando mover por la base a su adversario.

Esos vaivenes del primer set, que se extendió durante una hora y cinco minutos, quedaron en el olvido en el segundo capítulo. ¿La razón? Muy simple: Mónaco, con la inyección anímica de haberse apropiado de un parcial que bien pudo perder, soltó un poco más el brazo, aunque la principal causa fue el notorio bajón del europeo. Más allá de la inestabilidad que había mostrado Simon en el primer set, fue presa de una merma de su rendimiento y es probable que en gran medida se debió a la molestia sufrida en la espalda. El visitante fue atendido en el descanso posterior al quinto game, cuando el local iba 3-2, tras haber conseguido un quiebre de saque en el tercer juego.

Otro break logró Mónaco en el séptimo game, sin perder un punto, para adelantarse 5-2. Rápidamente mantuvo el servicio y se llevó el parcial en apenas 35 minutos, con autoridad, tranquilidad y pasándole la presión a Simon, quien, si bien en los papeles era el de mejores pergaminos, no sólo en el circuito sino también en la Copa Davis, era consciente de que el argentino aún no pudo ganar un solo partido este año a nivel de ATP. De hecho, el tandilense se adjudicó los dos singles en la victoria del debut de 2013 frente a Alemania y ahora sumó este contra el galo.

Por su parte, Simon venía de acceder a los cuartos de final en Miami y se había mostrado conforme con la cancha lenta del Parque Roca en la semana completa que tuvo de entrenamientos. Ya en el tercer set volvió a sacar ventaja Mónaco, porque logró un quiebre rápido, en el primer game, y eso le permitió seguir jugando con la ventaja en el bolsillo, por entonces de 2-0 en parciales y con un break. Cada vez más suelto y confiado, apoyado por la gente que estaba ansiosa por una alegría para mantener la fe, Mónaco tuvo algunos momentos de inconsistencia, pero siguió llevando la manija del encuentro, siendo más sólido y con mayor agresividad con su drive que lo mostrado por su rival.

El tandilense mantuvo esa diferencia que supo conseguir en el primer juego y se anotó una victoria para el recuerdo, para cerrar el tercer parcial en 40 minutos, con un drop bárbaro de derecha, que dejó inmóvil en el fondo al francés. El empate es muy valioso y tiene el sabor extra de darle un envión emocional a Nalbandian y Zeballos con vistas al doble del sábado. No se duda que Llodra y Benneteau son los candidatos para ese partido clave, pero habrá que ver si la presión no les juega una mala pasada a los galos y si el cordobés, con su chapa copera y su mano prodigiosa, puede conducir a su compañero a una proeza de esas que hacen historia. Lo tangible, por ahora, es que la eliminatoria está igualada y la ilusión albiceleste se extenderá hasta el domingo, en busca de poder avanzar una vez más a las semifinales. Hay emoción y adrenalina garantizados. Sin dudas.