Pablo Montero 11y

"En ningún Grand Slam pasa esto"

BUENOS AIRES -- La volea es justa, precisa, necesaria. De abajo hacia arriba, con poco recorrido y mucha muñeca. De impacto pegado a la red y caída que acompaña un grito estridente que resuena en todo el Mary Terán de Weiss. David Nalbandian es el artista de la obra y su lucimiento deviene en reverencia; literalmente, el público pega sus brazos y los mueve de arriba hacia abajo como diciendo: "No somos dignos".

Exageraciones al margen, lo cierto es que el cordobés fue de menor a mayor en el dobles copero ante Llodra-Bennetteau y en el tramo final del partido ofreció destellos de su mejor tenis, con destacadas definiciones en la red y su picante revés paralelo como puntos altos recurrentes.

El enorme triunfo junto a Horacio Zeballos lo vio inmerso, una vez más, en una genuina descarga emocional, que coronó un mediodía de sensaciones cambiantes y mucho en disputa. "Era un partido durísimo, ellos son una pareja realmente buena y aunque no jueguen mucho juntos si quisieran podrían estar entre los mejores del mundo. Pero en la Copa Davis todo va mucho más allá de lo tenístico; se gana con la cabeza, con lo anímico...en ningún Grand Slam pasa esto", enmarcó.

"Eso es lo que lo hace distinto y genera que uno en este tipo de entornos se motive más y le guste jugar. Después se puede ganar o perder pero el que viene a Argentina sabe que se va a encontrar con un público muy pasional y con jugadores que van a batallar todo el partido", agregó.

Nalbandian reconoció que el duelo "en un momento se había complicado", pero destacó "la fuerza, la garra y el tenis" que permitieron dar vuelta la historia. "Desde el 2-5 en el tercer set nos empezó a salir todo mucho más; hasta ahí a veces yo devolvía bien, pero Horacio no o viceversa; a partir de ese momento algo cambió y pudimos aprovechar las pocas oportunidades que se nos fueron dando".

¿Qué varió, entonces, para que se concretara la levantada argentina? "Empezamos a ganar con más facilidad los games de saque, a ver un par de huecos en la cancha y tratar de aprovecharlos...ahí cambió el partido y terminamos muy bien tanto tenística como mentalmente", evaluó el jugador.

Se trató del 39° triunfo de Nalbandian por Copa Davis y el 16° en dobles, a más de 11 años de su primera vez en el torneo. Ubicado en el puesto 128 de la clasificación, el argentino ha declarado más de una vez que los rankings ya no lo motivan ni le preocupan. Son estas experiencias las que justifican seguir batallando. Vivencias, recuerdos, imágenes. Esa imperturbable sonrisa post partido, los interminables abrazos con amigos y no tanto...y la ilusión de que el final del cuento sea redondo.

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