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¿Quién es Martin Murray?

BUENOS AIRES -- No es de extrañar que el nombre del primer gimnasio que pisó Martin Murray se llamase "Glass Boxing Gym". Después de todo, el vidrio es uno de los símbolos de St. Helens, Merseyside, la ciudad en la que Murray nació hace treinta años: con cerca de 200 mil habitantes y ubicada el Noreste de Liverpool, es una clásica ciudad industrial que fue creciendo al amparo de las minas de carbón y de la industria del vidrio, incluyendo fábricas de botellas.

Miembro de esa clase media trabajadora, propia de Inglaterra del Norte, Martin Murray tenía apenas diez años cuando comenzó a aprender el noble arte de la mano de John Crisnall. Un año más tarde, cuando ya tenía once, hizo su primera pelea como amateur. Jamás pensó lo que vendría con el correr del tiempo.

Hace poco, Murray, elegantemente vestido de esmoquin, asistió a la fiesta anual de su ciudad, para ser galardonado como "El Orgullo de St. Helens". No es para menos, pues además de ser campeón británico, sumó el año pasado la corona mundial mediano AMB, interina, tras vencer en Manchester al venezolano Jorge Navarro. Eso fue el 24 de noviembre, cuando Murray, a quien llaman "The Power", tuvo por el suelo a su rival en el primer asalto y luego lo castigó tanto que obligó a su esquina a abandonar en la sexta vuelta. De esa manera, Murray celebró su victoria número 25, 11 por la vía rápida. Solamente tiene un empate --que, en realidad, en el ring y con los guantes puestos fue, para muchos, una victoria ante Félix Sturm-, y como nadie logró derrotarlo todavía, está invicto como profesional--.

Martínez es un gran boxeador y por supuesto, digno de todo respeto. Pero no se olviden, esto es boxeo

-- Martin Murray

Murray celebró con un grito salvaje, pero esa visión del guerrero sediento de gloria, se viene un poco abajo al tenerlo enfrente. Es un hombre sencillo, respetuoso y muy medido, lo que se dice un profesional. "Martínez es un gran boxeador y por supuesto, digno de todo respeto. Pero no se olviden, esto es boxeo y nunca se puede descartar a nadie. Yo entiendo que va a subir al ring como favorito. Y que como campeón es muy bueno, pero yo subiré pensando en el futuro de mi mujer y de mis hijos y en la gloria. ¿A quién se le ocurrió ese slogan? "El Honor y la Gloria" está muy bueno, porque en efecto, el ganador se lleva todo. Y no pienso viajar a Argentina para volver perdedor".

Murray ya tuvo una oportunidad de pelear por el campeonato mundial y fue una frustración. "Yo había ganado en el ring, y con un poco de suerte, me dieron un empate por lo menos, pero sé que el ganador había sido yo". Se refiere al combate que celebró en Mannheim, Alemania, ante Félix Sturm, por el súper campeonato de peso medio de la AMB. "Sabía que era muy difícil ganar en Alemania, y efectivamente, eso me pasó a mí", afirma Murray y agrega: "Espero que en Argentina los jueces fallen lo que se vea en el ring. La experiencia ante Sturm me dice que, si quiero ser campeón, no puedo dejar duda alguna. Esa era mi noche, pero no me dejaron". Esa noche, la del 2 de diciembre de 2011, el fallo fue dividido: un jurado le dio 2 puntos a Murray, otro le dio 4 a Sturm y el tercero se lavó las manos con un empate y así quedó el fallo de la pelea.

Martin Murray estuvo 14 años peleando como aficionado, ya que se recién se hizo profesional cuando tenía 25. Su campaña amateur no está bien registrada, porque tuvo también varios períodos de inactividad, pero lo cierto es que llegó a ser campeón británico y, cuando se pasó al profesionalismo, se había ganado el respeto de la gente. Sin embargo, lo que lo llevó a la popularidad –mueve multitudes cuando pelea, especialmente sus paisanos de St. Helens-, fue cuando se impuso en el torneo Prizefighter, en la categoría mediano. El torneo se daba por televisión y con una recompensa de 25 mil libras para el ganador. El 21 de noviembre de 2008, tras tenerlo por el suelo al otro finalista, Cello Renda, le ganó por puntos, se alzó con la bolsa y también con la mirada atenta de los promotores.

En 2009, Murray pasó a las filas de Ricky Hatton, el tremendo peleador que movió multitudes en Inglaterra y que hoy se dedica a la promoción con Hatton Promotions. Ese año ganó el campeonato británico frente a Nick Blackwell y un año después, en julio de 2010, hizo por primera vez 12 asaltos para capturar la corona del Commonwealth frente al australiano Peter Mitrevsky Junior. Aunque venció, Martin fue crudamente sincero: "No estuve bien, me faltaron piernas, hay que trabajar más, yo puedo dar más, estoy seguro", afirmó.

"El orgullo de St. Helens" entrena hoy bajo la dirección de Oliver Harrison, es manejado con Neil Marsh y tiene un profesor de Fortaleza Física, Martin Cullen. Hace poco, Floyd Mayweather Junior aseguró que "Este hombre sabe pelear. No será fácil para Martínez". Y, aunque tal vez pocos lo crean del todo, lo importante es lo que cree Murray. Y Murray cree que va a ganar.

"Martínez es bueno, pero soy más joven, soy muy fuerte, soy más alto que él y además tengo una gran motivación, porque pienso en mis hijos y a ellos les debo todo mis esfuerzos. Trabajo día y noche pensando en el boxeo… y en mis niños". Con su novia, Gemma, ha sido padre de Archie y Amalia. Admirador de Nigel Benn, estuvo a puntos de pelear con Julio César Chávez Junior hace un tiempo, pero no pudo viajar porque no se solucionó el problema de su visa. "Me sentí muy mal en ese momento. Era una gran oportunidad, pero ya ven que la vida siempre ofrece una nueva oportunidad", afirma. Nacido el 27 de septiembre de 1982, es efectivamente, más alto que Martínez, quien mide 1,78m, mientras Murray tiene 1,83m. Y es cierto que es más joven, como también es cierto que los oponentes de Martínez han sido de más fuste que los de Murray, quien aún no enfrentó a un contendiente de primerísimo nivel como para probarlo a fondo.

Murray es seguidor del The Saints, equipo de rugby que ya obtuvo 13 copas en la Liga Inglesa de rugby, cuya camiseta exhibe una enorme "V" mayúscula en el pecho. No deja de ser curioso que la camiseta de Vélez Sarsfield sea parecida, pero de color azul. Aun cuando ha hecho muchas peleas en Manchester, en donde justamente logró su campeonato mundial, es hombre del The Saints y no hace mucho, se paseó por la cancha con sus cinturones, como alguna vez lo hizo Maravilla Martínez en el Monumental, el estadio de River Plate del cual es seguidor.

Además de practicar profesionalmente el boxeo, a Martin también le gusta enseñarlo, y por eso trabajan muy a menudo con diferentes colegios. "Yo me crie en la calle, y las calles son una escuela muy dura de vida, sobre todo en estos tiempos, llenos de tentaciones fáciles, por eso trato de darles a los más jóvenes un ejemplo de que se puede llegar a algo trabajando dignamente. El boxeo es eso para mí, un trabajo que me da grandes satisfacciones. Sueño con pelear en la Wigan Arena de mi ciudad, un estadio muevo. Y eso tiene que ver justamente con los sueños, porque sería para mí recibir aún más el cariño de mi gente, y esas cosas se pueden lograr trabajando dignamente. El boxeo fue una salida para mí, y seguramente para muchos de los chicos a los que trato de enseñarlos. De hecho estoy haciendo cursos para aprender todavía más a enseñar boxeo".

Estuve preso. Me metí en muchos líos y peleas de internos, por eso estuve más tiempo de lo debido, pero eso ya quedó atrás

-- Martin Murray

Esto de trabajar con la juventud no es un dato más, justamente. Tiene que ver con la historia de Murray, quien pasó unos cuantos meses de su vida en la prisión de Preston, en Lancashire. Una prisión considerada de clase "B" para adultos, reconocida hace unos años por el mal trato que recibían los interinos. De hecho, es una de las cárceles más superpobladas de Inglaterra: se comprobó que el 90% de las celdas son compartidas. Murray no cuenta demasiado sobre el tema, sólo que una vez, "En una pelea interna, un guardia le pegó a un compañero y éste se la devolvió peor –según le contó al periodista Terence Dooley-. Al final, también me metí yo en el asunto y el Juez nos dio 60 días más a cada uno. Eso fue por el 2006, el año en que conocí a mi mujer; yo estaba alejado del boxeo y me di cuenta de que estaba metiéndome en un camino peligroso. Cuando salí en libertad, me aferré a Gemma por un lado --actualmente estamos esperando un tercer bebé-- y al boxeo por el otro. Por eso, cuando les enseño boxeo a los más chicos, también trato de enseñarles algo de la vida. Cuando me ofrecieron la pelea con Julio César Chávez para el 16 de junio en El Paso, Texas, aparecieron aquellos fantasmas de mi vida anterior y me negaron la visa. No pude ir a pelear, para mí fue un mazazo en la cabeza y nunca me sentí más arrepentido de aquellos errores de juventud y eso es lo que les explico también a los más jóvenes. Hoy todo eso pasó, pero siento que no puedo desperdiciar esta segunda oportunidad que me da el boxeo..."

En total, aunque él no brinde demasiados detalles, cometió algunos robos además de protagonizar varias peleas callejera y por eso pasó nada más ni nada menos que casi cinco años en la cárcel y, por eso, cuando salió, decidió que había aprendido la lección, y se hizo profesional. "No quiero que algún día tenga que lamentarme por no haberlo intentado en serio. Me metí en muchos líos y peleas de internos, por eso estuve más tiempo de lo debido, pero eso ya quedó atrás..."

Este es el hombre que el 27 de abril tratará de arrebatarle la corona mundial mediano del Consejo a Maravilla Martínez. Este es el hombre que, a la hora de definir el combate, lo hace apenas con una frase: "No se olviden de que esto es boxeo".

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