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Ultimátum para Jason Garrett

IRVING -- En términos amplios, Jason Garrett ha sido un fracaso desde que arribó a los Dallas Cowboys como coordinador ofensivo en el 2007. No le ha ido mucho mejor desde que fuera ascendido a entrenador en jefe.

Oh claro, la ofensiva de Garrett ha acumulado grandes totales de yardas y una buena cantidad de jugadas memorables. Y Tony Romo, Jason Witten, Miles Austin junto a varios linieros ofensivos han sido seleccionados para jugar en el Pro Bowl. Hasta Laurent Robinson, de lo más anónimo posible cuando aterrizó en Dallas, se ganó un contrato increíble como agente libre después de anotar 11 touchdowns en menos de una temporada dentro de la ofensiva de Garrett.

El problema, por supuesto, es que para todos esos números altos, la ofensiva de Garrett rara vez ha conseguido la producción en puntos que los iguale.

Es un tema importante.

En las últimas cinco temporadas, la ofensiva de Garrett nunca ha ranqueado por arriba del Nº 10 en puntos anotados, la mejor ofensiva estadística para juzgar el desempeño del ataque.

Si la ofensiva de Garrett no anota puntos al estilo videojuego en la siguiente temporada, no será el entrenador en jefe para el 2014.

Los Cowboys le han quitado las excusas, todas y cada una de ellas. La responsabilidad de Garrett es hacer que funcione la ofensiva sin importar si manda o no las jugadas. Después de todo, ahora cuenta con el centro y corredor que necesitaba. Ahora tiene al ala cerrada y al receptor abierto que deseaba para que la ofensiva maximizara su potencial.

En un equipo con una línea ofensiva veterana, un titular cuestionable como apoyador por el lado fuerte, y dos enormes huecos en las posiciones de profundo, los Cowboys invirtieron sus primeras tres selecciones de draft en jugadores ofensivos.

El mensaje ha sido entregado.

Los Cowboys eligieron al centro de Wisconsin, Travis Frederick, en la primera ronda, al ala cerrada de San Diego State, Gavin Escobar, en la segunda vuelta y al receptor abierto de Baylor, Terrance Wiliams, en tercera.

Cada jugador, de acuerdo a los Cowboys, ranqueaba en el Top-30 de su tabla de evaluación de draft.

Entonces, los Cowboys invirtieron una selección de quinta ronda en el jugador de Oklahoma State, Joseph Randle, el corredor que más codiciaba Garrett.

La NFL nunca se ha volcado tanto a la ofensiva como lo hace ahora. Todas las reglas han sido diseñadas para ayudar a la ofensiva, y los Cowboys reclutaron acorde esta temporada.

Frederick se justifica por el enorme vacío en la posición de centro, donde lesiones obligaron a los Cowboys a rotar entre Phil Costa, Ryan Cook y Mackenzie Bernadeau la temporada pasada.

Escobar da a Garrett el segundo ala cerrada que deseaba para usar la formación de doble ala cerrada. Escobar da a los Cowboys una mejor opción que James Hanna si Witten acarrea problemas de lesión como ocurrió al inicio de la temporada pasada cuando sufrió una ruptura en el bazo durante la pretemporada pasada.

Williams aporta a los Cowboys una grandiosa tercera opción como tercer receptor abierto. Permitirá a Miles Austin operar desde la ranura, donde es efectivo, cuando los Cowboys salgan en formaciones de tres abiertos.

Lo más importante, sin embargo, es que si las constantes lesiones de Austin en el tendón de la corva le siguen frenando, la ofensiva de los Cowboys no se verá tan perjudicada.

Finalmente, Randle representa una mejoría significativa sobre Felix Jones y Lance Dunbar como suplentes detrás de DeMarco Murray.

Todo eso debe volver a Romo más productivo. Nunca la ofensiva ha sido más benéfica con Romo.

Seguro, siguen las dudas para el tackle derecho y guardia derecho, pero la unidad ofensiva perfecta no existe en la era del tope salarial. Cada ofensiva de la NFL tiene sus puntos débiles.

Bill Callahan es uno de los asistentes mejor pagados en la liga, así que necesita cumplir su trabajo en las posiciones de tackle y guardia derecho.

Si logramos dar un paso atrás para ver el panorama completo, nos daremos cuenta de que esta ofensiva está armada para sobreponerse a una posible lesión en todas las posiciones claves. No subestimen los rigores de un calendario de 16 encuentros.

Jerry Jones ha entregado a Romo una extensión contractual de 100 millones de dólares y a Garrett un ultimátum para ver progreso ofensivo.

El juego nunca ha dependido más de las ofensivas y los mariscales de campo. Piensen en ello. Aaron Rodgers acaba de firmar una extensión por 110 millones de dólares con los Green Bay Packers. Joe Flacco recibió un contrato de 120 millones en Baltimore tras liderar a los Ravens a un triunfo de Super Bowl, y Matt Ryan de los Atlanta Falcons es el siguiente en la fila.

Esa es la razón por la que linieros ofensivos fueron reclutados en seis de las primeras 11 selecciones del draft, y nueve se fueron en primera ronda.

Los equipos que no pueden bloquear permiten que sus pasadores sean lesionados o forzados a cometer errores.

De cualquier modo, la ofensiva lo paga.

Las selecciones de draft de los Cowboys reforzaron la noción de que Garrett tiene voz y voto en la sala de las decisiones.

Los Cowboys le han dado lo que necesita. Depende de Garrett de aquí en adelante.