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Pesa la etiqueta de Spencer

IRVING -- Vamos a comenzar el juego del "¿Qué hubiera pasado...?" por un instante.

Los Cowboys le colocaron la etiqueta de franquicia a Anthony Spencer, algo que les costó 10.6 millones de dólares. Si los Cowboys hubiesen dejado que Spencer probara el mercado de agencia libre, ahí tenían al menos 10.6 millones que podrían utilizar en otro agente libre.

No se puede saber con exactitud cuánto hubiese recibido Spencer en el mercado, pudo ser el mejor cazamariscales allá afuera tras su mejor temporada, con 11 capturas.

Si los Cowboys dejaban ir a Spencer, habían dos jugadores probables para firmar: Dwight Freeney y Osi Umenyiora. Freeney salió de los Indianapolis Colts y firmó un contrato de dos años y 8.7 millones de dólares con los San Diego Chargers. Umenyiora salió de los New York Giants y alcanzó un acuerdo por dos años y 8.5 millones de dólares con los Atlanta Falcons.

Ahora, Freeney y Umenyiora serán maravillas de un éxito para estos equipos, porque los jugadores veteranos, a menos que sea un mariscal de campo élite, no reciben grandes contratos en la agencia libre.

Es fácil cuestionar la decisión de etiquetar a Spencer. Los Cowboys no confiaron lo suficiente en Sean Lissemore para hacerse cargo como ala defensiva o mover a Tyrone Crawford a ese puesto. El nuevo personal defensivo, liderado por el coordinador Monte Kiffin, quiere que Crawford juegue tackle y ala en 2013. Kyle Wiber también fue movido al extremo.

Los Cowboys dejaron pasar tres linieros defensivos de calidad en el draft para dejar la línea intacta. Sin embargo, permitir que Spencer probara el mercado le pudo salvar dinero a los Cowboys y, posiblemente, les hubiese permitido reclutar a uno de los mejores alas defensivas del draft el mes pasado.

Por supuesto, sólo especulamos. Mientras Freeney y Umenyiora comenzarán a jugar para equipos nuevos, Spencer continuará participando con el que lo reclutó en 2007.

Lo que más tiene Spencer en contra son las capturas. Finalmente cumplió la temporada pasada y ahora, en espera de uno nuevo, entra al último de contrato con la esperanza de registrar números altos otra vez.

Si Spencer no lo hace, tendremos que jugar el "¿Qué hubiera pasado...?" otra vez.